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Arrastre de sedimentos hacia la presa del Quiebrajano, años atrás. F. J. CANO
Buzos limpiarán el desagüe del pantano del Quiebrajano, que ahora desembalsa

Buzos limpiarán el desagüe del pantano del Quiebrajano, que ahora desembalsa

El agua se aprovecha para llenar por primera vez y tras múltiples escollos la balsa del Cadimo, junto al Guadalbullón, construida para riegos agrícolas

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Miércoles, 24 de marzo 2021, 23:55

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El embalse del Quiebrajano tiene abiertas las compuertas desde hace unos días, a pesar de estar al 54% de su capacidad, con solo 17 de los 31 hectómetros cúbicos de agua que puede almacenar. Ya lo hizo también entre el 18 y el 22 de febrero con un nivel incluso inferior, en torno al 50%. El motivo es que la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir va a proceder a la limpieza de los desagües que hay en la base de la presa, que acumulan sedimentos, según informaron fuentes de la CHG.

La semana pasada, la Presidencia de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir publicó en el Boletín Oficial del Estado del día 18 el anuncio de la licitación para contratar los servicios de control y vigilancia de las obras de limpieza. En concreto, del «proyecto de acondicionamiento de los desagües de fondo de la presa de Quiebrajano», por un valor estimado de 77.760 euros. Las empresas interesadas tienen hasta hoy, 25 de marzo, a las 19:00 horas.

La duración del contrato es por ocho meses y los trabajos comenzarán en verano, que es cuando más bajo está el nivel de los embalses y, por tanto, menor es la presión en el fondo de la presa, ya que los trabajos de limpieza de los desagües tienen que realizarlos empresas especializadas con buzos. Para estas tareas no es necesario vaciar por completo el embalse, pero por razones de seguridad no debe sobrepasar un determinado nivel.

Jaén se abastece de este embalse, aunque por su capacidad y por la abundancia de sedimentos lo hace sobre todo de acuíferos, muy abundantes en las montañas que rodean la ciudad.

Actualmente, los embalses de la provincia están en niveles bajos, al 41,47% de media, por lo que el agua desembalsada del Quiebrajano está programada para que pueda ser aprovechada. De hecho, se bombea a la balsa del Llano del Cadimo, en la vega del Guadalbullón, al objeto de completar la primera fase del plan de llenado de esta infraestructura hidráulica, que tiene una capacidad de casi 20 hectómetros – más de la mitad del embalse del Quiebrajano – y que se extiende a lo largo de más de dos kilómetros. Y que tiene un larga historia de más de 13 años. La primera piedra de la balsa la colocó en octubre de 2008 la entonces ministra de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino, Elena Espinosa, ejecutando las obras la CHG. Desde entonces se han sucedido los gobiernos y todo tipo de vicisitudes.

Visitantes

La Confederación Hidrográfica del Guadalquivir adjudicó a primeros de mes, por valor de 128.312 euros, el proyecto de sustitución de la barandilla de protección y los equipos de iluminación de la coronación de la presa de Quiebrajano. Los trabajos contemplan su sustitución a lo largo de sus 565 metros de longitud total, con un plazo de ejecución de tres meses.

Construida en 1976, la presa posee en su coronación un pretil de hormigón, ejecutado al mismo tiempo que el propio embalse y que presentaba importantes deficiencias en su armadura. La más notable, el desprendimiento en un tramo de 12 metros que impide garantizar la seguridad estructural, con el consiguiente peligro para el personal de la CHG y para los visitantes. De ahí que en verano del año pasado se cerrara el acceso. Este se ha abierto durante la campaña de aceituna, a instancias del Ayuntamiento de Valdepeñas de Jaén, en cuyo término está el embalse y que destinó a una persona de vigilancia.

Además de sustituir la barandilla, los trabajos incluyen la restitución de los equipos de iluminación existentes, embebidos en cada pilar de la estructura original, así como la renovación de la iluminación, junto con las canalizaciones eléctricas y las líneas de alimentación del alumbrado.

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