Fe, dignidad y perdón: el obispo lava los pies a varios presos
Sebastián Chico Pérez traslada a los reos un mensaje de esperanza y les recuerda que «no están solos»
Jesús Jiménez
Jaén
Jueves, 17 de abril 2025, 13:41
Perdón y dignidad, ese fue el mensaje que los reos de la Prisión Provincial han recibido este Jueves Santo en uno de los momentos más ... emotivos de la Semana Santa de Jaén: el obispo, Sebastián Chico Martínez, ha celebrado a primera hora junto a algunos internos la Cena del Señor, para después proceder a lavarles y besarles los pies.
Un gesto de humildad para el que el obispo se ha despojado de sus atributos episcopales, ciñéndose una toalla en la cintura y postrado de rodillas. La emoción contenida de la asamblea se desbordaba en forma de lágrimas en los internos que era limpiados por esa agua del perdón.
Durante la homilía el obispo ha hablado de perdón, de esperanza y de servicio. Ha recordado el gesto que Jesús hace con cada uno de sus discípulos, lavándoles los pies, antes de la Última Cena. En este sentido, recordó que Jesús lava a todos los discípulos, incluso a aquellos que sabía lo iban a entregar o negar, e incluso abandonar en su camino de cruz.
El Obispo ha animado a los presos a llenarse estos días de Semana Santa «del amor de Dios que los conduce a la esperanza». Asimismo, le ha recordado que no están solos, que, a pesar de sus errores, su familias, sus amigos y los voluntarios de la Pastoral Penitenciaria de Jaén están a su lado, llevándolos de la mano en este periodo en el que están privados de libertad. Del mismo modo, ha querido tener presentes a sus familias y a sus seres queridos en la celebración eucarística.
Monseñor Chico Martínez ha aprovechado sus palabras para hacerles partícipes del momento tan hermoso en la tarde del Miércoles Santo con la Cofradía del Perdón, al ser indultado un preso, que se unía junto a él al cortejo procesional a su paso por la Comandancia de la Guardia Civil. «Para vuestro compañero ha comenzado una nueva vida, y lo hace, de la mano de Jesús que perdona siempre, solo necesita nuestro arrepentimiento de corazón».
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión