El incendio de Jódar, ya estabilizado, ha quemado más de 650 hectáreas
El Infoca trabajo intensamente para evitar que se extienda hacia las zonas protegidas
Dos días después, el Plan de Emergencia ante el Riesgo de Incendios Forestales en Andalucía (Infoca) informó de que el incendio originado en Jódar ya ... fue estabilizado este sábado. A las 7.10 horas de ayer, después de una larga e intensa, comunicaron la buena noticia. Desde entonces los profesionales del Infoca trabajan para rematar el trabajo y dar por controlado el incendio que se inició en Altarillas el pasado jueves. «Hemos realizado un vuelo de reconocimiento con dron para apoyar a la dirección de extinción en la toma de decisiones», añadieron en la mañana de este sábado. Tras esto, el dispositivo ha podido reducir a la mitad el número de bomberos forestales (de un centenar a 53), el de autobombas (de 7 a 3) y el de medios aéreos (de una decena entre aviones y helicópteros a solo un helicóptero).
El sonido de hélices de aviones y helicópteros, precisamente, no cesó durante toda la jornada de ayer. Vecinos de Jódar miraban hacia el monte con preocupación. «Se ve el humo y huele a fuego», contaba María Dolores Martínez, responsable del Hotel Ciudad de Jódar, que explicaba que clientes y visitantes preguntaban, inquietos, qué sucedía. «Les explicamos que no es nada grave, porque hay intranquilidad, pero no miedo», dijo.
En bares y churrerías el tema de conversación era el mismo, con la vista puesta en la humareda que manchaba el cielo azul y lo teñía de tonos anaranjados. «Está dejando la terraza y el patio lleno de cenizas, es horrible», relataba otra vecina que, aun así, admitía no sentir miedo. «Si no, ya nos habrían dicho algo», manifestó. Precisamente, el portavoz del Plan de Emergencia ante el Riesgo de Incendios Forestales en Andalucía (Infoca), José Luis Pérez, aseguró que la situación no era «grave», en el sentido de afectar a la población cercana, o se elevaría el nivel de emergencia a 1 y se activarían medidas de desalojo o confinamientos por el riesgo de intoxicación del humo. «Está activo, pero el trabajo del equipo se nota, a pesar de la dificultad de la zona, y esperamos tenerlo pronto estabilizado y controlado», afirmó.
Para las ocho de la tarde de este viernes todavía ardía el monte en Jódar. La cabeza del incendio habría pasado ya el río Jandulilla, tras declararse la tarde del jueves en el paraje Altarillas. De todas formas, el Parque Natural de Sierra Mágina estaría «a salvo», gracias a la labor de los buldóceres y de los equipos a pie de campo.
La Junta de Andalucía sitúa ya en unas 600 hectáreas la superficie afectada por las llamas. Es la cifra aportada por el Gobierno andaluz tras la visita del delegado del Gobierno en funciones, Jesús Estrella, y la delegada de Desarrollo Sostenible, María José Lara, al puesto de mando avanzado de incendio, próximo al municipio jienense.
Sobre el terreno, según información facilitada por la Junta, trabajaban un centenar de bomberos forestales con seis autobombas y cuatro buldóceres, que son los encargados de cerrar el perímetro del fuego para así poder darlo por estabilizado. Por aire, según las mismas fuentes, estaban interviniendo ocho helicópteros y siete aviones.
Todos los esfuerzos se estaban centrando en evitar que el fuego entre en Sierra Mágina y alcance al Parque Natural. Mientras la luz del día lo permitía, los medios aéreos descargaban sobre la zona, al tiempo que desde tierra se atacaba con fuego técnico y con buldóceres para cortar el avance de las llamas.
Desde el dispositivo del Plan de Emergencia ante el Riesgo de Incendios Forestales en Andalucía (Infoca) se indicó a Europa Press que la última hora señalaba que los flancos más activos son el oeste –hacia el río Jandulilla– y la cabeza.
Aire irrespirable
La humedad relativa del aire se situaba por debajo del 20% lo que lleva a que el aire sea irrespirable en la zona del incendio y que la vegetación quede más expuesta a las llamas. El hecho de que esté afectando a pino piñonero está provocando que las piñas exploten por el fuego y faciliten la expansión de las llamas.
La orografía está siendo uno de los enemigos más complicados junto al fuego. Las pendientes y zonas rodantes, donde caen piedras, se convierten en rivales de los bomberos, por lo que deben anclarse al suelo para trabajar en ciertos niveles. A pesar de que el número de personas no variaba, los turnos se intercambiaban, atentos al avituallamiento. La batalla también es contra las altas temperaturas y la hidratación es esencial. «Los trajes son igníficos y no transpirables, es lo que toca cuando se entra en un incendio forestal, pero el calor es lo que menos preocupa, sino apagarlo cuanto antes y volver todos pronto a casa», dijo Pérez.
«Dolor» e «impotencia» por ver arder «nuestro pasado»
La alcaldesa de Jódar, Teresa García, dijo sentirse «impotente» al ver cómo las llamas arrasan los pinares «plantados por nuestros antepasados» en un incendio en que se trabaja a contrarreloj para minimizar daños y evitar que el fuego entre en Sierra Mágina.
La zona de La Atalaya, donde se registra el incendio, es conocida por la población como Los Pinares, precisamente por «el pinar tan extenso que plantaron nuestros antepasados». «Estamos bastante dolidos en el sentido de que el fuego ha quemado parte de nuestro pasado, de lo que nuestros mayores ahí estuvieron plantando y trabajando con mucho esfuerzo y sudor», dijo la alcaldesa a Europa Press.
«Siento mucha pena, mucho dolor y sobre todo impotencia por ver que no puedes hacer más de lo que estás haciendo», destacó García, al tiempo que señaló que desde el Ayuntamiento se está ayudando desde la tarde de este jueves con un equipo de pronto auxilio, con un camión de bomberos y ambulancia, que están a disposición de lo que se les diga desde el Infoca.
«Te desesperas de ver que algo tuyo, algo de tus raíces, de tu pueblo está ardiendo», aseguró García, al mismo tiempo que quiso ver el lado positivo en que «la población está a salvo» ya que el incendio está en una zona alejada, donde no hay ningún tipo de construcción.
«Dentro de lo malo hay que pensar en positivo. Allí no hay cortijos que se puedan quemar, es la zona de los pinares y de La Atalaya, que eso sí está destrozado», subrayó la regidora municipal.
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