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Olivarero recoge aceitunas destinadas a la fabricación de aceites 'premium'. :: IDEAL
Cuando el 'hombre mordió al perro'
JAÉN

Cuando el 'hombre mordió al perro'

La noticia es que, por fin, los precios del aceite de oliva suben en un contexto de incremento de la demanda

JORGE PASTOR

Jueves, 1 de mayo 2014, 08:30

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Para definir el concepto de noticia siempre se han utilizado formulaciones más o menos enrevesadas. Entre estas segundas, hay una especialmente descriptiva. Una noticia no es que un perro muerda a un hombre, sino que un hombre muerda a un perro. Trasladando esta fábula al mundo del aceite de oliva, podríamos decir que la evolución de los precios había dejado de ser algo novedoso porque la tendencia siempre había sido a la baja de cinco años a esta parte. Estamos, por tanto, ante la hipótesis de que el mordisco viene del animal. Pero en las últimas dos semanas está ocurriendo exactamente lo contrario. Que las cotizaciones apuntan claramente hacia arriba. Que esta situación es absolutamente excepcional, como que la mordedura se la lleve el cánido. Y más si tenemos en cuenta que estamos ante 'la madre de todas las campañas', con una producción récord de casi 740.000 toneladas solo en Jaén. Pues sí, está sucediendo. Según los datos del Pool Red, se estuvieron cerrando operaciones a una media de 1,92 euros por kilogramo. Todavía estamos lejos de esos 2,20 euros que, en teoría, marcan la rentabilidad para la generalidad de las plantaciones jienenses, pero es que hace un mes estábamos cerca de los 1,70 euros y había quien estaba pidiendo la activación del almacenamiento privado.

Huelga decir que este escenario, de evaluación contenida del producto, es muy positiva para las 110.000 familias que directa o indirectamente viven de los olivos y para las cuentas provinciales, cuyo diez por ciento de su Producto Interior Bruto depende de la agricultura. Y también es una inyección económica para buena parte de los noventa y siete municipios de Jaén, con una enorme dependencia del monocultivo del olivar. A pesar de ello, no conviene lanzar las campanas al vuelo. Según la literatura de los aceituneros, hasta que no se llegue a los 2,20 euros los costes de explotación superan a los ingresos. Las cuentas no salen.

Las razones

Hay varias razones para explicar lo que está sucediendo. La depreciación del 'oro líquido' que se produjo en marzo estuvo motivada por la confluencia de varias circunstancias. La primera y principal era los apremios de liquidez de los agricultores tras la finalización de la recogida y los gastos soportados. A ello había que sumar que con 730.000 toneladas faltaba espacio físico de almacenaje en las bodegas y que no pocas cooperativas se vieron en la obligación de evacuar mercancía para recepcionar todo lo que llegaba del campo. Y un tercer elemento clave, el miedo. El temor a que lo que valía 1,80 euros ahora podía venderse a 1,60 euros en el corto plazo. Y más si tenemos en cuenta que en el ejercicio anterior, con una caída de la cosecha superior al ochenta por ciento en Jaén, apenas se había llegado a los 2,40 euros. ¿Qué podía suceder con 740.000 toneladas? Ahí residía el pánico.

Pero parece que en esta ocasión el mercado sí se está comportando como un mercado. Se está vendiendo una barbaridad. Para que se hagan una idea. Según la Agencia de Información y Control Alimentarios, un organismo dependiente del Ministerio de Agricultura, en el primer semestre del ejercicio, que se inició allá por octubre, las cooperativas y almazaras españolas, la inmensa mayoría ubicadas en la comunidad autónoma andaluza -y singularmente en Jaén, como es de sobra conocido-, están comercializando la friolera de 135.950 toneladas mensuales. Por aquello de que el curso anterior fue más bien aciago -valga el eufemismo para no hablar de desastroso-, comparemos con las medias desde 2009, más realistas. Pues bien, el promedio en este periodo fue de 110.022 toneladas. Estamos hablando de casi un veinticuatro por ciento más en términos relativos. Una subida más que sobresaliente. Se podría calificar incluso de 'matrícula de honor', aunque el potencial del alumno apunte todavía más alto. Se irá observando conforme optimicen su potencial productivo todas las fincas plantadas en los últimos años -y no miremos en Jaén-.

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