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Una empleada interviene en el proceso de producción de mantecados en la fábrica de Doña Jimena para la próxima campaña navideña.
Mantecados que nacen en verano

Mantecados que nacen en verano

Cuesta imaginarnos comiéndolos en pleno estío, pero es cuando las fábricas funcionan a un ritmo frenético para llegar a tiempo a la campaña navideña

Laura Velasco

Martes, 20 de septiembre 2016, 00:44

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Pensar en mantecados en los meses de verano, directamente, no pega. No se asocia con hacer unos largos en la piscina, ni los mojitos de las noches de verano, ni con el tupper de carne empanada en los domingos playeros. Probablemente a más de uno se le atragante la sandía si se imagina digiriendo uno de estos dulces a 40 grados, pero lo que muchos desconocen es que, mientras mastican su fresca ración de sandía, las fábricas de mantecados llevan ya semanas a todo trapo con vistas a la campaña navideña.

Son unos meses de trabajo a ritmo frenético. En eso coinciden las tres productoras de dulces de la provincia: Doña Jimena, en Alcaudete; Productos Mata, también en Alcaudete y Productos Campos, en Arjona. La mayoría pone en funcionamiento la maquinaria en los meses estivales y contrata una amplia plantilla, única fórmula de que en octubre, o incluso antes, la mercancía esté lista para ser distribuida en los distintos establecimientos a los que abastecen a nivel nacional.

«Trabajamos todo el año, pero en la época estival con mayor intensidad para preparar la campaña de Navidad, especialmente desde julio. Si no no nos daría tiempo a fabricar todos los kilos que nos demandan para octubre o incluso septiembre, ya que hay supermercados que por estas fechas ya nos piden mantecados», destaca Rafael Mellado, responsable de la empresa Chocolate y Trufa, sede que fabrica productos para Doña Jimena en su factoría de Alcaudete.

En la misma línea se pronuncia María Martínez, responsable de compras, marketing y dirección en Productos Mata, que asegura que en comienzan la producción a mediados de agosto «para llegar a entregarlo» a los que más prisa tienen por empezar la campaña navideña a través de estos tradicionales dulces.

«Aunque aumentamos la producción en verano, estamos todo el año. Somos 16 empleados fijos, pero en campaña la plantilla asciende a 50 o 60 personas, tenemos que ampliarla muchísimo, por lo que hacemos turnos para llegar a tiempo», añade María, cuya empresa fabrica distribuye el producto «desde Alcaudete a toda España».

Las empresas dedicadas a la fabricación de mantecados no ven el verano como las demás. Mientras que en otros sectores se relajan algo más en el estío, ellas tienen que dar lo mejor de sí en los meses más cruciales del año. Por ello, las vacaciones del personal se ven afectadas. «Vamos al revés, estamos todo el verano sin parar y en diciembre tenemos 15 días de vacaciones hasta enero, ya que está todo fabricado y sólo queda servir al cliente», apostillan desde Doña Jimena. Diciembre no es para esta factoría, ni mucho menos el mes más agobiante. «El 10 de diciembre acabamos la producción», recalca Rafael Mellado.

Por su parte, Rosario Campos, de Productos Campos, recalca que prefieren comenzar su producción algo más tarde y califican como los meses «más intensos» de septiembre a diciembre. «Creemos que algunos productos no se pueden fabricar hasta más adelante porque si no no se mantendría en condiciones óptimas, como el chocolate», señala la gerente, que añade que por el inusual calor de este mes de septiembre los empleados trabajan «sólo por las mañanas». Su número de empleados, al igual que en el resto de empresas, aumenta significativamente en la campaña navideña. «Pasamos de 12 a 25 o 30 trabajadores para tenerlo todo a punto», destaca Rosario Campos.

Con temperaturas como las de este verano, en el que superar la barrera de los 40 grados ha sido una constante, mantener el producto en condiciones óptimas es fundamental para evitar su deterioro. Desde Productos Mata hacen alusión a la utilización de naves frigoríficas a una «temperatura ideal» para soportar el calor.

Al control de la temperatura hace también referencia Rafael Mellado, que añade el calor afecta sobre todo «a la imagen» marcada en los chocolates. «Si se funde no le pasa nada al producto, pero el chocolate pierde la imagen que refleja», reclama.

En cuanto a la producción total, Doña Jimena y Productos Mata prevén que sea de «alrededor de un millón de kilos», cifra que se mantiene estable en los últimos años. Aunque resulte extraño escucharlo, este sector no ha sufrido especialmente la crisis. «Es un producto estacional asentado de generación en generación. No hemos notado la crisis», destaca María Martínez.

Rafael Mellado ejemplifica con números los buenos años a los que se ha enfrentado la empresa. «Facturamos alrededor de ocho millones el año pasado, llevamos ya tres años aumentando las ventas. El mantecado se ha mantenido frente a la crisis, vamos bien», remarca el responsable de Doña Jimena.

«La meta debe ser, al menos, igual a la del año pasado. Producimos alrededor de 500.000 kilos de mantecados», remarca por su parte la gerente de Productos Campos.

Constante renovación

El sector de los dulces navideños puede parecer tradicional, pero los empresarios aseguran que se renueva «constantemente». «Para el próximo año tenemos en mente seis innovaciones para la empresa, es un pilar básico. Renovarse es importante siempre, y más en este sector. Por ejemplo, ya llevamos dos años incorporando al mercado bandejas surtidas, es una de las novedades que vamos introduciendo», destacan desde Doña Jimena. «Cada año invertimos en un aspecto nuevo, en 2015 fabricamos hojaldrina rellena de cacao y funcionó bastante bien», añade por su parte María Martínez, de Productos Mata.

Rosario Campos, por su parte, menciona también «numerosas» innovaciones para lograr «ser competitivos» en un sector nada fácil. «Invertimos en maquinaria, en productos y especialmente en packaging, dando la vuelta a todo. Antes nos enfocábamos más a las cajas a granel, ahora hacemos también más pequeñas, con menos peso y cambiando el diseño», concluye la gerente de Productos Campos.

Porque mantecado es sinónimo de Navidad, tradición, invierno y frío. Aunque ahora no nos imaginemos con uno de estos dulces en la mano, en pocas semanas volverán a estar en la primera línea de los supermercados, con muchas papeletas de haber sido fabricados en la tierra del olivar.

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