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A la feria con los compañeros

A la feria con los compañeros

Tras el puente llegó la calma, con una jornada de poca animación en las casetas y marcada por la lluvia, el mal tiempo y los actos institucionales de colectivos y las comidas de empresa

Juan Esteban Poveda

Miércoles, 15 de octubre 2014, 02:43

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Érase una vez que se era un día de feria huérfano tras un puente, un día de transición en el ferial, un martes de lluvia. «Un día de travesía», aseguraba un casetero mirando sus mesas vacías mientras caía uno de los chaparrones que enfriaron la primera parte de la tarde. Aunque salga el sol a ratos, en las cajas registradoras no escampará hasta el viernes. Tampoco ayudó en absoluto el programa oficial, con el único evento anunciado de una sesión de DJ's locales a las diez de la noche en la caseta municipal. Eso para todo el día. Gran dispendio, vamos. Tras un arranque sanluqueño discreto, la de ayer era una jornada para comidas de empresa y compromisos institucionales. Día para ir a la feria con los compañeros. De trabajo, de colegio, de partido, de profesión. Un día de poco público en las casetas. El día tonto en una feria de nueve días. Con el permiso del sol, que acabó luciendo entre las nubes, hubo bullicio en la zona de las atracciones infantiles. Los feriantes intentaron levantar uno de los teóricos días 'flojos' para celebrar el Día del Niño con el gancho de precios algo más baratos.

«Nos hemos 'caído' del trabajo y hemos acabado en la feria», bromeaba Paco. En larga mesa corrida le acompañaban profesores y empleados del colegio Alfredo Cazabán. «Tenemos la feria tan cerca que nos hemos animado», comentaban entre buenas viandas. Era la tónica. Bromas entre compañeros, tranquilidad y buenos alimentos. No muy lejos Luis Carlos Valero, de Asaja-Jaén, estaba atento a que a nadie le faltase nada. Buen ambiente en las mesas. Unas pocas casetas tenían la suerte de acaparar las comidas de empresa. En el resto, poco. En muchas, menos que poco. Los camareros se hacían polvo puliendo las barras al ritmo del 'Caballito de palo', que hace furor. «Mira como brinca el caballito, mira como brinca, pacatá, pacatá ...».

Abogados

Siempre animada la caseta 'La Venia', del Colegio de Abogados. Ayer invitaban a los colegiados y a los compañeros de fatigas en los tribunales. Brilló como ninguna -según opinión unánime de la concurrencia- la diputada primera Carmen Vallejo, con falda de faralaes, entre tanto traje y corbata. «Otro año, con traje de chirri todos», bromeaba el decano Vicente Oya, el anfitrión. A su llamada acudieron, además de un buen número de letrados, magistrados y fiscales.

El Colegio de Enfermería consiguió reunir a bastante gente. «Es la comida tradicional para reconocer el trabajo de muchos profesionales que se jubilan este año», explicaban desde las mesas. Por la tarde tenían sesión más animada con una fiesta infantil.

Ambiente tranquilo también en la recepción del Colegio de Aparejadores. En otra caseta Francisco Javier Oliver, de Canal Sur, dirigía una tertulia deportiva sin que les molestase el ruido ambiente. Por esa calle medio desierta pasó Ignacio 'el payaso', cordobés itinerante que buscaba clientes. Vendía un artilugio con dos pequeñas manos de plástico para aplaudir. La caja iba llena. «Están mal las ferias. No la de Jaén, ni el día de hoy por la lluvia. Todas las ferias de España. No hay un euro», explicaba con la solvencia del que lleva muchos años de carretera y casetas a sus espaldas de viejo feriante .

De los puntos más bulliciosos del ferial, la caseta La Chasca, de los Maristas. No solo dentro de la caseta, llena reventar. También en la calle, donde a poco que paraba la lluvia bullía una legión de chiquillos que corrían y chillaban incansables, ansiosos porque abriesen de una vez las atracciones infantiles y que comenzase la fiesta en serio para ellos.

El PSOE

También animación en la caseta de UGT, donde el PSOE de Jaén ofrecía su tradicional copa de convivencia con los medios de comunicación. Nada que ver sin embargo con lo que esa copa era antaño. «Desde que no viene por aquí el que todos sabemos ya no es lo mismo», decía un veterano periodista en referencia a Gaspar Zarrías, hace años 'divo' que atraía año tras año a un buen manojo de consejeros y a varias decenas de cargos públicos. Ayer, la delegada Purificación Gálvez como cargo institucional más representativo y Manuel Fernández Palomino, recién designado candidato a la alcaldía de Jaén como el más felicitado. Pero nada que ver con el gentío de otros años, nada de la erótica del poder que tradicionalmente se atribuía a este evento, uno de los platos fuertes de la feria de San Lucas en los medios y en los mentideros de la política. No era ayer un buen día. Más bien fue un día huérfano después de un puente, un martes huérfano, el día tonto de una feria de nueve días.

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