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Motor

Hamilton: «Alonso no es la persona que había imaginado»

El piloto británico deja de ser el niño bueno y arremete con dureza contra su compañero de McLaren en las horas previas al Gran Premio de Japón de F1

JOSÉ CARLOS CARABIAS

Sábado, 29 de septiembre 2007, 04:33

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Apurado por la remontada de Fernando Alonso, probablemente superado por la dimensión de un escándalo de espionaje sin precedentes en la Fórmula 1 y braceando para llegar a la orilla de su primer título Mundial, Lewis Hamilton ha decidido invertir la táctica. Ha pasado al ataque. La maniobra sin contemplaciones de Alonso en Spa, donde evitó que le adelantase por las buenas o por las malas, ha encendido al británico. Se ha quitado el disfraz de niño bueno, complaciente, genuflexo hasta la reverencia en las formas. Y muerde. Lo hizo delante de la Prensa inglesa.

Después de todo, el Mundial de Fórmula 1 es una disputa de nacionalidades e intereses, sobre todo intereses. Hamilton y Alonso, Inglaterra y España, dos mundos a la hora de calibrar los mismos sucesos.

Hamilton marcó ayer el mejor tiempo en la segunda sesión de entrenamientos libres, por delante de Alonso. Ferrari gobernó a primera hora. El inglés tenía un ojo en la pista y otro, en el interior del campamento McLaren, donde el asturiano departía con la Prensa española. Miradas furtivas del británico, pendiente de la vena y de la cara de Alonso en cada respuesta.

Pocas novedades en McLaren, que sale a cisma semanal. Ahora es Hamilton y su cambio de tercio para cuadrar banderillas de castigo. Ante los medios de su país admitió que su comportamiento «puede no ser correcto», pero asume la ruptura de relaciones con su compañero.

«Yo llegué a la Fórmula 1 con brillo, con la mente abierta y pensando, uf, estoy aquí. Pero luego han llegado la política, las circunstancias y el estrés, mucho estrés. No era lo que esperaba. Vine aquí a disfrutar, a correr y a competir. Pero ha sido muy duro», aseguró Hamilton.

Trato de favor

Con el gusto de las victorias, los podios y el liderato, Hamilton veía la vida de otra manera. Ahora, con Alonso recortando doce puntos en seis carreras, nada es igual. Como a todo el mundo, no le gusta perder. «No voy a mendigar nada, esto es seguro. En las dos últimas carreras, Fernando lo ha hecho realmente bien. No sé por qué se ha quitado todo ese peso de encima, pero ahora parece realmente feliz por todo lo que ha pasado. O feliz consigo mismo, al menos».

En su nueva dinámica, Hamilton espera un trato de favor de parte de McLaren. «Hago el trabajo lo mejor que puedo y trato de demostrar que soy leal. Que soy uno más al servicio del equipo y que merezco esta oportunidad. Después de las dos últimas carreras, pienso que ya se han empezado a dar cuenta del tipo de gente que hay en el equipo y a quien deben apoyar. Siento que mis lazos con el equipo son ahora más fuertes que antes. Ahora ya saben donde reposa su dinero».

Hamilton, sin freno. Al menos en esta retahíla: «Tengo la mejor sensación cuando sabes que has ganado algo de forma imparcial. Y más cuando has ganado a alguien con el talento de Fernando con el mismo equipo y las mismas oportunidades. No puedo entender por qué pidió un trato favorable. No es la persona que había imaginado, pero es lo que hay. Intentas entender a esta gente. Pero la idea completa de la clase de persona que son, está a millas de distancia».

«Tengo que ser más rápido que él en los entrenamiento. Si estoy por delante, empezará a darle vueltas a la cabeza. Confío en mi capacidad para hacerlo», afirmó el pasado jueves por la tarde ante los periodistas de su país.

Hamilton, que no ha concedido ninguna entrevista personal a un medio español, matizó ayer su discurso: «No he tenido tiempo de hablar con Fernando y no sé cuando lo haré. Él sabe cómo pienso y la salida de Spa fue deliberada. Pero también podría ser que lo hiciese porque no tenía más remedio. Lo que está claro es que hemos de hablar para entender las respectivas posturas».

Fernando rebajó la andanada de su compañero. Y pasó de puntillas por la polémica. «Seguro que no ha dicho ni el diez por ciento de lo escrito. A veces hay preguntas con mala leche, y respuestas normales que se sacan a un titular. No le doy un 0,0 de importancia».

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