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ABANDERADO. El piloto se muestra feliz tras lograr un oro histórico.
La 'conquista' de la Gran Muralla
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La 'conquista' de la Gran Muralla

El jienense Antonio Lope se proclama campeón del mundo de paramotor en China, siendo el piloto más joven de la Historia en conseguirlo

MIGUEL ÁNGEL CONTRERAS

Viernes, 26 de octubre 2007, 04:58

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EL mejor piloto navegando por los cielos es jienense. Su nombre es Antonio Lope y se ha proclamado campeón del Mundo de Paramotor en el campeonato que se ha celebrado recientemente en China. Lope obtuvo la medalla de oro en la categoría de biplaza junto a Nino Muelas, lo que supone un hito histórico internacional, ya que se trata del piloto más joven que ha obtenido el primer puesto en un Mundial; y un hito también en el deporte jienense, ya que ningún deportista nacido en el Santo Reino había logrado hasta ahora una medalla de oro en un Campeonato del Mundo de deportes aéreos.

La competición deportiva se desarrolló en Changping, situado a 80 kilómetros de Pekín, donde se disputaron pruebas de navegación, velocidad, habilidad y consumo. Antonio Lope, que pertenece al Club de Parapente de Pegalajar, se muestra «muy satisfecho» de su estancia en el país asiático, donde ha compartido experiencias con unos 120 pilotos procedentes de 20 países diferentes. En términos globales, la selección española obtuvo los mejores resultados de su Historia, ya que ganó cuatro medallas de oro y una de bronce.

Prueba de navegación

Para alzarse con la medalla el jienense tuvo que superar diversas pruebas: la primera de ellas fue la de navegación, en la que tenía que tenía que encontrar un punto en un mapa; una segunda de navegación, ésta por velocidad, con el objetivo de encontrar otros puntos en el menor tiempo posible. Todo lo contrario de la tercera prueba, consistente en aguantar el máximo de tiempo posible, con sólo dos litros. Lope aguantó hora y media, mucho más de lo que dan de sí un par de litros en un paramotor, valiéndose de su experiencia en parapente.

La más temida

«La prueba que más temíamos era la navegación. No conocíamos China, ni sus redes de carreteras y parecía imposible encontrar algunos puntos», explica el piloto. Aunque si ésta era la más difícil Lope también tiene claro donde había que dar el do de pecho. «La de habilidad es la más divertida. Hay un montón de palos de dos metros y tienes que hacer un eslalon japonés, que es como lo llamamos porque algunos tienen forma de trébol, tocándolos en el menor tiempo posible», apunta.

Su resultado es más meritorio si se tiene en cuenta que no llegó al campeonato en las mejores condiciones físicas. «Algunas semanas antes del inicio del Mundial me rompí la pierna al efectuar un aterrizaje cerca de Jaén, por lo que me fui a China sin estar recuperado del todo. De hecho, podía andar pero no correr», asegura.

Volando la muralla

La selección española, a la que llegó Lope gracias a sus buenos resultados en las ligas nacionales, tercero, y campeonato de España, séptimo (La selección se elige en base a un ránking de puntos, no hay seleccionador), llegó a tierras asiáticas cinco días antes del inicio de la competición para entrenar y tuvo la oportunidad de participar en una experiencia única. Lope formó parte de un récord de paramotores volando sobre la Gran Muralla China, que reunió a más de 130 pilotos.

Finalmente, el deportista jienense se confratuló de que el Mundial se desarrollara sin ningún tipo de incidentes destacables entre los pilotos y aficionados y que las condiciones meteorológicas siempre fueran buenas en una región que suele tener problemas con los ciclones.

A sus veintidós años Antonio Lope lleva ya cinco practicando parapente y dos y medio paramotor. Nacido en Orcera, «siempre veía a alguien volando», hasta que se decidió a dar el salto y voló 366 veces en su primer año, «desde las 8:00 horas hasta que se hacía de noche». Una pasión que le ha llevado en volandas hacia el título mundial.

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