El futuro de las abejas mineras en Cazorla está «en riesgo»
Se trata de una de las especies del parque natural, polinizadora de las primeras plantas de la primavera y muy vulnerables al calor
Las abejas mineras del Parque Natural de Cazorla, Segura y las Villas son otras de las víctimas del cambio climático. Al calor de la ya ... concluida primavera, sobre todo al principio de la misma (abril, en especial), se suman a los continuos ejemplos del calentamiento global.
Lo primero que hay que saber es qué es una abeja minera. Es aquella que forma parte de las más de cien especies presentes en el parque natural, especialmente en Cazorla, caracterizadas porque son silvestres y son las polinizadoras de la gran mayoría de especies de la zona. «A las abejas mineras se las identifica porque se crían en el suelo y son solitarias, por lo que salen del nido de su madre y escarban unas galerías en las que crean unas habitaciones donde colocan sus huevos y depositan el néctar para que se alimenten», explica Carlos Herrera, profesor de Investigación del CSIC.
Por otro lado, este tipo de abejas también se caracterizan porque desde mediados del invierno «ya están volando», es decir, es el momento en el que comienzan a realizar su función, hasta mitad de mayo. «Es paradójico porque es una época fría, por eso nos planteamos realizar un estudio basado en cómo consiguen volar con un tiempo nada estable», explica el profesor.
Vuelan a menor temperatura
Tras un exhaustivo análisis, los expertos han llegado a la conclusión de que las abejas mineras son capaces de volar con el músculo frío, entre 26 y 27 grados, mientras que las demás necesitan estar por encima de 33 grados. «De hecho, hemos llegado a la conclusión de que son incapaces de realizar sus funciones cuando el aire está por encima de 25 grados», apunta Herrera.
¿Dónde está entonces el problema? Pues este profesor es claro: «La temperatura media ha subido en los últimos años y el calor llega antes, lo que va a tener un fuerte impacto en esta especie, ya que se va a reducir su periodo de polinización, con los riesgos que ello supone para el futuro de la especie».
«Es un problema real, que ya está teniendo sus consecuencias, por lo que hay especies que existían en los noventa (del siglo pasado), pero que ya no viven en el parque natural», añade.
En cuanto a la subida de la temperatura, Herrera calcula, según las estaciones climáticas de la zona, que el incremento en la zona oriental, desde La Loma hacia el parque natural y el entorno de Pozo Alcón, «es de 0,1 grados por año en los últimos veinte». «Está siendo más fuerte que en otras zonas de la provincia, lo que se traduce en un grado en diez años, lo que supone que las abejas tengan muchos menos días para realizar la polinización y dejar el alimento para sus crías», lamenta.
Consecuencias
Tras comprobar con el estudio promovido por el CSIC la situación actual, ahora toca evaluar los daños. El profesor lo tiene claro, aunque la polinización de las abejas mineras son en especies silvestres, «es un síntoma de la calidad del entorno y el que las abejas no puedan realizar su función se traduce en la pérdida de biodiversidad y de especies en los próximos años». «La solución pasa porque nos concienciemos de los problemas y la catástrofe que esto puede suponer e intentemos reducir esta tendencia», subraya.
Será la única forma, según señala el experto, de intentar conservar «unas cien y plantas que dependen del trabajo de las abejas mineras cada temporada, algunas de ellas endémicas del Parque Natural de Cazorla, segura y las Villas, como algunos narcisos, que florecen a mediados de febrero». «Además, no podemos descartar que esas especies están asociadas a determinados invertebrados, como las mariposas, por lo que supondrá un impacto para toda la cadena», explica.
Por último, más allá de tomar conciencia, el profesor Carlos Herrera «ve complicado hallar una solución». «Mientras que en algunas zonas las consecuencias se relacionan con pesticidas a la destrucción de hábitats, no es el caso del parque natural, por lo que asegura que la principal razón de estas alteraciones en especies como las abejas mineras tienen que ver con el cambio climático», sentencia. Ante este escenario: solo queda un camino, actuar y hacerlo ya.
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