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Varios niños caminan entre las aguas debido a las inundaciones provocadas en Filipinas por el tifón Koppu.
El tifón Koppu azota Filipinas y deja un muerto y 23.000 desplazados

El tifón Koppu azota Filipinas y deja un muerto y 23.000 desplazados

Se prevé que los desplazados aumenten a medida que avance el tifón a través de Luzón, la isla principal del archipiélago, en los próximos días

colpisa / afp

Lunes, 19 de octubre 2015, 00:46

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El potente tifón Koppu ha azotado este domingo el norte de las islas Filipinas, dejando un muerto y al menos ocho desaparecidos, y obligando a evacuar a miles de personas.

El tifón, con vientos de hasta 210 km/hora, devastó casas, provocó corrimientos de tierra y obligó al menos a 23.000 personas a abandonar sus viviendas, según los responsables de la seguridad civil.

Probablemente los desplazados sean imitados por numerosos habitantes a medida que avance el tifón a través de Luzón, la isla principal del archipiélago, en los próximos días.

Un gran árbol se abatió y aplastó una casa en Manila, matando a un muchacho de 14 años, e hiriendo a otras cuatro personas, según informa Alexander Pama, director del Consejo Nacional para la Reducción de Riesgos.

El tifón había tocado tierra en la madrugada del domingo, en la recóndita localidad costera de Casiguran, con intensos vientos y lluvias torrenciales. Koppu permaneció prácticamente estacionario durante siete horas, antes de proseguir lentamente hacia el norte, explicaron los servicios meteorológicos.

"Es probable que el diluvio se prolongue varios días", ha declarado la especialista de previsiones Gladys Saludes. Koppu debería seguir hasta el miércoles en Luzón, donde vive la mitad de los 100 millones de filipinos, y no sólo hasta el martes, como previeron inicialmente los meteorólogos.

Más de 8.000 personas se refugiaron en centros de evacuación en Casiguran, ciudad situada a unos 270 kilómetros al noreste de Manila, según Nigel Lontoc, subdirector de la seguridad civil regional.

"Koppu arrancó los tejados más livianos. Los ríos se desbordaron y las carreteras de acceso están cortadas por postes y árboles caídos", añadió. La zona permanece cortada del resto del archipiélago, sin corriente ni comunicaciones.

En imágenes difundidas por la televisión ABS-CBN, se podía ver un hospital que había perdido el tejado en la capital provincial Baler, que atrae a surfistas de todo el mundo. Una competición de surf prevista el fin de semana fue anulada y los 2.000 participantes recibieron la orden de permanecer a resguardo.

En la provincia arrocera de Nueva Ecija, también se desbordaron los ríos, según Nigel Lontoc. "La gente pide ayuda ya que las aguas están subiendo, pero la zona es por el momento inaccesible para los socorristas".

Con el mar desencadenado, se suspendieron los ferrys y 30 vuelos fueron anulados, dos de ellos internacionales. "Debo decir que esto es sólo el principio. La gente debe permanecer vigilante", ha advertido Alexander Pama. "Recomendamos claramente las evacuaciones forzadas en la región de las Cordilleras, en especial de las localidades que pueden sufrir corrimientos de tierra e inundaciones", ha añadido.

El tifón se desplaza a un ritmo extremadamente lento, lo que aumenta el peligro de inundaciones y deslizamientos de tierras. Los servicios advirtieron asimismo contra el riesgo de olas gigantes.

Filipinas, país en desarrollo, sufre unos 20 tifones al año por término medio. El archipiélago de 1.700 islas es con frecuencia la primera masa terrestre de talla que se encuentran los tifones formados en el océano Pacífico y los científicos estiman que la virulencia de las tempestades de los últimos años es imputable al cambio climático. En noviembre de 2013, le supertifón Haiyan arrasó localidades enteras en el centro del archipiélago y dejó más de 7.350 muertos o desaparecidos.

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