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MARÍA JOSÉ ÁLVAREZ
Miércoles, 12 de diciembre 2007, 11:00
Las esperas de las asociaciones vecinales o de personas en particular para solicitar al Ayuntamiento el arreglo de un bache, de una acera o de un jardín deteriorado están a punto de finalizar. El Gobierno local pretende instalar una línea telefónica 902 para atender todas las reclamaciones vecinales relacionadas con el mantenimiento urbano. Las llamadas se recibirán en una central que conectará directamente con el Secoem. Este contará con un equipo de intervención inmediata que se encargará de solucionar los pequeños problemas que cada día aparecen en plazas y calles de la capital.
El concejal del Secoem, Eduardo Castro, indica que este servicio, que pretende implantarse a partir del próximo año, es el modo «más ágil y rápido de tener conexión directa con los ciudadanos y con sus demandas». No en vano, reconoce que a veces es difícil para una corporación estar pendiente de cada una de las deficiencias que presentan los barrios. En el teléfono se podrá solicitar cualquier cosa: Desde la reparación de papeleras estropeadas, la denuncia de algún destrozo en el mobiliario urbano (bancos, farolas o fuentes, entre otras) hasta el atranque de imbornales o alcantarillas. «Son cosas comunes que a veces no se arreglan por desconocimiento», apunta Castro.
La línea 902 se instalará en la Ventanilla Única de Atención al Ciudadano en la que el Ayuntamiento pretende también ofrecer un servicio de información sobre impuestos, así como de tramitación de multas y otras sanciones. Dice Eduardo Castro que habrá una única persona dedicada a la atención telefónica que se encargará de transmitir la información a los responsables del Secoem para que estos envíen al Equipo de Intervención Inmediata.
Más personal
Para ofrecer el mejor resultado con estos equipos, el concejal del Secoem prevé incrementar el número de los componentes de las cuadrillas ciudadanas. Actualmente, 77 trabajadores componen la plantilla del Secoem. No son suficientes, ya que a este número hay que restarle las bajas, las personas que se dedican a tareas de limpieza en los edificios públicos municipales y los conductores. «Con las necesidades que tiene la ciudad, hace falta mucha más gente que se encargue de su mantenimiento», apunta el edil Eduardo Castro.
Para ampliar la cuadrilla no se descarta crear una cooperativa de trabajadores compuesta por los antiguos miembros de la octava Escuela Taller. La propia alcaldesa, Carmen Peñalver, anunció esta decisión el pasado 29 de noviembre, durante la clausura de la Escuela, en la que 47 jóvenes han trabajado durante casi dos años en los arreglos de la capital. En el acto de clausura, Peñalver dejó claro que por el momento se trata sólo de un proyecto que deberá contar con el visto bueno de los implicados. «Sólo se hará si vosotros queréis», les dijo la alcaldesa a los alumnos de la Escuela Taller en el acto de clausura. La alcaldesa indicó que los trabajos de esta cooperativa se canalizarán a través del Servicio de Mantenimiento del Ayuntamiento de Jaén (Secoem). La idea es aprovechar la formación del casi medio centenar de jóvenes que ya se han hecho maestros en las tareas de albañilería, cantería, forja o jardinería y que con sus manos han ayudado a rehabilitar, entre otros, la capilla de San Andrés, la Puerta del ángel o la Casa de los Sin Techo de la capital. Son, sin duda, buenos conocedores de las deficiencias de la ciudad y cuentan con la formación suficiente para paliarlas.
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