Sara Aagesen Muñoz

Transición ecológica

«Jaén tendrá un papel central en la nueva planificación eléctrica con horizonte 2030»

–El Consejo de Ministros aprobó el pasado diciembre el Plan Urgente de infraestructuras de abastecimiento en la provincia de Jaén, dotado con 175 millones de euros, dentro de un paquete más amplio, de 752 millones. ¿Ese compromiso inversor marca la apuesta por estas infraestructuras del Ministerio?

–Sí. Es una clara apuesta por un conjunto de actuaciones para el abastecimiento en Jaén. En el Consejo de Ministros hemos aprobado un plan urgente de infraestructuras que incorpora 175 millones de euros. Una parte liderada por ACUAES que se facilitará con un convenio posterior con Diputación de 120 millones de euros, otras, de alrededor de 49 millones, las ejecutará la Dirección General del Agua del Ministerio y otras las llevará a cabo la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, que invertirá algo más de 5 millones de euros.

Las actuaciones que se incorporan en este convenio marco son vitales para la calidad del abastecimiento del agua en la provincia y se unen a los 25.8 millones de euros ejecutados ya por la DG Agua y la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir para abastecimiento, saneamiento y depuración centrado en pequeños municipios, o por ejemplo a los 6,4 millones aprobados en el PERTE de digitalización del ciclo del agua, tanto urbano como de regadíos.

El compromiso del Ministerio con la provincia de Jaén en esta y otras materias es absoluto.

–¿Ese compromiso va más allá de momentos coyunturales, como los episodios de lluvia de las últimas semanas?

–Desde el Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico pensamos en el medio y en el largo plazo. Los episodios de lluvia como los que hemos tenido alivian situaciones que eran complejas para los sistemas productivos y para los habitantes de muchos territorios, pero lo cierto es que los escenarios climáticos respecto al agua en España apuntan a una escasez cada vez mayor. Debido al impacto del cambio climático, particularmente en climas como el mediterráneo, viviremos episodios de sequía más prolongados y también episodios más frecuentes de lluvias torrenciales.

¿Qué necesitamos? Entender que el mismo día tras las lluvias, hoy mismo, nuestro trabajo sigue siendo trabajar en hacer más eficientes los usos, mejorar la salud de las masas de agua incluyendo los acuíferos, reducir la contaminación e identificar las necesidades y disponibilidad de agua para los distintos sectores.

Los escenarios climáticos al 2050 anticipan una reducción de disponibilidad de agua de entre 14 y el 40 por ciento, según los territorios y con especial incidencia en las cuencas del Sur y del Este. Por eso tenemos que hacer una gestión adecuada: según los principios de precaución, sostenibilidad y solidaridad.

Por eso las inversiones del Ministerio están basadas en una visión en el medio y largo plazo y no se modifican por episodios como el actual.

–Para acometer este plan en Jaén va a firmar un convenio con la Diputación Provincial, ¿es habitual la colaboración entre administraciones para su desarrollo? ¿Cómo valora la implicación de la Diputación jienense?

–La implicación es enorme. Para el Ministerio es más fácil avanzar cuando se encuentran administraciones locales que tienen bien identificadas las prioridades y las necesidades. Ya cuando era secretaria de Estado de Energía la relación con la Diputación siempre fue magnífica. Lo mismo ocurre ahora con en materia de agua, fundamental para la provincia, o en lo referente al reto demográfico. En este último capítulo, permítame mencionar el Centro de Innovación Territorial ubicado en Beas de Segura. Un centro impulsado en el marco de un convenio firmado con el Ministerio y destinado a potenciar proyectos que apuestan por el desarrollo rural. Ya hemos visto iniciativas de éxito como la Escuela de Pastores o el Camino Natural de la Trashumancia.

Desde luego, los jienenses pueden estar orgullosos del trabajo que se saca adelante desde Diputación.

–La Diputación de Jaén lleva años trabajando en el documento que recoge las actuaciones prioritarias en infraestructuras de abastecimiento en distintas comarcas de la provincia. ¿Finalmente qué actuaciones se han recogido en el convenio?

–Todas las prioritarias como la conexión del embalse del Tranco con la Estación de Tratamiento de Agua Potable (ETAP) de las Copas, y la ampliación de esta ETAP, la renovación de las redes en alta del sistema de La Loma, la construcción de una nueva ETAP junto al embalse de La Fernandina para el sistema del Rumblar, Vilches y La Carolina, la nueva conducción para conectar los sistemas de La Loma y Mágina, la interconexión del sistema de abastecimiento de agua de la Sierra de Segura.

Y. además, la mejora del abastecimiento a Alcaudete, obras urgentes en núcleos no conectados a sistemas generales en Huelma, Campillo de Arenas, Alcaudete, Arroyo del Ojanco y Pozo Alcón y las conexiones al sistema Quiebrajano del abastecimiento de La Guardia.

Una apuesta clarísima por la mejora del abastecimiento y su calidad.

–Jaén es una provincia marcada por el olivar, un cultivo aliado con el medio ambiente al ser capaz de absorber CO2 y, por tanto, capaz de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, ¿desde su Ministerio que líneas de actuaciones o acciones concretas se desarrollan en este sentido?

–Somos conscientes de la difícil situación del sector olivarero español y de su papel crucial en la mitigación y la adaptación al cambio climático y también para la conservación del paisaje o la producción de alimentos clave de la dieta mediterránea.

El Plan Nacional Integrado de Energía y Clima y el Plan Estratégico de la Política Agrícola Común incluyen medidas específicas para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Estas acciones abarcan desde la mejora en la gestión de nutrientes, el uso de restos de poda como biomasa y el mantenimiento de cubiertas vegetales, hasta incentivos financieros para prácticas de agricultura sostenible y eficiencia energética.

Por otro lado, el Plan Nacional de Adaptación al Cambio Climático contempla iniciativas como la elaboración de estudios sobre demandas hídricas, evaluación de riesgos climáticos y fortalecimiento de la resiliencia del sector agrario (incluyendo el olivar) frente a plagas y erosión del suelo. Estas políticas buscan no solo abordar los retos climáticos, sino también garantizar un desarrollo rural activo, competitivo y sostenible.

Justamente sobre su pregunta, en la búsqueda de nuevos incentivos para el sector y, en particular en el marco del Registro de huella de carbono se está trabajando en la metodología que permita incluir al olivar como sumidero de CO2 en los proyectos de compensación de emisiones.

–Otro elemento es el aprovechamiento de la biomasa residual resultante de la fabricación de aceite de oliva, ¿qué opinión tiene de las iniciativas ya impulsadas y si considera que queda mucho por avanzar en este sentido?

–Por supuesto que hay margen. El residuo del olivar es una biomasa que puede tener su papel en la descarbonización, porque es una fuente renovable y porque además significa una mejora de las rentas de los olivareros. En regiones como Jaén, con mucho olivar en cooperativas, el impacto social de estas actuaciones es más beneficioso. Justamente estamos apoyando un proyecto en Martos que me parece especialmente relevante.

Se trata de un proyecto de economía circular que pretende utilizar como insumo el alperujo que se produce en la producción de aceite de oliva en la zona. A partir del alperujo, se generaría hidrógeno renovable y otros subproductos: metanol, biometano, dióxido de carbono biogénico, compost y agua reutilizable para el riego. Ha recibido 5.5 millones de euros de las ayudas de Ministerio del PERTE de Energías Renovables, Hidrógeno Renovable y Almacenamiento.

–Al hilo de la anterior pregunta, la Junta de Andalucía ha impulsado este año una Alianza Andaluza por el Biogás, precisamente con Jaén como referente. El propósito es elaborar una hoja de ruta y establecer formación y aspectos regulatorios. ¿Qué opinión le merece? Su Ministerio y la Junta dieron un ejemplo de colaboración con Doñana, ¿en este tipo de actuaciones debería darse esa misma colaboración?

–En 2022 en el Gobierno aprobamos una hoja de ruta del biogás y me parece una buena noticia que la Junta trabaje en una propuesta en la misma línea porque el biogás tiene un papel destacado en la transición ecológica, produciendo energía renovable. Necesitamos un impulso ágil con garantías sociales y ambientales. Desde el Ministerio podemos ofrecer buenas prácticas y por supuesto mantener un diálogo abierto con las comunidades que nos acerquen a un buen progreso. La colaboración será siempre nuestro leit motiv.

Respecto a la analogía con Doñana, en Doñana nos encontramos una situación gravísima que además podría haberse visto empeorada si no se emprendían actuaciones urgentes, conduciéndonos a un punto de no retorno.

El Ministerio siempre estará dispuesto a ayudar y a trabajar con lealtad institucional y pondrá la sostenibilidad y la gente en el centro.

–Finalmente no sé si puede adelantar alguna iniciativa o proyecto que vayan a impulsar desde su Ministerio.

–Pues hoy (lunes) voy a trasladar un anuncio importante para la provincia de Jaén relativo al desarrollo de la transición energética y a las nuevas inversiones para ampliar y reforzar la red eléctrica.

En la nueva planificación eléctrica con horizonte 2030, Jaén tendrá un papel central. Esta incluirá el mallado desde Baza hasta Manzanares. Hablamos de una nueva subestación y una nueva línea eléctrica además del refuerzo de infraestructuras ya existentes. Para este Ministerio la vertebración territorial es una prioridad y ese ha sido uno de los elementos que han guiado esta nueva planificación. La mejora del acceso a la red eléctrica traerá nuevas oportunidades de crecimiento económico y empleo a Jaén. Así que es un día de buenas noticias para la provincia en dos vectores fundamentales de la transición ecológica: agua y energía.