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Un joven utiliza una cabina en el Paseo de la Estación de Jaén.
La implantación del móvil no acaba con las 'cabinas de siempre'

La implantación del móvil no acaba con las 'cabinas de siempre'

Solo en la capital jienense sigue habiendo 81 de estos teléfonos públicos que, en realidad, se usan como soportes publicitarios

Jorge Pastor

Martes, 22 de julio 2014, 00:30

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El último informe sobre la sociedad de la información decía que en España hay unos cincuenta y dos millones de móviles. Si tenemos en cuenta una población de algo más de cuarenta y siete millones de personas, pues hagan la cuenta y verán. Prácticamente todo el mundo lleva uno de estos aparatitos en el bolsillo -sin el prácticamente en la franja que va de los veinte a los sesenta años- e incluso muchos portan hasta dos. Pues bien, a pesar de ello, ciudades como Jaén aún mantienen en funcionamiento ochenta y una cabinas telefónicas. Para las nuevas generaciones, esos 'artefactos' azules que hay en algunas calles y en los que a veces hay gente echando dinero y hablando.

La pregunta es ¿cómo es posible que con unos niveles de demanda tan bajos y con la competencia de los celulares y sus tarifas planas todavía sigan subsistiendo estas máquinas? Pues no busquen el negocio en las llamadas, sino en el propio armazón, habilitado para la publicidad. Ahí está el dinero y la principal justificación de que no hayan desparecido. Aunque hay una segunda razón tanto o más importante. Tienen que existir por ley. Según el real decreto 424/2005, por el que se aprueba el reglamento sobre las condiciones para la prestación de servicios de comunicaciones electrónicas, se trata de un servicio universal. Se establecen, por tanto, unos mínimos, como que haya un teléfono público de pago en municipios con menos de 500 habitantes. O si superan esta población, también debe haber uno por cada 1.500 vecinos.

La cuestión es que estos dispositivos cada vez tienen más prestaciones. Están muy pensados, por ejemplo, para los extranjeros que quieren conectar con sus países de origen, especialmente en Latinoamérica -Perú, Ecuador, El Salvador, Panamá, Nicaragua, México y Guatemala-. También se ha estandarizado la utilización de tarjetas como medio de pago. La disponibilidad de saldo evita tener que recargar permanentemente el monedero, con todos los desacarreos que ello origina entre los usuarios. También es muy útil la opción de comunicar con el 112 para informar de cualquier tipo de emergencia. Esta conexión no tiene coste.

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