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Corredores en el punto de salida y meta este sábado. CÉSAR CARCELÉN
2.500 dorsales 'fantasma' en la San Antón

2.500 dorsales 'fantasma' en la San Antón

Un cuarto de los corredores inscritos y que pagaron vuelven a no aparecer en la clasificación | El año pasado, sin amenaza de lluvia ni problemas informáticos, un 25% de nuevo no la corrieron mientras muchos que quieren hacerlo no pueden

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Martes, 22 de enero 2019, 00:45

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El pasado 1 de noviembre se abrieron las inscripciones para la edición de este año de la Carrera Urbana Internacional Noche de San Antón Jaén 2019, agotándose todos (9.000, ya que la organización se reservó aproximadamente un millar para los atletas que finalizaron la media maratón y para aquellos hoteles que ofertan habitación y dorsal) en cinco horas. Volaron que ni Mohamed Abdeselam, el ganador de este año. Desde las nueve de la mañana la web de la Federación Andaluza de Atletismo lidió con la avalancha de corredores ávidos de hacerse con el preciado tesoro, tanto que la aglomeración provocó que la página presentara interrupciones por sobrecarga durante muchos momentos, lo que llegó a desesperar a los usuarios.

El sábado, dos meses y medio después, sin embargo, a tenor de lo que dice la clasificación oficial de la propia Federación Andaluza de Atletismo, menos de siete mil quinientos completaron una carrera que apenas cuenta con abandonos. Es decir, más de dos mil quinientos dorsales no se contabilizaron o directamente no se calzaron las zapatillas.

En la edición de este año la posible amenaza de lluvia pudo contribuir a que un buen número de ellos, sobre todo de fuera o del resto de la provincia, desistieran de venir a la capital jienense ante la previsión de precipitaciones que finalmente no aparecieron durante el recorrido. También hubo un problema con el suministro eléctrico que provocó que no se cuantificaran todos los que pasaron por meta, aunque afectó especialmente a la carrera A, la infantil.

En cualquier caso, no es algo nuevo. El año pasado fueron 7.221 los corredores que pasaron por la línea de meta con su dorsal de los diez mil vendidos. Algo falla.

En 2017, el primer curso en que se corrió en sábado sin decidirlo así en suerte el calendario y la tradición, llegaron a la meta 9.509 según la clasificación final. Dos mil más que en los dos últimos años. Una carrera de récord. Fue el mejor año. En 2016, cuando el almanaque en suerte hizo que se corriera en sábado, fueron 7.387 los atletas de la carrera sénior que cruzaron la línea de llegada.

En los ejercicios anteriores, cuando se disputaba en la tarde del 16 de enero, se contaban entre cuatro y cinco mil en meta.

Uno de los principales motivos de fijarla en sábado era aumentar el número de participantes. Sin embargo, el 25% de dorsales 'fantasma', es una cifra ostensiblemente superior a lo que sucede en otras carreras, donde la cuota de inscripción es muy superior. Se da la paradoja además de que muchos de los que participaron el sábado en la prueba lo hicieron sin dorsal, según denuncian los clubes de atletismo, o lo hicieron incluso con fotocopias o copias burdas. A ojo, una cantidad notable no lo llevaba en un lugar visible.

¿Las actividades funcionan?

Entre las propuestas para mejorar la calidad de la carrera, costearla y evitar tantos dorsales queden fuera de juego, habiendo gente que queriendo correrla no puede por no disponer de uno, hay muchas voces, entre ellas la Asociación de Clubes de Atletismo de Jaén, que abogan por ponerle un precio acorde a la magnitud de la prueba considerando que con tres euros es imposible costear lo que el corredor recibe.

El incremento repercutiría además en la bolsa del corredor (incluyendo por ejemplo una camiseta técnica de calidad) y en lo que lleva aparejado de ventajas en las actividades paralelas de las fiestas de San Antón, culturales, gastronómicas y deportivas.

El Cross de Itálica en Sevilla, que se corrió horas después de la San Antón, cuesta el doble que esta. Carreras de índole similar cuestan en torno a 10-12 euros. La San Silvestre Vallecana, con la que Marta Domínguez y otros atletas de élite han comparado a la carrera jienense por el ambiente, 25 euros. El maraton de Valencia, limitado el pasado año por primera vez a 22.000 participantes, 42 euros.

La grandeza de la San Antón, no obstante, a falta de poder traer como en sus mejores años a los campeones del atletismo mundial del momento por falta de presupuesto, radica sobre todo en su ambiente y en su carácter y respaldo popular.

Cualquier medida de subir su precio resultaría impopular aunque los clubes de atletismo la consideran clave para su crecimiento. Cuando pasó a ser de pago (desde la edición de 2014), pese a ser tres euros («simbólicos», dijo entonces el Ayuntamiento, «un octavo de su coste»), partidos de la oposición, como el PSOE, y parte de la sociedad jienense, mostraron su rechazo a tal decisión. Pese a todo parece claro que para su mejora, seguridad y aprovechamiento es necesario un mejor y mayor control.

A nivel organizativo también, no solo de la prueba en sí, también a nivel de aparcamientos o evitar atascos muy importantes en las salidas de Jaén, como los que se han producido. Amén de celebrarse la consulta popular sobre la idoneidad de la fecha de las lumbres, ligada o no a la carrera siempre en sábado; así como evaluar el atractivo para propios y extraños de las actividades de las fiestas de San Antón, más allá de la alta ocupación hotelera.

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