Carmen Crespo | Portavoz de Agricultura del PP en el Parlamento Europeo
«El Gobierno debe rechazar el marco financiero con recortes a la PAC»Agricultura ·
La eurodiputada y nueva coordinadora de Política Rural del PP defiende la importancia del sector agrarioJesús Jiménez
Jaén
Domingo, 28 de septiembre 2025
La eurodiputada y portavoz de Agricultura del Partido Popular en el Parlamento Europeo, Carmen Crespo, fue la ponente encargada de defender el informe político sobre ... el futuro de la agricultura y la PAC posterior a 2027, que salió aprobado con una mayoría de 393 votos a favor, 145 en contra y 123 abstenciones. Dicho documento muestra, ente otras cuestiones, el rechazo al recorte del 20% planteado por la Comisión Europea, al igual que a renacionalizar los fondos.
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—¿Qué significa la aprobación del informe para el agricultor o ganadero?
—Supone mostrar la intención de los parlamentarios de hacer una Política Agraria Común (PAC) diferente a la presentada por la Comisión Europea. Dentro del marco financiero plurianual su propuesta garantiza las ayudas directas, pero no estamos de acuerdo con los recortes del 20%, ni tampoco con renacionalizar los fondos y darle a España 88.000 millones de euros para que haga lo que considere oportuno; si es común es porque hay programas que deben llegar a todos los territorios.
—¿Cuál es el siguiente paso?
—El marco financiero se negocia entre la Comisión y los Estados miembros, y el Gobierno de España tiene que votar si está de acuerdo o no. Con este único voto se puede bloquear la propuesta y obligar a la Comisión a redactar otra, por lo que pedimos al Gobierno que anuncie que en caso de no cambiar la propuesta nuestro país la rechazaría, como están pidiendo todos los agricultores, partidos y asociaciones agrarias.
—Todos han mostrado su desacuerdo en público pero, ¿habrá unidad en España para rechazar la propuesta de la PAC?
—La veo por todas partes, nadie está de acuerdo. El problema es que ahora le toca al Estado mover ficha, no porque lo diga yo, así es la norma. El Estado debe amenazar a la Comisión Europea con el bloqueo. Somos un país agrario, a lo mejor al norte no le interesa, pero nuestro deber es evitar una PAC que perjudique a los agricultores y ganaderos.
—¿Cómo valora el papel del ministro de Agricultura, Luis Planas, en esta cuestión?
—Ha dicho públicamente que no está de acuerdo, pero lo más probable es que negocie Carlos Cuerpo, ministro de Economía, y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, tendrá la última palabra. Tenemos dos años, pero hay que anunciar el bloqueo, y como eso aún no ha ocurrido, todavía no me fío de que cumplan con los agricultores y ganaderos y muchas de sus palabras se queden en el aire.
—¿Vería aceptable una PAC con un recorte menor al 20% que se ha propuesto?
—La realidad es que el recorte es el mismo porcentaje que los intereses de los fondos Next Generation, por lo que agricultores y ganaderos van a pagar las consecuencias de unos fondos que no se están ejecutando en agua, agricultura, biogás o purines. Ahora se lanza el mensaje de que Europa no sirve, pero no hay PAC sin Europa. Lo que tenemos que exigir es que exista con nuestras reglas, donde se defienda la soberanía alimentaria.
—En Jaén hay polémica entre los vecinos de varios municipios por proyectos de plantas de biometano cercanas a las núcleos residenciales. ¿Que opinión le merecen estos proyectos?
—Soy una defensora de la economía circular. Es el futuro contra el cambio climático, pues consigue que el residuo sea un ingreso para el sector. Los créditos de carbono y este tipo de plantas son fundamentales, pero se deben desarrollar sin perjuicio para los vecinos; hay que hacerlo bien y más cuando estamos deseando que la gente se vaya allí para evitar la despoblación rural.
—Algunas organizaciones agrarias han denunciado que el aceite de oliva se ha vendido en origen por debajo de los costes de producción. ¿Por qué ocurre esto y qué puede hacer Europa?
—No es tan simple. El mercado, la producción, el aforo, todo influye, pero es vital que los agricultores reciban un precio justo por su trabajo y producto. Para ello es necesario trabajar con los mecanismos de mercado, el aceite se puede almacenar, pero para ello es vital actualizar los precios de referencia. Y luego luchar por nuestro producto, si Francia está tirando para que el vino se quede fuera de los aranceles, España debe hacer lo mismo con el aceite de oliva.
—Esto se une al descontento respecto a los productos importados. ¿Compiten en desigualdad de condiciones con alimentos que vienen de fuera?
—Para empezar la legislación europea se debe simplificar aunque sin llegar a desregularizar. No podemos tener una burocracia que asfixie al sector. Les exigimos demasiados requisitos y les hemos puesto las cosas muy difíciles a agricultores y ganaderos. Después es evidente que Europa no se puede aislar, pero en los acuerdos comerciales deben incluirse ciertas medidas, como las cláusulas de salvaguarda, que permite que si se distorsiona el mercado se pueda dejar de importar.
—¿Alguna forma de proteger el producto europeo frente al de fuera?
—La mejor manera es un etiquetado europeo que sea legible y permita identificar nuestros productos de calidad. Después es apostar por el control en los puntos de inspección fronterizos de productos que vienen de terceros países. Eso cada estado miembro necesita tenerlo, y si no abogaría por la creación de una oficina de control de importaciones, que coordine a todos los países en los puertos para que sepamos si hay disfunción y qué esta entrando a nuestro mercado.
—Jaén es un territorio muy afectado por el cambio climático y la desertificación. ¿Cómo se afronta el futuro con esta perspectiva?
—La situación es complicada porque no tenemos herramientas. Primero hay que parar la sangría de eliminar fitosanitarios que no sean lesivos para la salud. Este país también necesita un Plan Nacional del Agua; es terrible las infraestructuras hidráulicas que disponemos, sin aguas regeneradas; mejorar el regadío, aumentar la capacidad de detectar fugas y embalsar más agua. España necesita el agua no solo para el consumo humano, también para producir alimentos.
—El claro ejemplo del cambio climático son los incendios.
—Así es. Yo propongo lo mismo que ya hemos hecho en Santiago Pontones, que es permitir que la ganadería extensiva entre dentro del monte público y elimine la gasolina del fuego con el pastoreo. Tenemos que meter al silvicultor, a la caza y ganadería sostenible en el campo; en definitiva volver atrás, porque si no se desploma la población en zonas rurales.
—¿Los jóvenes no quieren o no pueden dedicarse al campo?
—Les da miedo. Hablamos todos los días de las circunstancias pésimas de la rentabilidad, cuando esto es un sector económico. Tenemos que vencer este miedo, con ayudas, claro, pero éstas se terminan. Debe eliminarse la burocracia para pasar un explotación de padres a hijos, como si fuese un negocio nuevo. También hay que buscar normas imaginativas para la transferencia de tierras, que no sea solo comprar o heredar; y todo ello poniendo el sector en valor.
—¿Se ha vendido la idea de que trabajar en el campo denigra?
—Más que eso es que ha habido mucho ataque a la agricultura y la ganadería. ¿Cuántos mensajes no hemos visto en contra de los productos cárnicos? Se ha querido hacer ver que no estaba de moda. Hay que tener claro que la agricultura no es un jardín: puede ayudar a reducir emisiones, pero debe generar beneficios porque es un sector económico.
—Hablando de carne, en Jaén sufrimos la plaga de la lengua azul. ¿Falta investigación o es problema de comunicación con los agricultores?
—Sabemos que las enfermedades animales van a proliferar porque el mundo está globalizado y una enfermedad se puede transmitir muy rápido. La realidad es que hasta el momento la investigación es escasa y Europa tiene un papel clave, porque es muy difícil que la hagan los países solos. Me pongo a temblar pensando en otras plagas que ya han afectado a Jaén, como el caso del algodoncillo, por lo que es vital continuar desarrollando avances tecnológicos para evitar estas catástrofes.
—¿En el futuro será imprescindible el seguro agrario?
—A mi me ha parecido imprescindible siempre. En la propuesta de la PAC hay cuestiones positivas y una de ellas es que se duplicarían los fondos para las medidas de crisis. Sabemos que se van a repetir más catástrofes naturales como las danas, por lo que en los países miembros los seguros agrarios tienen que tener más cobertura; se deben reorganizar para que cubran los efectos del cambio climático de forma más efectiva.
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