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VICENTE OYA RODRÍGUEZ
Domingo, 22 de noviembre 2009, 02:32
TÚ sabes, querido Gacelo, porque lo has vivido también, a tu manera, que hoy termina la visita que nos ha hecho en Jaén la imagen de la Virgen de la Cabeza, patrona de Andújar y de nuestra diócesis. Ha sido la presencia de la Morenita todo un acontecimiento memorable. Mucha gente, arrastrada por la fe y la devoción, se ha congregado en la Catedral para rendir su homenaje fervoroso a la 'Madre de la Iglesia de Jaén', como se le ha llamado éstos días, repetidamente. Millares de fieles devotos se han reunido. Y así han sido una vez los niños, adolescentes y jóvenes; otra, los mayores. También los sacerdotes, religiosos y religiosas. Igualmente, las Cofradías y Hermandades. Muchos han venido, por todos los caminos, desde cualquier punto de la geografía provincial. Se han fletado autobuses, coches particulares. Y las naves catedralicias estaban, en cada acto, llenas de fieles, a rebosar, registrándose escenas que han resultado entrañables, emotivas, muchas veces indescriptibles.
¡Cómo han gozado los fieles amantes de la Virgen y de las tradiciones religiosas de nuestro Jaén! Te he visto, Gacelo, amigo del alma, sobrevolar de tejas para arriba sobre el templo y de tejas para abajo en las bóvedas catedralicias. Se han sucedido las misas multitudinarias y otros diversos cultos. Sé, querida avecilla, de tu alegría comunicativa como expresivo reflejo de la satisfacción de un pueblo devoto que, de vez en cuando, con ocasión de acontecimientos como éste, saca a relucir su fe secular, su devoción intensa que se ha transmitido por los siglos, a través de muchas generaciones.
Jaén, durante estos días, ha sido una romería permanente. La Virgen de la Cabeza, durante una semana, ha sido vecina de nuestra ciudad. Ha figurado, y ya para siempre, en lo que podríamos llamar el 'padrón espiritual'. Y ha sido aclamada por el pueblo como lo hará hoy en la despedida. Aclamada como reina de los cielos y de los corazones. Aquí podría yo poner los versos de Gonzalo de Berceo: "Es clamada, lo es, de los cielos reina. / Templo de Jesucristo, estrella matutina, / Señora Natural, piadosa vecina, / de cuerpos y almas, salud y medicina"/.
Ahora, Virgen de la Cabeza, cuando te vas, de alguna manera te acompañaremos. También tú, querido Gacelo. ¡Quién pudiera, Virgen de la Cabeza, arrancar versos hermosos del corazón y construir un poema, hecho plegaria, para ponerla a tus plantas!.
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