«Si a otros deportes los trataran igual, estarían mucho más manchados»

La mayoría de los jienenses cuando dicen «está es mi calle», se refieren a que viven allí. Él, en unos meses, puede decirlo sin tener ni un metro cuadrado de vivienda en esa vía. El mejor ciclista jienense de todos los tiempos termina este 20 de octubre oficialmente una temporada en la que ha vuelto a acaparar el protagonismo en su equipo, el Liquigas, y pronto puede tener en Jaén una vía con su nombre: la calle Manuel Beltrán.

-Manolo, Manuel, 'Triki', Beltrán, ¿cuál prefiere?

-Me da igual, Lolo, manolo, triki, mientras sea con respeto, todos soy yo.

-A estas alturas y le hemos pillado entrenando.

-Todavía me queda el Giro de Lombardía, que es una carrera de la Copa del Mundo, la prueba 'seria' que cierra el calendario. Después tengo algún criterium y carreras para estar cerca del aficionado.

-O sea, que ya se puede hacer balance de la temporada.

-Sí, un buen balance, la salud me ha respetado y yo he puesto mi empeño, mis ganas y he tenido la suerte de lucir un poco más que otros. Sobre todo con la victoria de etapa en la vuelta al País Vasco.

-¿Ha sido el mejor momento de la temporada?

-Claro, cuando levantas los brazos es lo más, lo que te catapulta a la fama son las victorias. En el ciclismo es el equivalente a dar en la diana, lo mejor que te puede pasar.

-¿Y lo menos bueno de este año?

-Seguramente el segundo puesto en Granada en la Vuelta. Fue una gran decepción, cuando coroné pensaba de verás que podía ganar la etapa, pero cuando vi aparecer a Samuel se me vino abajo todo, era casi imposible ganarle en velocidad.

-En lo positivo supongo estuvo renovar con el Liquigas, ¿ha sido al alza o a la baja?

-Ya el año pasado empezaron a tratarme muy bien y éste he renovado en condiciones similares. Me están tratando muy bien, no me esperaba una familia como ésta. Son gente seria y sabía el rol para el que me querían. En el equipo hay gente muy joven con futuro, como Cataldo, y necesitan gente con experiencia, que sepa darle explicaciones en muchas situaciones. Supongo que me cogieron por esa sabiduría también, con catorce años en profesionales, otra cosa no, pero experiencia.

-¿Qué le pasa a Beltrán con las grandes vueltas?

-Bueno, este año he estado en mi línea. En el Tour no he tenido que trabajar para nadie, pero he acabado como siempre. Ni siquiera en 2000 pude acabar entre los diez primeros.

-¿Y qué le pasa al ciclismo con el doping?

-Yo lo veo siempre igual. No me sorprende nada. Después de lo que viví en el Tour del 98 que fue cuando más me ruboricé ya estoy curado de espantos.

-¿Está tocado de muerte?

-El ciclismo es el deporte más limpio que existe ahora mismo, porque es el que está más vigilado. No entiendo esa caza de brujas.

-¿Lo ha notado en las carreteras, había menos afición este año?

-Ya desde el año pasado con el caso Floyd la gente se desanimó mucho, hubo un rechazo del aficionado, bajó el tirón. Hay menos, aunque yo siempre que he pasado por Andalucía y sobre todo por Jaén me he sentido muy apoyado y me noto respaldado por mis paisanos. Estoy muy agradecido. Ahora bien, lograr un sponsor está cada vez peor, los problemas están llegando a las cimas, a las altas esferas, y ahí sí puedes llevar razón: está tocado de muerte.

-¿Por qué el ciclismo y no otros deportes?

-Como dicen, algún día los mártires seremos héroes. Bueno yo no creo que lo vea, lo que sí está claro es que sí se hicieran los controles que al ciclismo y los trataran igual, estarían mucho más manchados.

Los mejores

-¿Quién es, hoy por hoy, el mejor?

-Contador.

-Así de claro.

-Sí, está por encima. Después, Samuel Sánchez ha hecho un año magnífico, ha demostrado mucho. Y luego pondría a Freire y...y Valverde, sí, esa sería mi clasificación.

-Pues en el mundial no nos fue muy bien.

-No se puede ganar siempre. Los italianos fueron muy fuertes y nos fallaron las piernas.

-Imagínese, va caminando por su ciudad y le preguntan por la calle Manuel Beltrán, ¿no estaría mal no?

-Eso sería la ostia, me hace muchísima ilusión, pero no quiero hacerme ilusiones por si luego no sale adelante. Sería un lujo, un enorme motivo de satisfacción. En Martos ya tengo una, y esto me haría enorgullecerme, más si cabe, de mis paisanos, que ya lo estoy ojo. Cuando bajo al supermercado o a devolver una peli, la gente me trata con muchísimo cariño, es impresionante.