Empresas de referencia que sorprenden al mundo desde la provincia de Jaén

Su historia es una de las de éxito expuestas en la última entrega de 'Mesas por Jaén' que organiza IDEAL, en colaboración con la Diputación de Jaén al amparo de la iniciativa 'Yo elijo Jaén', encuentros que buscan mostrar oportunidades, ventajas y herramientas para emplear, emprender e invertir en territorio jienense.

El caso de Mariscos Castellar es paradigmático de las posibilidades, en ocasiones sorprendentes o no tan evidentes, que puede llegar a ofrecer la provincia. Comenzó hace más de medio siglo con una bicicleta que llevaba el sabor del mar de aquí para allá, por «la pasión de traer el marisco a Jaén». Así lo rememora su hijo Francisco García, hoy director gerente de la empresa que cuenta con 90 trabajadores fijos y hasta 150 en campañas como la navideña.

Junto a la Gamba de oro, «hizo que se consumieran los productos del mar en el interior de forma habitual en aquella época. Él disfrutaba viendo que la gente de su comarca prosperaba, su mayor satisfacción era crear puestos de trabajo. Y lo hizo en El Condado, una zona con dificultades», subraya. De la bicicleta pasó a los años a una furgoneta de reparto y siguió creciendo.

Aunque venden ya en Portugal y hasta en el norte de España, donde hay mucha tradición marisquera «y parece que para alguien de Jaén vender allí es como otra galaxia y no lo es», el 25% de lo que facturan lo hacen en la provincia, unos diez millones de euros. «Jaén es líder per cápita (por persona) en consumo de marisco», subraya García, y pone un ejemplo que muchos habrán vivido:el del familiar o amigo de fuera que viene «a la boda de su primo» y siempre recuerda lo mismo, «¡Qué montón de marisco me pusieron!».

Ahora están enfrascados en la campaña navideña, que «para nosotros empieza a primeros de septiembre». «La situación no es buena para nadie, hay mucha incertidumbre. Los costos se han disparado, pero lo mejor que podemos ofrecer las empresas es confianza y calidad, le aclara mucho las ideas al consumidor. No somos una empresa de precio, la guerra de precios es absurda. Somos una de calidad y garantía», apostilla.

«Al final, es un tema de logística y de creerse que desde Jaén se puede», apunta José Luis del Roj, que admite que se basaron en Mariscos Castellar. Es lo que está haciendo la asociación de la que es secretario, Appistaco, que ha logrado implantar el pistacho en la tierra de olivos por antonomasia. «En 2014 en Navas de San Juan veníamos de unos años con rentabilidad del aceite muy baja y decidimos que teníamos que buscar otro tipo de cultivo que no exigiera arrancar olivos, algo complementario para años de mala cosecha o precios bajos. En Alcalá la Real tenían las cerezas pero se pasan rápido y no nos valían. Con 66 millones de olivos hay poca tierra disponible para otros cultivos y la que hay es de campiña y muy buena pero muy cara», explica.

Así apareció ante sus ojos el pistacho, que cumplía todos los requisitos:«En el olivar tradicional se puede plantar en el espacio que hay entre árboles y la campaña de recogida no se pisa, es en septiembre. Descubrimos que en Jaén está la finca de pistachos más antigua de España, en Peal de Becerro, plantada en las partes donde el olivar no se daba bien.

Hicieron un estudio con cuatro o cinco cultivos, se equivocaron varias veces, trajeron la planta de Estados Unidos y acertaron. El clima va bien», explica Del Roj, que puntualiza que «si hoy se están produciendo pistachos en Jaén es gracias a Diputación y a su apuesta desde 2014», con ayudas, estudios técnicos y charlas informativas por todos los ayuntamientos de la provincia, explicando el cultivo del pistacho y su rentabilidad. «Rompimos la barrera sicológica del agricultor de Jaén que solo ve olivos. Este cultivo lo vas a ver en diez años a pleno rendimiento, pero ten en cuenta que en campañas de poco aceite tienes otra fuente de ingresos».

Actualmente en la provincia hay mil hectáreas en plantaciones, asegura en base a datos de la Delegación de Agricultura. Además hay una nueva procesadora para unas 1.500 hectáreas en Navas de San Juan, «un proyecto mediano para defendernos bien y apostar por la calidad». El año pasado produjeron 55 toneladas y este ya 71 en seco procesadas. Las más grandes en España alcanzan las 300.

Otro caso ejemplar es el de Cincocina, llevando a otro nivel de vanguardia el tradicional sector de la madera de Mancha Real. Se ha erigido desde este municipio como un fabricante de cocinas de primer nivel. Lo hacen innovando en materiales y diseño y abarcando el mercado nacional e internacional. Han trabajado con Leroy Merlin, El Corte Inglés, Conforama...

«Ahora estamos negociando con la Cámara de Comercio de Portugal y empresarios franceses e italianos», explica el ingeniero informático y CEO de la empresa, David de Dios. Antes trabajaban muchos de ellos con Rusia, célebre por su madera. Venden a nivel particular también. Con una fábrica de más de 16.000 metros cuadrados cuentan con 92 trabajadores entre las dos empresas del grupo (Brifarma). Después de la pandemia llegaron a superar el centenar con turnos de noche incluso ante el aluvión de peticiones de obras. Ahora están en horario de siete a tres. «Hemos visto que es lo mejor para la conciliación familiar y los trabajadores rinden más», apostilla.

Es una de las ventajas que esgrime y en la que coinciden el resto de participantes de la mesa para convencer al talento de quedarse (o venir) a Jaén: desde el aire que se respira a un salario que aquí 'se estira más'. «Cuando entrevistamos a un posible trabajador le vendemos la calidad de vida, el medio ambiente, y hay mucha gente que le llama la atención, que están cansados de las grandes ciudades», subraya García.

Es otro de los atractivos de un turismo que, según revelan los datos, está creciendo en la provincia, algo que concuerda con la sensación de Manuel Arjonilla, director gerente del Hotel HOCiudad de Jaén, de cuatro estrellas. En julio de 2012 nació como tal, y tras unos inicios complicados hoy cuenta con 84 trabajadores y prepara una ampliación de 60 habitaciones más.

También tienen sobre la mesa hacer lo propio con la piscina y una terraza de verano. «Queremos innovar, inventar para que no sea tan estacional», recalca. «Queremos mantener el personal todo el año», añade, habiendo tenido probemas este curso para encontrar cualificado. Su infraestructura es tal que han llegado a dar más de una veintena de comuniones o cinco bodas a la vez.

Además, han innovado con una tienda de metacrilato con productos de Jaén a la entrada del hotel, desde patatas fritas a aceite o mermelada, que «está funcionando increíblemente bien».

También está funcionando, como nunca, la energía fotovoltaica y la instalación de placas solares, con la factura de la luz disparada, y ahí Solar Jiennense es un referente. Y todo empezó también hace más de 40 años. «Mi tío Pedro Aceituno trajo la tecnología. Hace 40 años, o 15, no costaba lo que ahora, costaba mucho más y daba menos. Era tecnología del espacio, la forma de producir energía en el espacio. Aquí le decían quién va a pagar esto. Ahí entraron ayudas de las administraciones y fondos europeos. En 1985 fuimos la primera empresa en electrificar aldeas enteras de la Sierra de Segura. Hoy tenemos instalaciones emblemáticas como el Olivo Arena», indica. Están en torno a los 85 trabajadores, con picos de trabajo por encima.

Enfatiza además en la «falta de personal y de perfiles profesionales», señalando que la formación va tarde, al tiempo que pide más agilidad a las administraciones públicas a la hora de tramitar permisos y licencias.