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Yangel Herrera celebra junto a Puertas el único tanto del partido PEPE MARÍN
La Crónica

Yangel Herrera espolea al Granada

Granada CF - Sevilla FC ·

El venezolano logra el gol del triunfo rojiblanco contra un Sevilla que jugó con diez todo el segundo tiempo

Sábado, 17 de octubre 2020

Lo jugó todo con Venezuela y hasta falló un penalti doloroso con su selección, pero Yangel Herrera es un competidor natural y un prodigio de ... facultades que no podía faltar a su cita en rojiblanco, aunque fuera como revulsivo. El centrocampista espoleó al Granada con su gol en la segunda mitad ante un Sevilla que abordó todo el segundo tiempo en inferioridad numérica por la expulsión de Jordán a las puertas del descanso.

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Se mantuvieron firmes los hispalenses, que obligaron a los locales a un ejercicio de tesón y paciencia que admitía pocos despistes. Diego Martínez manejó bien sus argumentos disponibles y supo oxigenar el acto definitivo para meter los puntos en la despensa. Yangel salió al tapete y marcó de esa forma tan característica que a los rivales les cuesta tanto detectar: apareciendo por sorpresa y desvalijando al contrincante. No deja ni migajas.

Granada

Rui Silva; Foulquier, Domingos Duarte (Vallejo, m. 40), Germán, Carlos Neva; Gonalons (Yangel Herrera, m. 59), Montoro (Fede Vico, m. 74), Luis Milla; Puertas, Kenedy (Machís, m. 59) y Soldado (Luis Suárez, m. 74).

1

-

0

Sevilla

Bono; Jesús Navas, Diego Carlos, Sergi Gómez (Franco Vázquez, m. 85), Escudero (Acuña, m. 18); Fernando, Jordán, Rakitic; Suso (Ocampos, m. 46), Munir (En-Nesyri, . 70), Carlos Fernández (De Jong, m. 46).

  • GOL 1-0, m. 82: Yangel Herrera.

  • ÁRBITRO González Fuertes (comité asturiano): Expulsó por doble amarilla a Jordán (m 45+3 y 45+4). Amonestó a los locales Gonalons (m. 30), Foulquier (m. 40), Puertas (m. 71) y Fede Vico (m. 85), y al entrenador Diego Martínez (m. 59); y a los visitantes Fernando (m. 15) y Franco Vázquez (m. 92).

  • INCIDENCIAS Partido correspondiente a la jornada 6 de LaLiga Santander, disputado en el estadio Nuevo Los Cármenes, a puerta cerrada para el público.

Sin los venezolanos en el arranque tras el viaje transoceánico a su país, Diego Martínez sacó del parte médico a la alineación titular a Ángel Montoro. Capataz del centro del campo, el valenciano aparecía con la misión de cuestionar el ritmo del encuentro al Sevilla. En las filas hispalenses el morbo lo esparcía la presencia de Carlos Fernández. Lopetegui le sometía a un test de fidelidad ante su exequipo, a una prueba para su reivindicación aprovechando la fatiga de De Jong y En-Nesyri. Suspendió. Por lo demás, descanso inicial a Ocampos y presencia sempiterna de Jesús Navas, que afeitado se quitó años de encima, que tampoco es que se le noten mucho.

Kenedy y Puertas variaron de perfil, el brasileño a la derecha y el almeriense a la izquierda. La presión alterna se sucedía y nadie construía en paz, todo abocado a soluciones rápidas o ciertas argucias individuales. Suso lo intentó y luego reprendió el Granada a balón parado, con estrategias cada vez más complejas. En una con envío pasado de Kenedy a Soldado, terminó engatillando Milla entrando sin avisar. Del córner posterior, otros rebotes de lado a lado con final insatisfactorio, tras pasar el balón entre los cepos de la zona crítica. El Sevilla levantó un muro y se agarró a Navas, con pilas alcalinas. Su soberbio centro a Jordán no encontró dirección en el remate del centrocampista, que no llegaría al descanso por su truculenta expulsión.

Kenedy se llevó un recado de Fernando que hizo temblar su rodilla, pero se recuperó. El que no lo hizo fue Escudero en el Sevilla, que dejó el lateral izquierdo para el intrépido Acuña. Carlos Fernández, mientras tanto, se diluía entre tanta camiseta otrora de colegas, en una especie de síndrome de Estocolmo, aunque el Sevilla afianzó cierto dominio territorial en el sector local. Ya entonces se oteó lo que vendría: el intervencionismo de González Fuertes. El árbitro fue rápido en desenfundar amarillas y esto lo acabaría pagando caro el cuadro visitante, aunque al principio fue quisquilloso con los rojiblancos. Así se llevaron reprimenda tanto Gonalons como Foulquier.

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Lo mejor de la parte ofensiva sevillana lo disponía Munir, el más despierto, aunque el marcador seguía neutralizado. En los últimos minutos del acto, comenzaron las incidencias. Primero chocaron Carlos Fernández y Domingos Duarte, llevándose la peor parte el luso. Como en Durrës, se le salió el hombro, pero esta vez no pudo aguantar ningún rato más y le sustituyó Vallejo.

Jordán se las veía tiesas con Montoro y se llevó una amarilla en ese alargue. Poco después, tuvo un cruce con el valenciano sin esférico de por medio, de esos choques que no se sabe bien si son fortuitos o premeditados, pero que le plantó la marca de los tacos al granadinista. El colegiado, implacable, le enseñó otra cartulina, que sumada hizo la roja. Se esfumó indignado.

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La inferioridad numérica alteraba radicalmente el paisaje y Lopetegui decidió arremeter con sus atacantes titulares, De Jong y Ocampos, relegando a Suso y Carlos Fernández. Este apenas apareció en el topetazo con Domingos y en la tangana posterior a la roja a Jordán. Dejó pasar un tren, aunque en ciertas estaciones siempre tendrá otra casa.

El avispero se agitó y se encadenaron las llegadas nazaríes. Casi irrumpe Soldado, probó luego Montoro a Bono y lo intentó Puertas en el córner posterior, que salvó un sevillista bajo palos. La reacción de los de Nervión fue expeditiva. En un contragolpe, en el que se pidió mano de Kenedy en un corte, el balón le llegó al habilidoso Ocampos y luego a Munir, que engañó con el cuerpo a Rui al ir a lanzar, pero estrelló su disparo en el poste, que hizo carambola para alejarse. No habría subido al marcador por fuera de juego en cualquier caso.

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El Granada tranquilizó el asunto y se aposentó con la pelota para que se evidenciara quién estaba en ventaja de efectivos. Con Herrera y Machís, los rojiblancos querían indagar en busca del triunfo, pero el Sevilla seguía firme. El extremo le dio un servicio fantástico a Puertas que espantó Bono, magnífico de reflejos.

Diego Martínez aumentó su determinación con Luis Suárez y Fede Vico, fatigados Soldado y Montoro, pero todo se enredaba en los metros finales, hasta que Foulquier se sacó un envío de la manga y Yangel lo cabeceó lejos de las largas manos de Bono. Segundo tanto en Liga, quinto sumando las previas de la Europa League. Uno de los mejores fichajes es su propio retorno.

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Pudo sentenciar Suárez en un duelo a la carrera con Bono, pero se adelantó en exceso el balón y se dejó caer, por si colaba, en una pésima interpretación. El Granada retuvo la renta y se quedó con regusto dulce a las puertas de debutar en la fase de grupos de la Europea League. Precisamente, ganando al vigente campeón.

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