La UE sortea el veto de Hungría y desbloquea la ayuda de 18.000 millones para Ucrania
El resto de países pactan crear un instrumento financiero para que Kiev obtenga los fondos a través de préstamos también bilaterales
t. nieva
Sábado, 10 de diciembre 2022, 21:51
Los países de la Unión Europea encontraron ayer un camino para desbloquear el paquete de 18.000 millones de euros de ayuda a Ucrania para ... el próximo año. Una solución con la que sortean el veto que mantiene Hungría a ese desembolso como medida de presión para que sus socios europeos den, a su vez, luz verde a los 7.500 millones de fondos regionales y otros 5.800 millones del plan de recuperación postpandemia elaborado por Budapest, amenazados de congelación por sus vulneraciones al Estado de Derecho.
Los Veintisiete, menos Hungría, acordaron mediante procedimiento simplificado y «mayoría cualificada» la creación de un instrumento financiero que les permitiría tanto emitir deuda respaldada por el presupuesto europeo -para lo que necesitan el apoyo del país presidido por Viktor Orban-, como recurrir a avales nacionales, lo que les permitirá tomar la decisión a 26.
Según detalló el Consejo Europeo en un comunicado emitido ayer, la solución consensuada confirma que el apoyo a Ucrania para el próximo año será de 18.000 millones de euros en el marco de un plan que incluirá préstamos con un periodo cadencia de diez años. Los Estados miembros de la UE cubrirán la mayor parte de los costes de los intereses a través de los ingresos afectados externos y las garantías para ese préstamo serán proporcionadas por el presupuesto de la UE o por los propios Estados miembro.
El objetivo de esta ayuda es garantizar un apoyo estable e inmediato a Ucrania para responder a sus necesidades de liquidez urgente, pero también la rehabilitación de infraestructuras críticas y el apoyo inicial hacia la reconstrucción en la postguerra, con miras a apoyar a Ucrania en su camino hacia la integración europea.
Los países de la Unión Europea ven cada vez con mayor recelo al Gobierno húngaro, al que diplomáticos y altos funcionarios de distintos Estados miembro acusan de usar los acuerdos europeos como «rehenes» para sus intereses y lamentan la «diplomacia de chantaje» por la que Budapest ha apostado en las negociaciones de todo tipo en el marco europeo.
Bruselas trata de sacar adelante estas semanas una serie de medidas clave en su apoyo a Ucrania y represalias por la invasión rusa, pero que chocan con el bloqueo húngaro porque requieren del apoyo unánime de todos los socios. Así, además de la macroayuda financiera por valor de 18.000 millones, están en punto muerto una nueva partida para la compra de armas para Ucrania, el noveno paquete de sanciones contra Rusia e incluso el acuerdo del Ecofin para un tipo del 15 % en el impuesto de sociedades para las multinacionales.
El pulso
El pulso con Hungría afecta al visto bueno pendiente por parte de los Veintisiete a su plan de reformas e inversiones para acceder a 5.800 millones de euros del fondo de recuperación europeo, una decisión que también quedó suspendida en la última reunión de los ministros de Economía.
Bruselas recomendó dar luz verde al plan anticrisis húngaro pero dejando claro que todo desembolso de los fondos debería estar condicionado a que Hungría cumpla con un paquete de 27 medidas concretas vinculadas a la independencia judicial y la lucha contra la corrupción en el país, que también se le exigen para liberar los 7.500 millones de euros de fondos regionales. Si los 27 no aprueban este plan antes del próximos 31 de diciembre, advierten fuentes diplomáticas, Hungría perderá el 70% de los 5.800 millones.
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