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Vecinos del barrio de San Juan colocan pancartas con una llamada de SOS por el estado del casco antiguo, tras el derrumbe en la calle Alegría

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Vecinos del barrio de San Juan colocan pancartas con una llamada de SOS por el estado del casco antiguo, tras el derrumbe en la calle Alegría IDEAL

El casco antiguo: ahora o nunca

Los últimos derrumbes han puesto en evidencia una realidad que viene de décadas atrás. Históricos luchadores del movimiento vecinal hablan de más de 20 años de incumplimientos

LORENA CÁDIZ

JAÉN

Lunes, 23 de abril 2018, 03:17

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Desde hace varios días a esa dejadez, patente a simple vista, se suman las pancartas colocadas por los propios vecinos, por todo el barrio de San Juan, haciendo una llamada de SOS ante el estado del casco histórico. Y como no, la guerra política está en su máximo apogeo. El consejero de Fomento y Vivienda, Felipe López, visitó hace aproximadamente un mes el casco antiguo (cuando ya se habían producido algunos derrumbes) e instó entonces al Ayuntamiento a pedir el Área de Rehabilitación y Regeneración Urbana (ARRU) para frenar la degradación del casco histórico. «La Junta está dispuesta a arrimar el hombro, pero el Ayuntamiento tiene que ponerse manos a la obra», dijo durante su visita.

Pero en el Ayuntamiento, su máximo responsable ve las cosas de otra forma. El alcalde, Javier Márquez (PP), ha acusado a la Junta de Andalucía y al PSOE de hacer anuncios electoralistas ante un problema que considera que requiere una «reflexión y un estudio serio». Ha hablado de solares y viviendas en muy mal estado, cuyos propietarios, en muchos casos, han recibido como herencia, y que no tienen intención o medios de hacer nada por los mismos. Herederos que son desconocidos para el Ayuntamiento, que además, según dijo, tampoco tiene fondos para derribarlo todo si tuviera que actuar de manera subsidiaria.

«Me parece muy bien que todos los partidos y las administraciones digan que van a crear un programa, que van a ayudar financieramente, pero lo máximo que pueden hacer es dar una determinada subvención y hablamos de infravivienda, es decir, por debajo de la vivienda, gente que no tiene ni para comer», de manera que por mucho que se le ofrezca el 50, 40 o 30 por ciento de una obra de rehabilitación de una casa, el restante que debería aportar no tienen de dónde cogerlo y al final pierde sistemáticamente toda posibilidad de subvenciones». «Es como si le das nada, porque no pueden cumplir su parte», dijo.

El problema es que vecinos como los de la calle Alegría, que viven con el temor al derrumbe de otra vivienda afectada tras la caída de la primera, no pueden esperar a esa reflexión. El alcalde ya ha asegurado que el propietario procederá al derribo controlado, pero de momento no se ha hecho nada.

La asociación de vecinos Torre del Concejo ya ha convocado una manifestación los días 2, 3 y 4 de mayo en la Carretera de la Circunvalación a las doce de mañana, para exigir a las administraciones públicas competentes, el Ayuntamiento y la Junta de Andalucía, soluciones que terminen con la situación de desamparo que sufre el casco antiguo. Podemos ya ha anunciado su apoyo. A través de Jaén en Común también se dará voz a los vecinos de la zona en una moción que se debatirá en el pleno municipal del próximo 26 de abril.

Elecciones a la mayor ruina

Hace aproximadamente quince años, la asociación de vecinos Arco del Consuelo sacó las urnas a la calle. Invitaba a todos los vecinos a votar por la mayor ruina del casco histórico. ¿Qué edificio está en peor estado? se les preguntaba. Ahora, su presidente de entonces y que sigue estando hoy en día al frente de esta organización, Antonio Lozano, contempla este enésimo debate sobre el estado del casco histórico con una mezcla entre indignación e incredulidad. Algo muy parecido le pasa a Rafael Cámara, presidente de Iuventa. Ambos llevan décadas luchando por la «seña de identidad de esta ciudad», su zona histórica y ambos son memoria viva de las promesas incumplidas de las administraciones regional y municipal en los últimos veinte años.

Durante la entrevista, lo primero que hace Antonio Lozano es sacar un documento, fechado en 1999, con los planos que recogen la distribución de un instituto que iba a construirse en el solar de los Uribe, en la plaza Santa Luisa de Marillac, más conocida como plaza del pato, junto al Palacio de Villardompardo. Un proyecto que se pensó en inicio como una ampliación del IES San Juan Bosco, en la calle Millán de Priego. Más tarde se consideró que era mejor levantar ese instituto en el solar de San Andrés, en el APA III. De momento no hay instituto ni en uno ni en otro. Ahora Junta de Andalucía y Ayuntamiento están enfrascados en la maraña administrativa por la permuta de los terrenos del APA III.

Para el solar de los Uribe se han anunciado otros usos, el último, un Centro de Educación de Adultos. Ahora mismo en ese solar hay una estructura de hierro y bajo la misma aparcan los coches de la zona. También se acumula la basura.

«Estamos en un punto en el que lo que no se ha hecho en 20 o 25 años tiene que hacerse ya. El casco histórico necesita una inversión de millones de euros y la necesita ahora. Si no se hace, lo único que me queda es la esperanza de que, en un estado democrático como el que vivimos haya consecuencias legales para los responsables por este estado de dejadez», afirma Rafael Cámara, capaz de elaborar en solo unos minutos un listado con todo lo que se ha prometido y no se ha hecho en este tiempo.

«En 1996 se aprobaron, dentro del Plan Especial de Protección y Reforma Interior del Casco Histórico (PEPRI) mini residencias de anciano, que nunca se ejecutaron», explica tirando de memoria. «La Junta de Andalucía planificó una Escuela Oficial de Idiomas, que finalmente se la robaron al casco histórico y se la llevaron a Peñamefécit. Y lo mismo pasó con el Archivo Histórico Municipal, que se lo llevaron al edificio del antiguo Banco de España, cuando se iba a poner en la manzana de la iglesia de San Miguel, que ahora mismo está en un estado tercermundista», continúa Cámara.

Gobiernos municipales del PP y del PSOE han anunciado usos varios para el jardín de la calle Elvín: un centro de interpretación de las tres culturas, un planetario y una almazara-escaparate. No se ha hecho ninguno.

Santo Domingo

«La iglesia de Santo Domingo iba a ser un espacio cultural multiusos y llegaron a construir los camerinos», recuerda Cámara. Allí se iba a instalar de manera permanente la exitosa exposición Andalucía Barroca. También iba a ser la sede del Centro Andaluz del Renacimiento. La reforma de la iglesia no está terminada y, por tanto, sigue cerrada. No hay noticias sobre la ubicación de las piezas de la exposición y Jaén y su casco antiguo se quedaron sin ser la sede del renacimiento andaluz.

«Hace 20 años que la Consejería de Cultura hizo el proyecto de ponerle un tejado a los Baños del Naranjo. Allí se propuso instalar la sede del centro Safarad-Israel. Después el Ayuntamiento lo pensó como un centro de interpretación de la judería. Veinte años después lo único que se ha hecho ha sido un apuntalamiento del edificio, pero todavía no tiene tejado».

Los restos del antiguo palacio islámico integrados en el centro de servicios sociales de la calle Santo Domingo, que se supone iban a estar expuestos, «están tapados con piedra y grava».

Tampoco ha progresado mucho el proyecto de los Jardines Secretos anunciado por el actual alcalde en 2015. Solo se ha creado un parque en el barrio de San Juan, que según denunciaron los vecinos se cerró al día siguiente de su inauguración.

Otro ejemplo de la dejadez del casco histórico, según recuerda Antonio Lozano, es el centro social de Antonio Díaz, que se construyó y más tarde se saqueó. «Se han llevado hasta los ascensores», denuncia.

Y se podría seguir... pero ambos concluyen hablando de las viviendas, la herida más grave que sufre esta zona de la ciudad. «Ya en 2003, nuestra asociación hizo un completo estudio en el que se recogía cada una de las viviendas en mal estado, y que se entregó al Ayuntamiento. Las que se han caído, estaban ya recogidas en ese informe», dice Lozano. «Esto no es una cuestión económica, esto es una falta de voluntad política. Sin haber dinero se ha hecho un tranvía o se ha hecho un Museo Ibero. Es una cuestión de voluntad», defiende Lozano.

«Jaén tiene el conjunto histórico, declarado como tal, con más casas en ruinas de todo Occidente. Los niveles en negativo de Jaén son difíciles de alcanzar por otras ciudades. Dentro de unos años, las escuelas de arquitectura pondrán a Jaén en sus temarios como ejemplo de lo que no se debe de hacer», asegura Rafael Cámara.

LA calle Alegría, la calle Vicario, la calle Santiago, la subida del Tiro Nacional... Las lluvias de esta primavera han llevado al límite al casco antiguo de Jaén. Han puesto en evidencia una situación de sobra conocida por todos. Por los que viven allí y lo sufren cada día, por las administraciones a todos los niveles y de diferentes signos políticos, que llevan más de 20 años haciendo promesas que nunca han llegado a cumplirse, y hasta por los turistas, muchos de ellos sorprendidos por el potencial de esta zona de la ciudad, y su estado de abandono.

Desde hace varios días a esa dejadez, patente a simple vista, se suman las pancartas colocadas por los propios vecinos, por todo el barrio de San Juan, haciendo una llamada de SOS ante el estado del casco histórico. Y como no, la guerra política está en su máximo apogeo. El consejero de Fomento y Vivienda, Felipe López, visitó hace aproximadamente un mes el casco antiguo (cuando ya se habían producido algunos derrumbes) e instó entonces al Ayuntamiento a pedir el Área de Rehabilitación y Regeneración Urbana (ARRU) para frenar la degradación del casco histórico. «La Junta está dispuesta a arrimar el hombro, pero el Ayuntamiento tiene que ponerse manos a la obra», dijo durante su visita.

Pero en el Ayuntamiento, su máximo responsable ve las cosas de otra forma. El alcalde, Javier Márquez (PP), ha acusado a la Junta de Andalucía y al PSOE de hacer anuncios electoralistas ante un problema que considera que requiere una «reflexión y un estudio serio». Ha hablado de solares y viviendas en muy mal estado, cuyos propietarios, en muchos casos, han recibido como herencia, y que no tienen intención o medios de hacer nada por los mismos. Herederos que son desconocidos para el Ayuntamiento, que además, según dijo, tampoco tiene fondos para derribarlo todo si tuviera que actuar de manera subsidiaria.

«Me parece muy bien que todos los partidos y las administraciones digan que van a crear un programa, que van a ayudar financieramente, pero lo máximo que pueden hacer es dar una determinada subvención y hablamos de infravivienda, es decir, por debajo de la vivienda, gente que no tiene ni para comer», de manera que por mucho que se le ofrezca el 50, 40 o 30 por ciento de una obra de rehabilitación de una casa, el restante que debería aportar no tienen de dónde cogerlo y al final pierde sistemáticamente toda posibilidad de subvenciones». «Es como si le das nada, porque no pueden cumplir su parte», dijo.

El problema es que vecinos como los de la calle Alegría, que viven con el temor al derrumbe de otra vivienda afectada tras la caída de la primera, no pueden esperar a esa reflexión. El alcalde ya ha asegurado que el propietario procederá al derribo controlado, pero de momento no se ha hecho nada.

La asociación de vecinos Torre del Concejo ya ha convocado una manifestación los días 2, 3 y 4 de mayo en la Carretera de la Circunvalación a las doce de mañana, para exigir a las administraciones públicas competentes, el Ayuntamiento y la Junta de Andalucía, soluciones que terminen con la situación de desamparo que sufre el casco antiguo. Podemos ya ha anunciado su apoyo. A través de Jaén en Común también se dará voz a los vecinos de la zona en una moción que se debatirá en el pleno municipal del próximo 26 de abril.

Elecciones a la mayor ruina

Hace aproximadamente quince años, la asociación de vecinos Arco del Consuelo sacó las urnas a la calle. Invitaba a todos los vecinos a votar por la mayor ruina del casco histórico. ¿Qué edificio está en peor estado? se les preguntaba. Ahora, su presidente de entonces y que sigue estando hoy en día al frente de esta organización, Antonio Lozano, contempla este enésimo debate sobre el estado del casco histórico con una mezcla entre indignación e incredulidad. Algo muy parecido le pasa a Rafael Cámara, presidente de Iuventa. Ambos llevan décadas luchando por la «seña de identidad de esta ciudad», su zona histórica y ambos son memoria viva de las promesas incumplidas de las administraciones regional y municipal en los últimos veinte años.

Durante la entrevista, lo primero que hace Antonio Lozano es sacar un documento, fechado en 1999, con los planos que recogen la distribución de un instituto que iba a construirse en el solar de los Uribe, en la plaza Santa Luisa de Marillac, más conocida como plaza del pato, junto al Palacio de Villardompardo. Un proyecto que se pensó en inicio como una ampliación del IES San Juan Bosco, en la calle Millán de Priego. Más tarde se consideró que era mejor levantar ese instituto en el solar de San Andrés, en el APA III. De momento no hay instituto ni en uno ni en otro. Ahora Junta de Andalucía y Ayuntamiento están enfrascados en la maraña administrativa por la permuta de los terrenos del APA III.

Para el solar de los Uribe se han anunciado otros usos, el último, un Centro de Educación de Adultos. Ahora mismo en ese solar hay una estructura de hierro y bajo la misma aparcan los coches de la zona. También se acumula la basura.

«Estamos en un punto en el que lo que no se ha hecho en 20 o 25 años tiene que hacerse ya. El casco histórico necesita una inversión de millones de euros y la necesita ahora. Si no se hace, lo único que me queda es la esperanza de que, en un estado democrático como el que vivimos haya consecuencias legales para los responsables por este estado de dejadez», afirma Rafael Cámara, capaz de elaborar en solo unos minutos un listado con todo lo que se ha prometido y no se ha hecho en este tiempo.

«En 1996 se aprobaron, dentro del Plan Especial de Protección y Reforma Interior del Casco Histórico (PEPRI) mini residencias de anciano, que nunca se ejecutaron», explica tirando de memoria. «La Junta de Andalucía planificó una Escuela Oficial de Idiomas, que finalmente se la robaron al casco histórico y se la llevaron a Peñamefécit. Y lo mismo pasó con el Archivo Histórico Municipal, que se lo llevaron al edificio del antiguo Banco de España, cuando se iba a poner en la manzana de la iglesia de San Miguel, que ahora mismo está en un estado tercermundista», continúa Cámara.

Gobiernos municipales del PP y del PSOE han anunciado usos varios para el jardín de la calle Elvín: un centro de interpretación de las tres culturas, un planetario y una almazara-escaparate. No se ha hecho ninguno.

Santo Domingo

«La iglesia de Santo Domingo iba a ser un espacio cultural multiusos y llegaron a construir los camerinos», recuerda Cámara. Allí se iba a instalar de manera permanente la exitosa exposición Andalucía Barroca. También iba a ser la sede del Centro Andaluz del Renacimiento. La reforma de la iglesia no está terminada y, por tanto, sigue cerrada. No hay noticias sobre la ubicación de las piezas de la exposición y Jaén y su casco antiguo se quedaron sin ser la sede del renacimiento andaluz.

«Hace 20 años que la Consejería de Cultura hizo el proyecto de ponerle un tejado a los Baños del Naranjo. Allí se propuso instalar la sede del centro Safarad-Israel. Después el Ayuntamiento lo pensó como un centro de interpretación de la judería. Veinte años después lo único que se ha hecho ha sido un apuntalamiento del edificio, pero todavía no tiene tejado».

Los restos del antiguo palacio islámico integrados en el centro de servicios sociales de la calle Santo Domingo, que se supone iban a estar expuestos, «están tapados con piedra y grava».

Tampoco ha progresado mucho el proyecto de los Jardines Secretos anunciado por el actual alcalde en 2015. Solo se ha creado un parque en el barrio de San Juan, que según denunciaron los vecinos se cerró al día siguiente de su inauguración.

Otro ejemplo de la dejadez del casco histórico, según recuerda Antonio Lozano, es el centro social de Antonio Díaz, que se construyó y más tarde se saqueó. «Se han llevado hasta los ascensores», denuncia.

Y se podría seguir... pero ambos concluyen hablando de las viviendas, la herida más grave que sufre esta zona de la ciudad. «Ya en 2003, nuestra asociación hizo un completo estudio en el que se recogía cada una de las viviendas en mal estado, y que se entregó al Ayuntamiento. Las que se han caído, estaban ya recogidas en ese informe», dice Lozano. «Esto no es una cuestión económica, esto es una falta de voluntad política. Sin haber dinero se ha hecho un tranvía o se ha hecho un Museo Ibero. Es una cuestión de voluntad», defiende Lozano.

«Jaén tiene el conjunto histórico, declarado como tal, con más casas en ruinas de todo Occidente. Los niveles en negativo de Jaén son difíciles de alcanzar por otras ciudades. Dentro de unos años, las escuelas de arquitectura pondrán a Jaén en sus temarios como ejemplo de lo que no se debe de hacer», asegura Rafael Cámara.

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