La exposición sobre la Virgen de Torreciudad recibe 200 visitas al día

Una muestra basada y dedicada a la Virgen de Torreciudad, que, como explica la comisaria de la exposición, Marisol Escribano, «tiene unos ojos que, cuando mira al visitante, el tiempo se detiene». Quizás sea ese uno de los motivos por el que diariamente visitan esta muestra una media de 200 personas, un hecho que demuestra la enorme devoción que los jienenses demuestran a la Virgen cuyo santuario fue fundado por San Josemaría Escribá de Balaguer, padre del Opus Dei. Los que no lo hayan visitado todavía tienen de plazo hasta el próximo lunes 30 para hacerlo.

El rector del santuario de Torreciudad, Javier Mora, explicó el día de la inauguración que esta muestra llega a Jaén «en agradecimiento a la visita que en su momento hizo la Virgen de la Cabeza y sus fieles a nuestro santuario», donde se dejó una réplica de virgen iliturgitana. Además, también llegaron a Torreciudad advocaciones de la Inmaculada Concepción (patrona de La Carolina y Nuevas Poblaciones) y de Nuestra Señora de Collado (patrona de Santisteban del Puerto).

Por su parte, Escribano, detalló que la muestra «trae a Nuestra Señora al encuentro de los que han sido peregrinos en su santuario o lo serán en su futuro». Así, hizo una invitación a los jienenses a que conozcan el maravilloso enclave en el que se enmarca su santuario y a que «mediante la confesión, salgan de allí llenos de paz y felicidad».

En la exposición, el visitante puede hacerse una idea de cómo es el santuario, la Virgen de Torreciudad y todo el entorno en el que se enmarca. «La exposición está pensada para que el ciudadano que no la conozca se haga una idea muy clara de todo lo bueno que va a poder encontrar allí», señaló el decano del Colegio de Arquitectos, Antonio Vargas-Machuca.

'Me llamarán bienaventurada todas las generaciones' está promovida por los delegados de Torreciudad en Málaga en colaboración con el Obispado de Jaén y el Colegio de Arquitectos. Su objetivo no es otro que ofrecer información sobre la devoción a la Virgen románica, practicada en Aragón desde el siglo XI. El centro de peregrinaciones, conocido popularmente como santuario de la familia, es además punto intermedio de la conocida Ruta Mariana junto a los santuarios del Pilar, Lourdes y Montserrat, y uno de los destinos religiosos de Aragón más visitados al cabo del año.