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Nadal celebra un punto en Roma.
Nadal, rey de remontadas
TENIS

Nadal, rey de remontadas

El español dio la vuelta a un partido que Andy Murray tuvo muy de cara (1-6, 6-3 y 7-5) y se citó en semifinales con Grigor Dimitrov

PATRICIA MUÑOZ

Viernes, 16 de mayo 2014, 21:06

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El Foro Itálico de Roma fue testigo este viernes de la gran adaptación de Andy Murray a las pistas de tierra, pero también de la épica de Nadal, quien parece haberse acostumbrado a jugar a remolque y buscar la remontada. También quiso hacer acto de presencia la lluvia, que acompañó durante prácticamente todo el encuentro a los jugadores, pero que no nubló, en absoluto, sus grandes actuaciones. El escocés fue dueño del primer set, sin encontrar rival en un Nadal fuera de lugar, totalmente desaparecido y acorralado al fondo de la pista por las acometidas de un intratable Murray, que dio un verdadero recital de golpes ganadores.

El escocés se mostró muy seguro, durante el primer set, de su juego, el cual ha entrenado en las pistas de tierra de Valencia y, previamente, aunque resulte paradójico, en las instalaciones de Wimbledon, donde también cuentan con canchas de arcilla. Tras volver a las pistas después de su operación de espalda se podía pensar que el británico no sería capaz de estar a la altura de un Nadal que llegaba de ganar en Madrid su Masters 1000 número 27. Sin embargo, la sorpresa llegó cuando Murray conectó un punto tras otro y únicamente dio opción al español de anotarse un juego para completar un contundente 6-1.

La anécdota curiosa del primer set la protagonizó Nadal cuando, en uno de los intercambios, sacó un imperdible de debajo de su pantalón, concretamente de la parte baja del bolsillo, para colocarlo correctamente. El problema que el español arrastraba desde el Conde de Godó con la longitud de sus bolsillos, en los que al meter una bola éstos le sobresalían por debajo de la tela del pantalón, sigue trayendo de cabeza al balear, que tuvo que pelear con el broche para que siguiera desempeñando su función de trabar el bolsillo. Nadal tenía el imperdible bajo control, pero no así el encuentro, que se ponía muy cuesta arriba y le obligaba, como en los dos partidos anteriores ante Gilles Simon y Mikhail Youzhny, a remontar un set.

Después del duro golpe del 6-1 y con Murray demostrando una confianza impenetrable, el segundo parcial se presumía difícil para el mallorquín. Sin embargo, éste fue otra historia y el verdadero Nadal, por fin, apareció. El español, más fresco de piernas, alzando el puño desde el primer juego y respondiendo a las acometidas del escocés con templanza y efectividad, ofreció su mejor tenis. Tanto es así, que en el primer juego al resto consiguió un break que le dio vida para comenzar la remontada. Las dudas iniciales y la actitud de abatimiento dejaron paso a los golpes ganadores y el espíritu batallador que tanto caracteriza a Nadal. No así para Murray, que fue de más a menos y, a pesar de que ganó sus servicios a partir del cuarto juego, fue incapaz de hacerle sombra al español, que adquiría cada vez más seguridad en su tenis, en detrimento de un Murray, que cometía cada vez más errores.

Cambio de roles, pues, que permitió a Nadal llevarse el segundo set por 6-3 y comenzar el tercero y definitivo con confianza y buen juego. El balear empezó rompiendo el saque de su rival y cuando parecía que tenía el encuentro controlado y que Murray estaba fuera del partido, más ansioso, ofuscado y llevándose en más de una ocasión la mano a la espalda, éste se quitó toda la presión de encima y empezó a conectar, de nuevo, sus mejores golpes. El encuentro se igualaba con el break del escocés sobre el saque de Nadal (1-1), con ambos jugadores muy inspirados y metidos en el partido. Los dos tuvieron ocasión de romper el servicio de su rival, pero el momento clave del tercer set llegó en el noveno juego cuando, en el 4-4, Nadal tuvo dos bolas de rotura que no supo aprovechar y el escocés se puso por delante. No obstante, ganaría su servicio con solvencia, en blanco, e igualaría de nuevo el encuentro (5-5). La tensión de todo el encuentro pesaría sobre la raqueta de Murray en el siguiente juego al saque, en el que con 0-40 cometió una doble falta que le dejó muy herido. Nadal aprovechó la situación y, no sin sufrir hasta el último momento, cerró el encuentro al servicio con un ajustado 7-5.

De esta forma, el español consiguió su quinta victoria consecutiva sobre tierra batida ante Andy Murray, que no ha podido superar nunca al español en esta superficie. La última vez que se enfrentaron en estas condiciones fue sobre la arcilla de Roland Garros en el año 2011. Ha llovido mucho desde entonces, y nunca mejor dicho, y el escocés ha mejorado sobremanera sobre tierra, sin embargo, Rafael Nadal, además de ser el rey de la tierra batida, ahora también lo es de las remontadas, por lo que, gracias a esta nueva victoria ante un gran Murray, está un paso más cerca de su octavo título en Roma.

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