Jaén se echa a la calle para acompañar al Corpus

Calor y fe. Esta ha sido la mezcla que han sentido las decenas de jienenses que se han echado a las calles de la capital para acompañar al Corpus en procesión. Tras la homilía del obispo, Sebastían Chico, en la Catedral, el cortejo se ha preparado para recorrer el centro de la ciudad.

Los primeros en salir han sido la Banda de Cornetas y Tambores del Santísimo Cristo de la Expiración, que abría el cortejo. Tras ellos, un amplio grupo de representantes de las cofradías y hermandades de Pasión y Gloria de la ciudad, mientras los abanicos empezaban a moverse con fuerza. Eso sí, las miradas del públicos iban dirigidas al grupo de niños y niñas que, ataviados con sus trajes de comunión, son los grandes protagonistas de la jornada junto a la Custodia, a cuya salida le han acompañado un cortejo de religiosos (todos hombres) mientras sonaban con fuerza las campanas de la Catedral.

Allí, un grupo de niños y niñas le han ofrecido flores al obispo, que las ha situado junto a la Custodia. La procesión la cerraba una representación de la Universidad de Jaén, junto a las autoridades civiles con presencia del alcalde, Julio Millán, y la Banda Municipal de Jaén.

Uno de los momentos más especiales ha sido cuando el cortejo dejaba atrás la Catedral y lo esperaba un coro que ha interpretado varias canciones mientras pasaba la custodio y un religioso, micrófono en mano, se unía al cántico animando a los files que esperaban a un lado y otro de la calle.

En su recorrido también ha habido parada en varios de los altares que se reparten por la ciudad, este año sin sal, como el de la puerta de la Catedral o el de San Ildefonso, donde se ha vivido otro de los grandes momentos de la jornada. Allí se han unido un nutrido grupo de menores también con sus trajes y las campanas han repicado con fuerza cuando la custodia se acercaba al altar mientras los jienenses inmortalizaban el momento con sus móviles.

La procesión ha seguido por Bernabé Soriano, la calle Campanas y de vuelta a la Catedral, donde se daba por finalizado este caluroso e intenso día del Corpus.

La eucaristía ha estado presidida por el obispo y concelebrada por el Vicario General, los miembros del Cabildo Catedral y una veintena de sacerdotes de la ciudad. La Escolanía de la S.I. Catedral ha sido la encargada de poner los acordes y las voces blancas a la celebración eucarística.

Las lecturas han estado participadas por una representante de la Cofradía de la Buena Muerte, dos seminaristas y del Director de Cáritas Diocesana. El Evangelio ha sido proclamado por el diácono permanente Manuel Rico.

Las ofrendas han sido llevadas hasta el altar por el Presidente de la Agrupación de Cofradías de la ciudad, la Hermana Mayor del Cristo de la Buena Muerte y una niña de Primera Comunión.

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