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J. E. POVEDA
Jueves, 2 de julio 2009, 04:29
Francisco Luis A.A., quien fuera en 2007 monitor de un campamento juvenil en Cazorla, se declaró ayer culpable de los delitos de corrupción de menores, abusos sexuales y vulneración de la intimidad de cinco chicos a los que grabó y fotografió con fines obscenos. Ha aceptado una condena de cinco años de prisión y diversas multas, que alcanzan una cuantía de alrededor de 4.500 euros. Una sentencia por conformidad. «Es usted consciente de que al aceptar esa pena está usted reconociendo los hechos que se le imputan», le advirtió el magistrado José A. Córdoba, que presidía el tribunal de la Sección Segunda de la Audiencia. Francisco Luis asintió con la cabeza. Su condena está echada, aunque técnicamente el caso está visto para sentencia.
El acusado, de 45 años y vecino de Archidona (Málaga) aceptó porque el Fiscal se avino a rebajar a cinco los nueve años de prisión que le pedía en su escrito de conclusiones provisionales. El Ministerio Público consideró que tal rebaja era posible ya que ninguna de las familias de los menores quiso seguir la acusación tras interponer la denuncia. De hecho, ninguna de las familias se personó en la causa ni quiso reclamar cantidad económica alguna por los daños morales. Además, según indican fuentes cercanas al caso, los abusos se cometieron mientras los menores dormían, sin que ninguno fuese consciente de que estaba siendo sometido a vejaciones sexuales. Y el tercer motivo de la rebaja es que el acusado no llegó a difundir el material pedófilo que producía él mismo. Se ha rastreado todo lo que ha salido de su ordenador y sitios pedófilos de la red y no se han encontrado rastros de las imágenes tomadas a los niños en el campamento de Cazorla.
Inhabilitación
La sentencia le inhabilita además para trabajar como monitor durante el periodo de cuatro años. Es decir, que antes de haber cumplido íntegra su pena de prisión estará habilitado legalmente para volver a trabajar como monitor infantil.
No se establecen, según los términos del acuerdo hechos públicos ayer en la sala de vistas de la Audiencia (y salvo que se corrija en sentencia), ninguna limitación a que trabaje con menores en un puesto distinto al de monitor siquiera durante los cuatro años de inhabilitación. Fuentes cercanas al caso han indicado que se le podían haber impuesto hasta seis años de prohibición.
La detención de este hombre se hizo pública en septiembre de 2007, fecha en la que la propia Guardia Civil informó de que el procesado era coordinador de monitores en un campamento de la Sierra de Cazorla. Dentro de las operaciones de investigación que se llevaron a cabo entonces, se realizaron registros en la cabaña que ocupaba el detenido en Cazorla así como en su domicilio de Archidona. Así, se intervinieron seis cámaras fotográficas analógicas y digitales, dos cámaras de vídeo analógica y digital y listados de inscripciones de menores en campamentos y equipos de fútbol con los que supuestamente estaba relacionado el detenido.
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