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El Cristo de la Humildad sale de Cristo Rey para iniciar la estación de penitencia.
El Silencio del Martes Santo jienense

El Silencio del Martes Santo jienense

Aunque retrasó su salida una hora, finalmente la cofradía pudo hacer estación de penitencia

MÓNICA LOPERA

Miércoles, 23 de marzo 2016, 02:12

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Aunque las previsiones ayer eran más halagüeñas que el día anterior, los hermanos y devotos de la Hermandad de Penitencia y Cofradía de Nazarenos de Silencio del Santísimo Cristo de la Humildad y María Santísima Madre de Dios tampoco las tenían todas consigo y hasta el último momento estuvieron temiendo que una climatología adversa diera al traste con las ilusiones de todo un año. Sobre todo, después de ver que la Hermandad de la Clemencia, que salió a primera hora de la tarde, tuvo que darse la vuelta en pleno recorrido ante el aguacero que la sorprendió por Millán de Priego.

Ante esta circunstancia, y después de retrasar una hora la salida en vista de que la previsión hablaba de que las negras nubes se pasarían, finalmente la cofradía pudo hacer estación de penitencia y volver a poner, como cada Martes Santo que el cielo se lo permite, esa nota de sobriedad y recogimiento que la caracteriza dentro de la Semana Santa de la capital jienense. Lo hizo, eso sí, acortando el recorrido previsto, obviando la calle Arquitecto Berges y subiendo directamente por el Paseo de la Estación.

Como todos los años, ya un rato antes de la salida, dentro, en el templo, se imponía la misma norma de todos los años, la del silencio, ese en el que todos sus nazarenos realizan la estación de penitencia, en absoluto recogimiento por las calles en penumbra de la capital jienense. Como viene siendo tradición, el hermano de más antigüedad de la cofradía fue el encargado de realizar el voto de silencio, un acto que ocurría minutos antes de que las puertas laterales de la iglesia de Cristo Rey se abrieran por la calle San Carlos. Iniciaba así su estación de penitencia la Hermandad de Penitencia y Cofradía de Nazarenos de Silencio del Santísimo Cristo de la Humildad y María Santísima Madre de Dios. El desfile de nazarenos encadenados unos a otros por los pies, algo que se ve ya en muy pocas cofradías andaluzas, se prolongó durante unos veinte minutos hasta que, en torno a las 9 de la noche, el Cristo de la Humildad hizo por fin su aparición en el pórtico de la iglesia de Cristo Rey. Con flores moradas como único adorno y con los candelabros encendidos, comenzó su ascenso hacia las céntricas calles de la ciudad con la sobriedad que le caracteriza y con la ausencia de cualquier sonido, más allá del llamador, las cadenas o de las indicaciones que tenía que hacer su capataz.

Y es que si algo caracteriza a hermandad es su transcurrir singular por las calles de Jaén, ya que lo hace totalmente en silencio, con los penitentes atados por cadenas y alumbrando con la luz de un farolillo al Santísimo Cristo de la Humildad, sin más banda sonora que la de las cadenas arrastrando. Además, para mayor sensación de recogimiento, se apagan las luces en algunas calles cuando pasa la procesión. Es, sin duda, un desfile procesional totalmente diferente a cuantos tiene la Semana Santa jienense, algo que se palpa especialmente cuando el paso hace acto de presencia en la carrera oficial, que se queda muda a pesar del bullicio al que normalmente está acostumbrada.

El paso del Santísimo Cristo de la Humildad fue de nuevo portado por una treintena de costaleros que, con la cara cubierta y absoluto recogimiento, lo llevaron un año más hasta una carrera oficial que siempre se torna mágica cuando los sonidos de las cornetas y tambores se cambia por el riguroso silencio de la única cofradía de Jaén que no lleva acompañamiento musical.

Estreno

Bendecido durante el Triduo al Santísimo Cristo de la Humildad, la Hermandad del Silencio lució ayer Santo su nuevo guión corporativo como uno de los grandes estrenos de esta Semana Santa. Realizado por el prestigioso bordador Jesús Rosado Borja, el nuevo guión es de terciopelo marrón oscuro y en el centro muestra el nuevo escudo de la hermandad. Austero como es el carisma de la propia cofradía, sobre el escudo hay una pieza bordada con unas rocallas que estilizan el conjunto, al igual que el contorno de la corbata en el que aparecen unos bordados.

La técnica utilizada es el bordado en oro a realce apareciendo distintos tipos de puntos como setillos, emparedado, media onda, hojilla y bordado en sedas. El remate del guión ha sido realizado por Álvaro Doctor Cabrera y consiste en una Cruz de cristal de roca de sección circular discontinua, con nudos de metal sobredorado en los que se disponen perlas, siendo la macolla una sencilla y elegante esfera de cristal de roca.

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