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José Ignacio Martínez, junto al busto de Hipócrates en la entrada de la Facultad de Medicina. ALFREDO AGUILAR
«Lo más importante es disfrutar»

«Lo más importante es disfrutar»

José Ignacio Martínez | Médico residente ·

Aunque reconoce que la carrera ha sido dura, dice que ha tenido tiempo de pasarlo bien en estos años y que nunca se propuso ser el mejor

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Jueves, 1 de enero 1970

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José Ignacio Martínez, natural de Jaén, fue ayer reconocido por la Facultad de Medicina de la Universidad de Granada con el premio extraordinario fin de carrera del curso 2016-2017 y por el mejor MIR de 2017.

-¿Cómo se siente?

-Muy contento por el reconocimiento a estos años de esfuerzo, al trabajo que he realizado durante la carrera, después con el MIR, y agradeciendo a mi familia y a la facultad por acompañarme durante todo el camino y ayudarme a conseguir estos logros.

«No me propongo metas a largo plazo, sino tratar de dar lo mejor de mí mismo cada día»

-¿Qué le dicen sus padres?

-Están muy felices, ya no solamente por estos reconocimientos, sino también por todo el camino andado, todo el trabajo y el esfuerzo, porque ellos también han sufrido muchas veces, e incluso parece que ellos están más contentos que yo en muchas ocasiones.

-¿Se imaginó llegar aquí cuándo empezó a estudiar la carrera?

-No. Creo que eso es complicado de imaginar. Uno siempre trabaja y da el máximo, intenta hacer las cosas con ilusión, aprender lo máximo para ayudar a los pacientes y la verdad es que es algo que una nunca se imagina, pero me hace muy feliz.

-¿Cómo se consigue ser el mejor?

-Creo que no hay ninguna fórmula secreta. Simplemente es esfuerzo, constancia y trabajo diario. El hacer las cosas con ilusión, con devoción y al final dan sus frutos. Poniendo ilusión y trabajo se puede llegar a conseguir cualquier cosa.

-Algunos pensarán que no ha tenido tiempo de divertirse durante la carrera.

-Lo cierto es que los años de la carrera los he disfrutado mucho. Es verdad que Medicina es dura, requiere mucho sacrificio y trabajo, pero aficiones como la lectura, la escritura o hacer deporte las he seguido teniendo, y he mantenido una vida aparte de la universidad. Además en estos años he conocido a mucha gente dentro y fuera de la universidad y en el colegio mayor, donde he hecho muy buenos amigos.

-¿Hubo un momento en el que se propuso ser el mejor?

-No, nunca me he marcado objetivos. Soy de trabajar día a día, dar lo máximo de mí, hacer las cosas con ilusión y al final los frutos surgen de eso. Pero no me propongo metas a largo plazo, sino tratar de dar lo mejor de mí mismo cada día.

-¿Qué especialidad ha escogido y por qué?

-Endocrinología y Nutrición en Málaga, porque siempre me ha llamado la atención este campo, me gusta mucho su razonamiento fisiológico, también el estar en contacto con enfermedades muy prevalentes como la diabetes o la obesidad, que son problemas de salud pública, enfermedades donde la prevención es muy importante.

-¿Qué cree que le falta a la profesión médica?

-Sin duda, más tiempo para dedicar a los pacientes, hay una sobrecarga asistencial que no nos permite dar toda la atención que merecen las personas. Quizá esta es la parte más complicada del ejercicio, pero la profesión médica me encanta, estoy muy contento, tener personas con las que hablar, que tratar... creo que las ventajas superan ampliamente y con creces a los pequeños inconvenientes que puede tener la profesión.

-¿Ha tenido que enfrentarse a alguna situación crítica?

-Siempre hay casos dramáticos en las urgencias, donde hay que comunicar malas noticias, con pacientes que están muy graves, personas que no tienen a nadie y que acuden al hospital buscando a alguien que los escuche, sólo para poder hablar. Y es cierto que vives situaciones que no te enseñan en la facultad, pero ahora mismo estamos tratando de aprender a manejarnos en esos momentos.

-¿Qué consejos le daría a un estudiante de primero de Medicina?

-Lo más importante es disfrutar. Quien entra en Medicina tiene que tener vocación, aunque es una carrera muy dura, hay que ilusionarse con lo que uno hace, ya no pensando en el futuro y en ejercer la profesión sino disfrutar de la carrera, vivir las cosas con ilusión, ser parte también de la vida universitaria, y hacer las cosas ilusionado y trabajando duro.

-¿Se ve en la docencia en el futuro?

-Siempre me ha gustado. Creo que un médico integral tiene que abordar la parte clínica, pero también la parte investigadora y docente, y a siempre es algo que me ha gustado mucho y es cierto que lo tengo en mente.

-¿Cómo definiría su paso por la Universidad de Granada?

-Ha sido una experiencia muy enriquecedora, gracias a todas las personas que he conocido, al profesorado, a los compañeros, la vida universitaria, todo el ambiente cultural de la ciudad, me ha ayudado a madurar y a crecer como persona.

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