Mattarella toma las riendas de la crisis política italiana ante la dimisión de Conte

Ante el fracaso de las fuerzas políticas para desatascar esta situación le toca intervenir al presidente de la República, un cargo con larga experiencia como muñidor de acuerdos que antes parecían imposibles y la creación de Gobiernos técnicos. Mattarella comenzará este miércoles su ronda de consultas con los partidos para palpar los humores de sus líderes y comprobar las posibles salidas a la crisis. La que en este momento parece más obvia es que encargue a Conte la creación de un nuevo Ejecutivo sumando aliados adicionales. La coalición gubernamental estaba hasta ahora sostenida por el 'anticasta' Movimiento 5 Estrellas (M5E), el Partido Democrático (PD, centroizquierda) y la pequeña formación izquierdista Libres e Iguales. Para recuperar la mayoría parlamentaria tendrían que volver a la alianza los diputados y senadores de Italia Viva, algo a lo que Renzi parece estar dispuesto. Conte y los líderes del M5E y del PD, en cambio, en principio no querían volver a negociar con el dirigente de Italia Viva, aunque este martes la vicepresidenta del PD, Debora Serracchiani, empezó a modular la posición. Aseguró que «nadie puede poner vetos» y que en política «nunca puedes decir nunca».

Además del posible regreso del partido de Renzi a la coalición, el nuevo Ejecutivo también podría contar con el apoyo de algunos parlamentarios que ahora mismo están encuadrados en la oposición o en el grupo mixto. Son los llamados 'responsables', legisladores que quieren evitar la convocatoria de elecciones anticipadas y que podrían ser el embrión de un futuro partido de Conte. Las miradas se dirigen especialmente a los tres senadores de la Udc, formación heredera de la antigua Democracia Cristiana, que están ahora mismo encuadrados en el grupo de Forza Italia, el partido de centroderecha de Silvio Berlusconi. También pueden ser determinantes los antiguos parlamentarios del M5E que dejaron o fueron expulsados de la formación y ahora están en el grupo mixto. Entre ellos destaca Lello Ciampolillo, uno de los que salvó al Gobierno en la moción de confianza votando en el último segundo. Estos días Ciampolillo se pasea por los programas de televisión poniendo precio a su apoyo: en algunos canales exige ser ministro de Agricultura y, en otros, de Comunicación.

Si Conte fracasa en la construcción de un nuevo pacto, Mattarella podría intentar crear un Gabinete de unidad nacional y duración limitada, liderado por una personalidad de carácter técnico y respetada por los partidos. Forza Italia estaría dispuesta a sumarse en ese escenario. «Si todos los mejores se juntan para afrontar la emergencia con un Gobierno de unidad nacional estable y serio, estaremos de acuerdo», comentó Antonio Tajani, mandatario de Forza Italia. Sería el tercer Ejecutivo desde que en 2018 comenzó esta legislatura, después del que Conte lideró con el M5E y la Liga de Matteo Salvini como socios y el que ahora se ve obligado a tirar la toalla. En caso de que el presidente de la República no tuviera éxito en la construcción de esa alternativa, la única salida que quedaría para la crisis política vendría con la convocatoria de elecciones anticipadas. Es lo que piden tanto Salvini como Hermanos de Italia, la formación ultraderechista liderada por Giorgia Meloni.