«No íbamos a robar, queríamos ocupar la casa y nos pusimos nerviosos»

Al final no tuvieron que pasar la noche en el calabozo. Jesús (25 años) e Isabel (21) se llevaron un buen susto, pero todo apunta a que se quedara solo en eso. El pasado jueves trataron de entrar en una vivienda en el Polígono del Valle, la Policía los detuvo y les acusó de robo en grado de tentativa. En el momento aseguraron que su intención no era robar, sino ocupar la vivienda, y ese argumento, más el apoyo de sus vecinos y la Plataforma de Afectados por la Hipoteca, que estuvieron horas a las puertas de la Comisaría protestando, es lo que les libró de una noche asegurada en el calabozo. Un poco antes de la media noche consiguieron volver a la calle.

«Tenía el piso estudiado. Sabía que era de un banco y que allí no vivía nadie. Antes había vivido una familia de extranjeros, pero se marcharon a su país y el piso estaba vacío», contaba Jesús. Con esos datos y tras darle vueltas, el jueves se decidió y con un taladro subió a tratar de forzar la puerta. Su novia estaba con él y «no habíamos conseguido siquiera abrir la puerta, cuando oímos llegar a la Policía». «Nos pusimos nerviosos y echamos a correr, y la Policía echó a correr detrás de nosotros. No se me va de la cabeza la imagen de mi novia corriendo y la Policía detrás», contó emocionado.

En la plaza del Polígono del Valle los cogieron, los detuvieron y los trasladaron a Comisaría, acusados de robo en grado de tentativa. «Les explicamos a la Policía que no íbamos a robar, ni siquiera sabemos si el piso tiene muebles o algo dentro...».

Según Jesús, la presión de las aproximadamente 50 personas que se concentraron en la comisaría, les ayudó. «Al cambiar el turno, vino el jefe de la brigada a hablar con nosotros. Le volvimos a explicar cuál era nuestra intención y nos dijo que hiciéramos una declaración ante nuestro abogado, y por fin nos dejaron salir».

Ahora Jesús, según sus propias explicaciones, está acusado de hurto y «si el banco no presenta denuncia, esperamos que se archive la causa».

Eso no quita para que esta pareja lo tenga claro: «lo vamos a volver a intentar». Tienen un hijo de 2 años, «ninguno de los dos tenemos trabajo», «vivimos en casa de mi suegra, donde viven otras cuatro personas más, y no podemos seguir así». «Antes trabajaba de pintor, pero ahora me salen muy pocos trabajos. A mi novia, a veces, le sale una casa para limpiar, y con eso tiramos para comer y vestir al niño, pero no podemos pagar un alquiler, el agua, la luz...». «Estuvimos un año de alquiler, hasta que se me acabó la ayuda, y ahora llevamos seis meses en casa de mi suegra. Esta vez no lo he conseguido, pero lo volveré a intentar, necesitamos una casa».