-kUaE-U2301207974554xAI-1200x840@Ideal.jpg)
El acusado de agresión sexual en los baños de un pub de Jaén: «No estaba yo para eso»
Tribunales ·
La víctima habría verbalizado y mostrado físicamente que no quería mantener relaciones, según ha declarado en la AudienciaSecciones
Servicios
Destacamos
Edición
Tribunales ·
La víctima habría verbalizado y mostrado físicamente que no quería mantener relaciones, según ha declarado en la AudienciaUna noche de Halloween de 2021. Un pub de Jaén capital. Un baile y un encuentro que terminó en pesadilla. La Audiencia Provincial de Jaén ... juzga a un hombre de 30 años por agresión sexual en los baños del local y pide pena de prisión de seis años.
Ninguno de los dos se conocía de antes, fue en la sala Makako de la capital, en una fiesta por Halloween, donde víctima y acusado se vieron por primera vez. Hubo acercamiento, abrazos, baile y besos. Sobre las 1:30 horas de la madrugada, ya 1 de noviembre, ella admitió que comenzó a sentirse «incómoda» en la pista de baile, pues él insistía en dar un paso más. «Me comentó de salir a la calle, pero yo con él no me iba a ninguna parte, se lo dije y contestó que vale», relataba la víctima en la sala de vistas de la Audiencia de Jaén.
Así, sintiéndose segura o con la guardia baja, el otro le habría comentado que quería «hablar» con ella, que lo acompañara. «Me llevó al baño, pensé que como ahí había menos ruido, escucharía mejor lo que me quería decir», contaba la mujer. No obstante, nada más entrar en el servicio, entraron en uno de los cubículos y «él echó el cerrojo». «Me empezó a besar y no reaccioné», declaraba, y apuntaba: «Quería salir de ahí, pensaba 'estoy encerrada en el baño' y temía lo que pudiera pasar», así que cuando él, supuestamente, la empujó de los hombros para que le realizara una felación, ella siguió sin reaccionar. Su mente solo repetía: «Lo hago y me voy».
Ha subrayado que estaba asustada, pero que a los pocos segundos tuvo el impulso de incorporarse e intentó salir. El cerrojo estaba echado, fuera se oían golpes, alguien más intentaba abrir la puerta -era la camarera, pues no podían estar ahí- y la mujer insistía en que se detuviera. «Le decía que parara, se lo repetí, por favor, que parara», incluso le apartaba la mano o cerraba las piernas para evitar el contacto.
Sin embargo, según la declaración de la víctima, el otro habría metido la mano debajo de su ropa interior, llegando a herirla -«recuerdo mucho dolor»- y, al escucharse fuera que iban a avisar el portero, hubo una pausa que para ella se presentó como una oportunidad. «Aproveché y salí». Fuera estaba su amiga, que ayudó a sacarla de ahí y que ha contado que «estaba como sofocada, con ojos llorosos y desubicada».
La joven abandonó el pub. «Llamé a un taxi, temblando». Su amiga intentó que se abriera, pero ella seguía acongojada: «Tenía miedo que no me creyera, así que le dije que no había pasado nada». Fue dos días después, cuando seguía con las molestias a causa de la presunta agresión que acudió a urgencias. «Ahí me preguntaron si quería que me evaluara el médico forense, que entonces se pondría una denuncia», relata, y admite que no se lo contó a nadie, que seguramente no lo habría hecho si no fuera por la lesión.
Por su parte, el acusado niega la agresión y habla de consentimiento. «Tonteamos, los dos, bailando, abrazando y besándonos», contaba el hombre, y añadía que fue ella quien lo invitó a «algo más». «Yo sugerí que fuéramos a la calle, para estar más tranquilos, pero ella quería algo más íntimo y me dijo que fuera al cuarto de baño de mujeres, que ahora iba ella», explicaba.
Señala a la mujer como la persona que cerró con pestillo e insistió en mantener relaciones sexuales. «No era el lugar ni el momento, yo había bebido y no estaba para hacer esas cosas», afirmaba en la sala. Al final, ella se habría ido por su cuenta.
Por estos hechos se le acusa de un delito de agresión sexual con una pena de prisión de seis años, así como la prohibición de aproximación a menos de 300 metros de la víctima, su domicilio, lugar de trabajo o cualquier otro lugar frecuentado por la mismo, así como de comunicarse con ésta por cualquier medio, durante un tiempo superior en seis años al de la duración de la pena de prisión. También se le impondría la libertad vigilada durante otros seis años con la obligación de participar en programas de educación sexual. Se solicita también que indemnice a la mujer por los daños morales causado, pues ha requerido de terapia tras lo ocurrido, de 7.000 euros.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
España vuelve a tener un Mundial de fútbol que será el torneo más global de la historia
Isaac Asenjo y Álex Sánchez
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.