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Juan Esteban Poveda
Domingo, 19 de octubre 2014, 00:47
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«Las chilindrinas señores han llegado hasta el tablón, pa' criticar nuestras cosas y motivar la reflexión». El humor y la sátira más sana tienen su lugar en la feria de San Lucas. Es la tradición. Las chilindrinas. El día grande de la fiesta, la asociación Arco del Consuelo del Casco Antiguo cuelga sus cartelones en la reja de la Diputación Provincial. Sálvese quien pueda. Las chilindrinas se ríen del mundo. Una risa no exenta de aguda crítica y muchas veces de un fondo amargo por una ciudad y las cosas que pudieron ser y nunca fueron.
El humor no oculta muchas veces la dura crítica a la realidad jienense. «A menos de dos velas quedó nuestra catedral, ¿no será que dieron otros política de prioridad?». «Aquí se gobierna 'sin'. Sin tranvía, sin cultura y sin proyectos de postín». «Nada como visitar Jaén-Granada o al revés para comprobar que el Ministerio de Fomento nos trata a puntapiés». «Está el casco antiguo mucho más que abandonado, sin proyectos ni instituto ni limpieza ni alumbrado. ¿Hasta cuando con el luto al que se nos ha condenado?».
La actualidad política, las primarias del PSOE, el alcalde Fernández de Moya, la concejala Nestares y otros temas jaeneros se repasan sin piedad pero siempre con una sonrisa. Como la que se gastaba este sábado el candidato socialista a la alcaldía de Jaén, Manuel Fernández Palomino, que no dudaba en posar junto a su chilindrina y su caricatura. Por la zona también pasó la concejala Cristina Nestares, que no se pierde una edición de las chilindrinas y que suele ser uno de los personajes retratados. También se repasaba la actualidad nacional (muy celebrada la de Esperanza Aguirre y su fuga) e internacional.
La organización también reservó espacio para que los ciudadanos que se animasen pudiesen escribir su propio texto. «Son muchas verdades que el pueblo calla», escribió uno. «La casa del reloj está en ruina, y medio Jaén también, para los políticos esta chilindrina, y que dejen de joder a Jaén», anotó otro más poeta. «Queremos ver el tranvía funcionar y así de Jaén poder fardar», reclamó un tercero. Había quien arrimaba el ascua a su sardina y aprovecha el cartelón para meter una cuña. «Jaén abandonado, nada arreglado, pronto 'podemos' temer todo solucionado. Sí se puede».
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