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JAÉN

Las chapuzas, una buena salida para los parados de la construcción

J. P.

Jueves, 20 de marzo 2008, 10:33

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Los empresarios del 'ladrillo' hacen los siguientes cálculos. Por cada vivienda que se deja de hacer van a la calle 2,5 empleados. Esto significa que si se cumplen las previsiones para este 2008, con 500.000 casas menos que en 2007, podrían quedarse en el paro más de un millón de personas. En el caso de la provincia de Jaén, todavía es pronto para hacer vaticinios, pero lo cierto es que las empresas del sector ya han empezado a prescindir de buena parte de sus trabajadores. Así, en los cuatro últimos meses han causado alta en el Servicio Público Estatal de Empleo (SPEE) -antiguo Inem- un total de 706 demandantes.

Esto no quiere decir que en estos momentos haya 706 albañiles más cruzados de brazos, ya que un porcentaje importante de ellos han decidido montarse por su cuenta, aprovechando la formación conseguida durante una década a 'piñón fijo'. Según datos facilitados por la Federación de Autónomos (ATA), en 2007 la construcción perdió en Jaén 307 afiliados por cuenta ajena, mientras que el número de autónomos se incrementó en 328, hasta alcanzar la cifra de 5.841 (en diciembre de 2006 se contabilizaban 5.513).

De entre 30 y 49 años

El presidente de ATA, Lorenzo Amor, comenta que el perfil de estos nuevos emprendedores se corresponde con varones de entre 30 y 49 años con al menos un lustro de experiencia. «Se observa un trasvase entre regímenes como consecuencia de las rescisiones de contratos y el descenso de la actividad edificadora», comenta. Y agrega que «esta gente ha encontrado un hueco ofreciendo servicios de reparación domiciliaria muy demandados como pueden ser fontanería, electricidad o pequeñas rehabilitaciones».

«La mejor prueba de ello -comenta Lorenzo Amor- es que si hace un par de años hacían falta dos semanas para que uno de estos profesionales te atendiera, ahora acuden en menos de veinticuatro horas». Pero no se quedan ahí. También son contratados por los propios promotores, que ahorran costes sociales y que evitan una plantilla fija, y por empresas de obra pública para tareas como señalización y transporte.

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