Los migrantes taponan la sangría poblacional en Jaén

Esto quiere decir que en dicho año hubo 846 personas más que trasladaron su residencia a Jaén respecto a las que tuvieron que marcharse de la provincia, según los datos publicados por el Instituto de Estadística y Cartografía de Andalucía (IECA) . Una cifra que puede parecer no muy alta frente a los más de 618.000 habitantes censados en el territorio, pero que destaca por romper una tendencia negativa de más de una década.

Saldo positivo

Sea un oasis en el desierto o el inicio de un cambio de rumbo, solo el tiempo lo dirá, pero lo cierto es que desde el año 2011 nunca el saldo había sido positivo, y en ese año tan solo se registró un aumento de 313, menos de la mitad que en 2023. Han sido más de diez años oscuros, con el 2012 y 2013 como peores años, cuando se fueron casi 10.000 personas (-5.120 y -4.809 respectivamente) de las que vinieron.

De hecho, el dato es tan positivo que hay que remontarse a 2007, época anterior a la crisis financiera, para encontrar un dato más positivo, en concreto de +3.394 . Además, es un caso contrario a la tendencia autonómica, pues en todas las provincias cayó el saldo migratorio (aunque se mantuvo positivo) mientras que Andalucía registró un crecimiento de 61.014 en el saldo migratorio, cuando en 2022 había sido de 88.975.

Un dato que ha permitido paliar, que no frenar, la sangría poblacional que acucia a la provincia de Jaén, que en 2023 perdió a 1.582 personas. Es cierto que esta disminución es menor de la mitad que en 2022, cuando se registró una pérdida de 3.554, motivada en parte por la migración, pues en ese año tuvo un saldo negativo de -495.

Cabe destacar que la migración es vital, tanto para mantener la población como para rejuvenecer a la ciudadanía. Grave problema, pues la edad media de los jienenses se sitúa en 44,8 años, la más alta de toda Andalucía y por encima de la media de España (44,4).

El crecimiento natural, entendido como la diferencia entre el número de fallecidos y de nacimientos, es por el contrario negativo, con -2.428. Dato ligeramente inferior al de 2022, cuando se registró un -3.059, el peor dato desde que se tienen registros (1975), aunque la cifra se mantiene similar a la de 2021 y 2020.

Con respecto al reparto de la pérdida poblacional, la disminución de población se da aún en la mayoría de los 97 municipios. En concreto, 72 tienen menos habitantes que en 2023, tanto cabeceras de comarca como medianas y pequeñas localidades. Entre las primeras, figuran Andújar (pasando de 35.788 en 2023 a 35.619 en 2024), Úbeda (de 33.810 a 33.674) y Alcalá la Real (de 21.587 a 21.581).

Por el contrario, otra veintena que ve crecer su padrón, incluida la capital jienense, con 186 vecinos más desde los 111.888 de 2023 a los 112.074 de este año. La segunda ciudad de la provincia, Linares, también sube hasta los 55.261 habitantes desde los 55.096. Lo hace, asimismo, Martos al pasar de 24.363 a 24.452.

Por último, cabe señalar a los cuatro municipios jienenses que en esta revisión del padrón mantienen la población que tenían a uno de enero de 2023: Lupión (806), Santa Elena (866), Santiago de la Espada (657) y Los Villares (6.079).