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La imagen del Jesús en su entrada a Jerusalén, a la salida de San Roque.
Espléndida entrada de Jesús

Espléndida entrada de Jesús

El Domingo de Ramos abría un año más la recreación de la Pasión del Cristo, y el barrio de Belén era escenario de los primeros momentos de emoción de esta Semana Santa jienense

ANTONIO ORDÓÑEZ

Lunes, 10 de abril 2017, 02:49

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El domingo amaneció espléndido en la capital. Desde bien temprano la ciudad respiraba distinta. El Domingo de Ramos abría un año más la recreación de la Pasión del Cristo, y el barrio de Belén era escenario de los primeros momentos de emoción de esta Semana Santa jienense. La parroquia de Belén y San Roque y sus aledaños eran un ir y venir de fieles desde primeras horas de la mañana; pero a las 10.30 horas la intensidad de las emociones se incrementaba, pues en menos de media hora iniciaría su desfile penitencial la Real, Ilustre y Fervorosa Hermandad Franciscana y Cofradía de Nazarenos de Nuestro Padre Jesús de la Salud entrando en Jerusalén, María Santísima de la Paz, San Pedro, San Juan y Santiago Apóstoles.

Un solemne silencio se instalaba en el interior de la parroquia de Belén y San Roque. La cofradía de la Borriquilla abriría una vez más la Pasión de la capital. Tras encomendarse a sus imágenes titulares, los cofrades, y todos los implicados en el desfile penitencial de esa mañana, empezaban a colocarse en sus sitios. Abrazos y miradas cómplices se cruzaban en templo. Era una mañana llena de luz y en unos instantes la cofradía entregaría lo mejor de sí misma en las calles de la ciudad. A diez minutos de las 11 de la mañana el silencio del interior de la iglesia se hacía extensivo a la plaza Virgen de la Paz, que los fieles ya abarrotaban a la espera de la salida de las veneradas imágenes.

'La Llamá'

Llegaba uno de los momentos más esperados. Toc, toc, toc. «¿Quién va?». -». La hermandad en corporación»- La tradicional 'Llamá' abría el desfile de la cofradía de la Borriquilla. Las puertas del templo se abrían y los sones de la Agrupación Musical Jesús Despojado comenzaban a escucharse, acompañados por los aplausos de numerosos jienenses, expectantes de que se abriese el grifo de las emociones. «De frente poco a poco con el Señor». Las primeras órdenes a los costaleros rompían de nuevo el silencio. «Suave y oído a lo que se manda. Todos por igual ¡Bien hecho!...». En paso de Jesús de la Salud entrado en Jerusalén ya asomaba a la plaza. La emoción surgió a borbotones cuando la imagen apareció en la plaza, que se rompió en un aplauso intenso que llenó de sensaciones la atmósfera de este rincón de la capital. La Semana Santa de Jaén se abría un año más en esta recoleta plaza, en un barrio con tradición, entre fieles entregados que sonreían en este luminoso Domingo de Ramos. El señor de Belén y San Roque ya estaba en la calle. Los niños vestidos de hebreos y portando ramas de palma representan otro de los símbolos de esta primera procesión del Domingo de Ramos. Y allí estaban un año más. El cortejo infantil salía tras la imagen de Jesús sobre la borriquilla y abrían el paso a los fieles nazarenos que acompañarían al titular de la cofradía durante todo su recorrido.

Diálogo con los costaleros

El paso de Jesús encarrilaba la cuesta abajo, y el palio de la Virgen ya empezaba a tintinear en el interior del templo, anunciando que en unos instantes María Santísima de la Paz seguiría los pasos de su amado hijo. El diálogo con los costaleros que se había vivido anteriormente con el paso de Jesús se repetía. Tras encomendarse a la gran Señora de Belén y San Roque los costaleros se ponían de rodillas para que el paso salvara el umbral de la puerta. En la plaza se intuía la sentida emoción y la contención de los allí presentes. Silencio roto únicamente solo por el tintineo del palio, que en unos pequeños instantes que se hicieron eternos consiguió salvar el obstáculo. María Santísima de la Paz ya estaba en la calle, entre aplausos. Con unos costaleros que volvían a mostrar seriedad, entrega y buen hacer.

La cofradía ya estaba en la calle, para protagonizar un gran desfile procesional por las calles de la ciudad. Pza. Virgen de la Paz, Cuesta de la Virgen, Avda. de Madrid, Rastro, Roldán y Marín, Pza. Constitución, Bernabé Soriano, Pza. San Francisco, Campanas, Pza. Santa María, Carrera de Jesús, Almenas, Muñoz Garnica, Pza. San Ildefonso, Ignacio Figueroa, Pza. Constitución, Virgen de la Capilla, Avda. de Granada, Cuesta de Belén, Plaza de Belén, Eras de Belén, Artesanos, Real Jaén y regreso a Pza. Virgen de la Paz. Ese fue el itinerario que recorrió la cofradía. La mañana del Domingo de Ramos se vivió con pasión. Y aún quedaría mucho que vivir y sentir durante una intensa tarde.

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