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Vía Crucis de Miércoles de Ceniza con La Piedad, de la hermandad de la Soledad, organizado por la Agrupación de Cofradías.
La Piedad regresa para el Vía Crucis

La Piedad regresa para el Vía Crucis

La imagen, tras 24 años sin salir en procesión, protagonizó ayer el recorrido del Miércoles de Ceniza que da inicio a la Cuaresma

CARMEN CABRERA

Viernes, 3 de marzo 2017, 03:54

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Veinticuatro años después, el grupo escultórico de la Piedad, perteneciente a la cofradía Yacente y Soledad, volvió a recorrer las calles de la ciudad de Jaén. Lo hizo entre una multitud de jienenses que aprovecharon un primer día del mes de marzo con buenas temperaturas para arropar el Vía Crucis del Miércoles de Ceniza organizado por la Agrupación de Cofradías con el que se inicia el periodo de Cuaresma.

Aún era de día cuando un centenar de cofrades salía de la basílica menor de San Ildefonso hacia la Catedral, con el acompañamiento en este periplo de un trío de capilla de la Banda Blanco Nájera. El grupo escultórico salió de la plaza de San Ildefonso para continuar por Ignacio Figueroa, Bernabé Soriano, plaza de San Francisco y calle Campanas hasta finalizar en la plaza de Santa María. Una vez en el templo catedralicio, se ofició la misa de imposición de ceniza por el obispo de la Diócesis de Jaén, Amadeo Rodríguez. Con la finalización de la eucaristía se inició el tradicional Vía crucis, cuya primera estación se rezó dentro de la Catedral. Así, continuó ya con la noche estrellada por la plaza de Santa María, Carrera de Jesús, Almenas, Ramón y Cajal, Hurtado, Obispo Aguilar y Muñoz Garnica hasta llegar a San Ildefonso, para entrar nuevamente en la basílica.

El Vía Crucis celebrado ayer con el que se inició la Cuaresma de 2017 llegó cargado de novedades. Y lo hizo porque el grupo escultórico de la Piedad salía a la calle en procesión por primera vez desde hace casi un cuarto de siglo. El grupo escultórico es una obra anónima. La Virgen se presenta pensativa con la mirada perdida en una profunda reflexión, con dos lagrimas en sus mejillas. El Cristo, por su parte, presenta énfasis en su anatomía sin lacerar, con heridas propias de la pasión co regueros de sangre, las piernas se recogen a un lado y la cabeza cae suavemente a otro lado.

Fue donada en 1918 por particulares al templo del Hospital de San Juan de Dios, propiedad de la Diputación de Jaén. Desde 1945, dicha institución cedía la imagen a la cofradía de la Soledad para la procesión de Semana Santa. En 2013 la hermandad y la Diputación rubricaron un acuerdo de licencia de uso especial a favor de la cofradía de la Soledad.

Fue en 2014 cuando se comenzó una campaña para recaudar fondos con el fin de poder proceder a su restauración, debido a que se delicado estado no aconsejaba su salida en procesión. Se inició así un proceso que concluyó en 2015, cuando el conjunto escultórico fue restaurado por Antonio Parras Ruiz. Sin embargo, la cofradía no había puesto fecha a su salida hasta hace unos meses, cuando se anunció que protagonizaría el Vía crucis de la Agrupación.

Nuevas andas

Durante la procesión de ayer, la imagen fue llevada sobre unas nuevas andas a las cuales se les han incorporado varios apliques, así como elementos que llevaba el antiguo paso de la Piedad. Durante el recorrido también se estrenó un estandarte de La Piedad que ha sido bordado por las reverendas madres dominicas de Jaén.

Por otra parte, la cofradía de la Soledad tendrá en este año 2017 además más relevancia, ya que al ser año impar, protagonizará el Santo Entierro de Cristo en Jaén, un encargo especial que comparte con la congregación del Santo Sepulcro, a quien le toca, en cambio, en los años pares.

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