LA PANDEMIA EMBISTE AL TORO BRAVO
Condena económica y genética ·
La provincia de Jaén organiza 200 festejos anuales, la que más de Andalucía, con 60 ganaderías que están mandando reses al matadero, muchas camino de la desaparición sin ayudaAL norte del término municipal de Vilches, en pleno corazón de Sierra Morena, María Jesús Gualda observa fijamente a varios ejemplares de los cerca de trescientos toros que alberga la finca 'El Añadío'. En ese 'examen' se están jugando, literalmente, la vida. Los escudriña para ver cuáles tienen más potencial de cara a una futura corrida y mantenerlos otro año y a cuales se les acaba el tiempo e irán, ya, al matadero. Depuración llama al proceso. «Lo que estamos haciendo prácticamente todos los ganaderos desde hace semanas es ir depurando, quitando lo que menos nos gusta y dejando lo que tenga más posibilidades de ser lidiado el año que viene. Es muy triste pero no podemos hacer otra cosa», lamenta la ganadera a la que este mundo le corre por las venas. Quinta generación de la ganadería está al frente de una infraestructura que atrae a cerca de 1.500 turistas al año para conocer de primera mano la cultura del toro bravo y contemplar a las reses bravas en plena dehesa.
El turismo aparece ahora como posible tabla de salvación, pero sólo en parte. La pandemia de la Covid-19 ha embestido con fuerza al mundo taurino y, de un modo especial, a los ganaderos. Toreros, subalternos, apoderados, mozos de espada... no van a ingresar nada o casi nada pero al menos a ellos no les va a costar. A los ganaderos sí.
En Jaén hay actualmente en torno a 60 ganaderías, aunque llegaron a ser casi 80. «Ya es tremendo no tener ingresos pero encima gastar... Todo el sector está mal pero nosotros somos los más perjudicados. La temporada la damos todos por perdida prácticamente. Están hablando de quizás alguna cosa al final de verano de festejos populares pero poco», explicaba Gualda recientemente.
La empresa responsable ya ha pedido al coso de Jaén suspender el canon por la más que probable supresión de la corrida de San Lucas
Este sábado se conocía la nueva orden del Ministerio de Sanidad recogida en el Boletín Oficial del Estado (BOE), que permite de nuevo los espectáculos taurinos, aunque con restricciones aún severas que para gran parte del sector imposibilitan en la práctica su rentabilidad y hace inviable su organización. Respecto a las plazas de toros al aire libre, la orden especifica que podrán reabrir en fase 2 con un aforo máximo de un tercio y no más de 400 personas. Este límite se amplía en la 3 (en la que entra hoy Jaén y toda Andalucía) hasta la mitad del aforo y 800 personas.
La pandemia ha llegado en el peor momento posible de la temporada, superado el siempre arduo invierno con cientos de cabezas que alimentar y sin ingresos. «No nos ha dado tiempo a sacar casi nada a nadie», confirma. Y no sólo es que el año se dé por perdido, es que en el próximo, habiendo 'superávit' de reses, es probable que se organicen pocos festejos con una economía muy tocada por la crisis.
¿Cuánto cuesta cada toro?
Sin ellos, no hay bolsillo que soporte la manutención de una ganadería brava. «Poner a un toro con cuatro años (edad en la que por ley ya puede ser toreado) cuesta como mínimo 3.500-4.000 euros. Mantenerlo un año más supone mucho dinero. Y las carnes se están pagando ahora a un precio ridículo, no llega al euro y medio el kilo. No te da ni para el pienso de un año. Pero por lo menos te lo quitas de comer, que por desgracia es lo que vamos ahora buscando la mayoría», apostilla la ganadera. No son animales vacunos que en menos de un año estén engordados en un cebadero y listos para ir al matadero. Necesitan del espectáculo para ser rentables.
«Es una pérdida tremenda. Y no sólo económica, también genética, porque van a ir al matadero ganaderías enteras. Además las pequeñas que tenemos ejemplares muy particulares y encastes únicos. Es una pena», subraya Gualda. La ganadería de Fuente Ymbro, de las más importantes del país, va a llevar la mitad de sus animales al matadero, 700 cabezas.
Sin un día «histórico»
La pandemia se ha llevado ya por delante multitud de festejos con gran raigambre en la provincia, como los populares 'toros ensogaos', Patrimonio Cultural Inmaterial, en Beas de Segura, una de las celebraciones que atrae más turistas a la comarca. El 4 de abril, cita histórica para los taurinos, la 'mítica' ganadería de Victorino Martín se iba a estrenar en el coso de la Alameda de la capital, en una corrida en beneficio de la Asociación Española contra el Cáncer (AECC), con Curro Díaz, Rubén Pinar y Lamelas.
El daño se traduce en pérdidas millonarias. La provincia es la andaluza que celebra más festejos taurinos y populares, sobrepasando los 200 de media en los últimos cursos (según acompañe la climatología). Es líder en este campo además de forma destacada, con el doble casi que Granada, la siguiente que más acoge.
Los toros llegaron a más de la mitad de los 97 municipios jienenses (en torno al 80% son espectáculos populares, es decir, suelta de reses y encierros frente a los que se celebran en cosos y plazas como corridas, novilladas y festivales, que rondan los cuarenta). Es fácil por tanto imaginar el impacto que tiene la situación actual.
Reclamo turístico de Jaén
Tal es el peso del mundo taurino que la Diputación abandera la iniciativa turística 'Jaén cultura del toro', destacando el número de ganaderías que «ha conformado un interesante mapa turístico que gira entorno al mundo del toro bravo: desde la cría a la explotación en las dehesas, los oficios, artesanías y costumbres asociadas, los cosos y museos taurinos y los propios festejos».
De cara al verano, en los meses de agosto y septiembre que es donde más se concentran los festejos, está todo parado. Pegalajar, Navas San Juan, Baeza, Sabiote, Linares, la de más renombre de la provincia, Andújar, Villanueva del Arzobispo, Villacarrillo, Cazorla o Úbeda. Todo en el aire. La escuela taurina de Jaén, con un trabajo destacado a su espalda, también está en suspenso.
En el campo y en la tele, sí
Alberto García, director general de Tauroemoción, confía a pesar de todo en que algo se pueda hacer esta temporada. «No soy partidario de los toros a puerta cerrada (se está hablando de corridas televisadas sin espectadores). Lo que da sentido a la muerte del animal es el público, que es además quien puede salvar la vida al animal. No es un deporte, sino un arte muy particular. Otra cosa son los festejos en el campo, por ejemplo, que creo que sí podrían darse», analiza.
En estos meses no se ha celebrado ningún festejo taurino en el mundo. La feria más importante es la de Madrid y se ha cancelado. Sevilla, Valencia, igual. En el sur de Francia ya se están prácticamente suspendidos todos los espectáculos.
«Todavía no podemos decir que no se vaya a celebrar nada, pero siendo realistas, hasta que no haya vacuna va a ser muy difícil. Es una celebración, sinónimo de fiesta. No me imagino que en una plaza de toros estén separados los espectadores con mascarilla dos metros o más. Habrá que ver la distancia social en la nueva normalidad», apunta Alberto García, director general de Tauroemoción, empresa que lleva entre otros los espectáculos taurinos celebrados en la plaza de Jaén. Tras no poder celebrar la corrida del 4 de abril ya han pedido la suspensión del canon de este año del coso de la Alameda ante la perspectiva de que probablemente no habrá corrida en la feria de San Lucas, en octubre.
«La fiesta ha aguantado momentos muy duros, incluso guerras y siempre ha salido»
Alberto García. Director general de tauroemoción
«Si existe la mínima posibilidad de celebrarla nos vamos a agarrar a ella», aclara. Llegado el caso buscarían la forma de retomar el acuerdo. De cualquier manera reconoce que está siendo duro porque «hay mucha inversión hecha en trabajadores, instalaciones, coches, oficinas alquiladas (que siguen pagando), etc».
«La fiesta siempre aguantó»
Entre las medidas que pide el sector en general para poder seguir a flote y los ganaderos en particular, además de ayudas como actividad cultural, está «el abaratamiento de los festejos y que se puedan dar casi sin costes administrativos», recalca Gualda. También solicitan «que no se repitan siempre los mismos carteles para que el pequeño pastel que haya se reparta lo máximo posible», defiende la ganadera, dispuesta a aguantar el chaparrón.
Como García, que manda «un mensaje de aliento» al sector:«La fiesta ha aguantado momentos muy duros, incluso guerras, y ha salido. Siempre ha salido. De esta vamos a salir».
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