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ÁNGEL DEL ARCO
Domingo, 4 de octubre 2009, 12:39
Fue una alegría ver los tendidos de la plaza de Úbeda prácticamente llenos de aficionados que lo pasaron bien y que lograron que se concedieran un total de siete orejas, lo que da idea de que el público se divirtió y lo pasó bien. La jornada dio la impresión de que parecía una corrida de tiempos pasados, en los que con tanta frecuencia se celebraban triunfos como el de ayer, aunque eso sí más torerista que torista, que también es la marca de los tiempos, en los que ya la emoción ha pasado a un segundo lugar.
La verdad es que los toros tuvieron facilidades para sus lidiadores, pero no es el toro que emociona y entusiasma dando el correspondiente mérito a quienes por obligación están en la cara, y por ello la posibilidad de que a sus manos lleguen las orejas, el premio de siempre, alegría de los toreros y entusiasmo de los espectadores.
Curro Díaz tuvo en el primero el toro más flojo del festejo y ante él estuvo en son de torero de calidad, pero sin lograr entusiasmar al respetable. Eso sí, con calidad y buenas maneras para, tras una buena estocada, salir a saludar para corresponder a la ovación del público. Mejor fueron las cosas en el cuarto, donde el de Linares mostró no sólo sus buenas maneras sino una calidad que se sitúan en el mejor momento de su carrera. Un trasteo que tuvo el sello de Curro con momentos de muchísima torería y arte exquisito, pero siempre mejor por el pintón derecho, más factible que el izquierdo. Mató de pinchazo y estocada siéndole concedida las dos orejas.
El Fandi, como siempre
David Fandila es un torero que le impone a sus toros un mismo repertorio, primero con el capote muy templado, espectacular con las banderillas con unas facultades que ayudan a agotar a sus oponentes cuando llega la hora de la muleta, pero provocando, sí, ovaciones del público puesto en pie y entusiasmado con los alardes del granadino. Con la muleta, y ya con los toros con un agotamiento que les hace irse apagando en sus embestidas, las faenas -con la misma filosofía y ganas de agradar - tienen un estilo que baja un poco el nivel de sus actuaciones de cada día.
Mucha entrega y derroche de ganas, matando de estocada algo desprendida en el segundo y de metisaca seguido de una buena estocada al otro de su lote. De cada uno de ellos se pidió, y fue concedida, una oreja para el matador granadino.
Buen debut de Cayetano
Por fin, y a la tercera, Cayetano pudo hacer el paseíllo en el centenario coso de Úbeda y la verdad es que la espera mereció la pena pues deleitó con el percal con un toreo a la verónica, lleno de plasticidad y hondura, y dos faena con la franela también con el sello de los grandes lidiadores que nos hizo recordar a su abuelo, el maestro Ordóñez, con un sentido de la verdad del toreo puro, rondeño, que le llevó a la cima del toreo.
Cayetano mostró ese toreo del que sólo pueden participar los elegidos. Llegó un poco tarde al toreo, pero que pese a ello está cuajando en figura importante. Como además es valiente mata con arrojo al primero del que le conceden dos orejas y de pinchazo y buena estocada al último de la tarde otorgándole otro apéndice auricular.
Hoy día de San Francisco, tan clásico en Úbeda, corrida fin de feria en que se anuncian los toros de Apolinar Soriano, de La Carolina, para Enrique Ponce, el mexicano Joselito Adame y Salvador Vega, que sustituye a El Cid que no se ha recuperado de su última cogida.
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