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Expedición marroquí que trabaja en su propia Expoliva ayer interviniendo en el coloquio.
«Jaén tiene que evolucionar, el mercado nacional del aceite de oliva está muerto»

«Jaén tiene que evolucionar, el mercado nacional del aceite de oliva está muerto»

Representantes punteros del sector participan en un 'cónclave' para transformar el modelo en la provincia y asegurar el futuro del olivar jienense

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Miércoles, 12 de diciembre 2018, 00:55

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Gran parte del olivar jienense está en peligro si no se moderniza. Es la conclusión a la que ayer llegó un coloquio empresarial en la Institución Ferial de Jaén con una treintena de representantes de los diferentes ámbitos del sector, punteros en sus campos, y medios de comunicación, un 'cónclave' para analizar el presente y sobre todo el futuro del olivar y tratar de hacerlo llegar a las casi cien mil familias que de forma principal o secundaria viven del olivar. En Jaén, supone entre el 12 y 13 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB). Todo con el horizonte de Expoliva en 2019, «que ha pasado de ser una feria agrícola a una industrial», coincidieron.

«No hay almazara que no cuide la calidad del aceite. Sin embargo, el campo se ha quedado atrás», señaló Brígido Chambra, inversor y asesor agrícola de Chambrá Agraria.

Durante el debate se destacó que «el olivar puntero está fuera de Jaén y, curiosamente, también de España». «El olivo dura siglos y está muy arraigado aquí el romanticismo. Al agricultor decirle que arranque un olivo parece un sacrilegio. El término superintensivo ha hecho mucho daño. Un superintensivo necesita menos agua y abono porque tiene menos volumen de copa», añadió.

«El olivar puntero hoy está fuera de Jaén e incluso fuera de España»

Una decisión que no se debe postergar en el tiempo, señalan los expertos. «El precio permite rentabilizar el aceite produciendo por encima de 2 o 2,20 euros. Pero habrá momentos en que el mercado no lo acepte. El del aceite de oliva es el único producto agrícola donde el consumidor paga casi lo que le cuesta al agricultor», subrayó.

«El mercado nacional está muerto. Estamos compitiendo bajando el precio», lamentó Manuel Parras, presidente del Consejo Económico y Social de la Provincia de Jaén y moderador del coloquio. Por un euro más, se puso como ejemplo, en el precio del litro hace que una familia que consume 50 al año pueda dejar de consumirlo en nuestro país. «Por 50 euros al año pueden declinar la balanza para que no se compre», lamentaron sobre «el único zumo que no se estropea». En cuanto a Jaén, la comercialización y el valor añadido volvió a estar sobre la mesa. Como ejemplo, Emilio Vallejo, con 25 empleados durante todo el año. Una cooperativa con su mismo volumen sin envasar genera dos o tres, a lo sumo. La diferencia de envasar a no envasar. Un valor añadido que deja escapar Jaén. Apenas un litro de cada diez que salen de Jaén lo hacen envasados, cifra similar a la de hace dos décadas pese a los esfuerzos.

«A Jaén quizás le conviene una PAC diferente de la que necesita» «Expoliva ha pasado de ser una feria agraria a una industrial»

La reconversión del olivar requiere, sobre todo, de un cambio de mentalidad. Al igual que se han logrado 300.000 hectáreas de regadío hace falta transformar el olivar jienense, en los casos que sea posible, en uno de mayor eficiencia productiva para ser competitivos «de aquí a diez años».

La subvención que hace falta

Las ayudas de la nueva PAC (Política Agraria Común), que se deslizó llegará más tarde de 2021 por el Brexit y las elecciones europeas, se presentan como una necesidad pero también como una oportunidad. «Actualmente tenemos unos 385 millones de euros para la provincia en total», con la intención de que no se pierda. Su forma de repartirse, en cambio, sí se puso en tela de juicio, apostando por una PAC que priorice la modernización del olivar para hacerlo competitivo en un contexto nacional e internacional en el que cada vez hay más países productores (63 ya) y solo en los últimos seis años se han plantado un millón de hectáreas de alta eficiencia productiva, lo que augura «un escenario competitivo turbulento». «No solo se debe reivindicar un cheque, sino para qué el cheque». Porugal podría dar por ello a medio plazo el 'sorpasso' como productor a Italia. Un olivar que debido a la mecanización reduce la mano de obra no cualificada, pero aumenta la que sí lo está, incrementando por ejemplo la poda.

Renovarse o morir

¿Por qué no se da el paso entonces? «Todo sector subsidiado se vuelve involucionista», se apuntó como uno de los motivos, añadiendo que lo primero «para que un enfermo se cure es darse cuenta de que está enfermo». Así pues, lo principal, casi por unanimidad, fue coincidir en la necesidad de un cambio de chip. Que el agricultor «deje de ser solo agricultor y sea empresario», sin soslayar la realidad provincial del gran número de jienenses con otra profesión que tienen en sus olivos «un complemento a su renta», lo que hace más difícil que acometa la inversión. «Dará el paso el que le duela», se subrayó.

También se puso el acento en la falta del uso de la tecnología, «la tenemos pero no la usamos», desde el riego a otras. En California está más avanzado pese a tener 10.000 hectáreas únicamente, señalaron. «Las nuevas generaciones tienen que salir fuera y ver lo que se está haciendo en el mundo», expusieron como una de las claves. Otra, estímulos desde la administración, con la PAC como gran herramienta para dar 'ese empujón' hacia la transformación, dejando atrás una visión cortoplacista.

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