La Policía busca a dos atracadores que asaltaron un banco con una recortada

La Policía Nacional busca a dos hombres que atracaron el viernes pasado la sucursal de CajaSur en las Fuentezuelas. Entraron armados con una escopeta con cañones recortados y lograron un botín de casi 4.000 euros. Al cierre de esta edición, la búsqueda continuaba.

El atraco se produjo en torno a la una de la tarde. Los dos hombres entraron en la sucursal. Iban cubiertos de los pies a la cabeza. Cascos integrales para no ser reconocidos y guantes incluidos. Fueron eficientes:apenas necesitaron unos minutos para encañonar a los empleados, lograr que metieran en una bolsa todo el dinero que había en los mostradores y salir rápidamente de la oficina. En principio se ignora si tenían a alguien esperándoles con un vehículo preparado para darse a la fuga.

Las cámaras de seguridad recogen perfectamente la mecánica del atraco, pero dado que iban bien tapados las imágenes no sirven para reconocer a nadie. La inspección ocular tampoco ha revelado nada determinante ya que gracias a los guantes no han dejado huellas.

Hasta este asunto, el último intento de asaltar un banco en Jaén fue en abril pasado. Un butrón que salió mal porque un vigilante dio la voz de alarma en una sucursal de Unicaja en el Polígono de los Olivares. Cuando llegó la Policía solo quedaba el agujero por el que llegaron a entrar en la oficina, pero los ladrones ya habían huido.

Mal negocio

El penúltimo atraco propiamente dicho fue en mayo de 2013. Uno de los asuntos más curiosos que se recuerdan, además, por la forma en la que se produjo y porque el botín fue de solo 50 euros. «Buenos días, lo siento pero les tengo que atracar», dijo el ladrón al encañonar a los empleados con una pistola. Después se detuvo a una persona como supuesto autor. Un abogado que llevaba ya un tiempo sin ejercer y que estaba inmerso en una difícil situación personal.

Entre 2010 y 2012 la provincia vivió una racha de atracos a bancos que no se recordaba desde los años 80. Hubo una decena de asaltos, todos ya resueltos. Se trata de delitos de mucho riesgo por las armas, que causan gran alarma social y que generan un botín paupérrimo para tanto peligro. Los bancos tienen protocolos de seguridad para no dejar dinero fuera de la caja.

Pocas veces el botín supera los 10.000 euros. Para acceder al grueso de lo que guardan hay que esperar a que se abra la caja. Demasiado tiempo con los sistemas de apertura retardada. Así que lo habitual es exigir el dinero que hay en los mostradores. Y ahí suele haber muy poco. En Navas de San Juan hubo un golpe en 2012 donde se llevaron 87 euros.