¿HEMOS PERDIDO O GANADO?

Mientras, la feria en casetas mantiene el tipo, aunque con ausencias notables en sus ofertas, al haber sobrado espacios para montar las lonas sobre las estructuras metálicas.

Aún recuerdo a aquel munícipe que deseaba ampliar el espacio para casetas, antes de la crisis económica, proponiendo la anulación de los espacios para los cacharros feriales, más antiguos en San Lucas que las casetas copiadas de los aires abrileños sevillanos.

Contra el mundo bajo lonas caseteras, ha entrado la afición a la feria del centro, establecida mie las viejas y nuevas tabernas del Jaén de siempre, otro plagio traído de la capital malagueña.

Todos estos cambios han llevado a la feria de San Lucas a perder su primitiva originalidad, consistente en los cacharros para niños y jóvenes, en tómbolas como la del cubo, en tiros con escopetas bizcas contra muñecas, en los puestos turroneros y de algodón dulce, en la churrería y chocolatería…mientras en la caseta del condestable estaba la gente guapa de política y bolsillo.

¿Hemos perdido o ganado?.

Creo que hemos evolucionado con los tiempos, porque lo que los jaeneros deseamos es diversión en estas fechas, muy cerca a los tristes días de los Santos y los Difuntos, tan pegados al ferial que su sueño es interrumpido por los ruidos salientes. Claro que nuestros muertos pensarán: Ya vendréis aquí, y no os dejarán descansar vuestros herederos.