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«Gracias por ser nuestros ángeles de la guardia»

Emotiva celebración del XXV aniversario de la Subdelegación de Defensa en Jaén en un acto lleno de detalles muy jienenses

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Jueves, 9 de mayo 2019, 20:08

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La Subdelegación de Defensa en Jaén celebró su XXV aniversario en un acto planteado para dar las gracias a la sociedad jienense por el apoyo a la institución. Sin embargo, la joven estudiante Fátima López del Moral, ganadora del concurso literario 'Carta a una soldado española', le dio la vuelta al planteamiento. «Gracias por ser nuestros ángeles de la guardia», leyó en su trabajo, una elegía a la labor de las fuerzas armadas españolas en las misiones de paz. En ese tono emotivo y con gusto por detalles muy jienenses transcurrió el acto celebrado en una sala del Teatro Infanta Leonor repleta de público.

Se celebraba el aniversario de la creación de la Subdelegación de Defensa, que supuso, junto con la desaparición del Gobierno Militar, «un paso más en la diferenciación entre los aspectos operativos y logísticos, propios de las Fuerzas Armadas y los administrativos y de gestión, asumidos por la Subdelegación de Defensa, simplificando y agilizando los servicios y la respuesta al ciudadano», según explicó el subdelegado coronel Manuel Ignacio Martín Porres. El acto fue presidido por el delegado de Defensa en Andalucía, el general Carlos Angel Echevarría Pérez, y contó con la participación de representantes de instituciones y colectivos sociales jienenses.

Capitán Arredondo

Se entregaron los premios 'Capitán Arredondo', en recuerdo«el militar jienense más laureado e importante del siglo XX», explicó Martín Porres. Homenaje a un baezano héroe de la guerra de Marruecos, caballero legionario herido diez veces en batalla y muerto en combate en un desfiladero africano el 19 de noviembre de 1924 cuando protegía la retirada de todo un ejército.

Esos primeros premios 'Capitán Arredondo' fueron para el pueblo de Bailén, «el mejor ejemplo de la alianza entre el pueblo y su ejército», y a título individual y póstumo para Vicente Oya Rodríguez, cronista ofical de la provincia y columnista de IDEAL, que tanto escribió sobre el espíritu de Defensa que intenta difundir la Subdelegación.

También fueron distinguidos el que fue comisario de Policía en Jaén, Jesús Herranz, al teniente coronel de la Guardia Civil Francisco José Lozano, el representante de la Asociación de Amigos de las Fuerzas Armadas Miguel Ángel Alonso Roa, el cabo Jacobo Almonacid, (condecorado por actos de guerra y en el que se quiso personalizar a los 3.000 militares españoles desplegados por el mundo en misiones de paz).

Además, se entregaron distinciones al Ayuntamiento de Jaén, al Ayuntamiento de Mengíbar, a la delegación Territorial de Educación, por su especial vinculación y apoyo a la Subdelegación, y a Juan Serrano Molina, antiguo trabajador de la institución al que se le reconoce una vida de trabajo y esfuerzo. Y se reconoció el trabajo de los reservistas, clave para la Subdelegación.

Hubo varios momentos de especial intensidad emotiva en la ceremonia. Uno fue sin duda el recuerdo al soldado Pedro Ozáez Leiva, «cambilense ejemplar y orgullo para su familia, sus paisanos y todos los españoles de bien», según explicó ayer el coronel Martín Porres. Se le hace justicia a este hombre, cuyo buen nombre estuvo incluso bajo sospecha por una rocambolesca historia: a finales del siglo XIX fue reclutado para la guerra de Cuba. Nunca volvió a casa. Pero en Cuba no quedaron registros suyos, ni otros mozos de su quinta movilizados lo habían visto en la isla. Cundió la habladuría incluso de que había desertado. Ahora, muchos años después, su familia ha descubierto que en realidad nunca fue a Cuba, sino que fue enviada a una unidad en Filipinas, donde durante un año sirvió con honor hasta que contrajo una enfermedad y murió en el hospital de Manila. Ayer sus familias recibieron una réplica de la bandera bajo la que entregó su vida y el homenaje de toda la sociedad jienense. La familia castrense también homenajeará al sondado Felipe Castillo Castillo, héroe de Baler, uno de los últimos de Filipinas y natural de la provincia de Jaén.

Y por supuesto también emocionó a los presentes la carta que la joven Fátima López del Moral escribió para todas las mujeres que sirven a España de uniforme en misiones de paz. «Gracias por ser nuestros ángeles de la guardia», insistió.

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