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Fran Rodríguez
Granada
Jueves, 30 de junio 2022, 00:15
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Pocos futbolistas de Primera lo pasaron peor que Álex Collado durante la primera mitad de la temporada pasada. La que era para muchos la gran joya del filial del Barcelona vivió un verano muy desagradable. Aunque ya había debutado en Primera con algún destello, Koeman apenas le dio oportunidades en la pretemporada del primer equipo y se le buscó una cesión.El Brujas llegó a un acuerdo, todo parecía cerrado y el joven futbolista marchó ilusionado a Bélgica, pero todo se rompió cuando el cuadro belga puso a última hora una condición para acoger al talentoso culé, una opción de compra a la que todos se negaron.
Sin demasiado margen de reacción, con 'overbooking' en la plantilla del Barça y el resto de equipos interesados en Collado metiendo con calzador una opción de compra, el desenlace fue el peor posible para el chico, que se quedó sin ficha y estuvo meses entrenando sin jugar. «Es una pena su situación, porque me sería muy útil. Es jugador para el Barça y espero poder usarlo», dijo Xavi al llegar.
Sin embargo, sin poder darle los minutos necesarios y con la experiencia reciente del frustrado verano, el Barça se lo cedió al Granada donde Robert Moreno le buscó acomodo desde el principio. Lo probó sin suerte en las bandas. Mejoró mucho cuando le colocó ante Osasuna en el medio, pero el resto del equipo no acompañó. Además, venía lastrado por su nula actividad competitiva.
Ya con Torrecilla, ejerciendo de mediapunta al uso, Collado fue creciendo, dando brillo a la ofensiva nazarí con un último pase de mucha intención y cada vez más pegada. Su sociedad con Molina, Suárez y Milla fue dando frutos. Integrado en el equipo a pesar de su juventud, empezó a asumir balones parados, se estrenó como goleador con un agrio gol ante el Levante en el sonrojante 1-4. Pero él siguió luchando. Su golazo ante el Athletic, cuando firmó su mejor actuación, dejó la salvación al alcance de la mano. Pero todo acabó en desgracia. «Muchas gracias, me he vuelto a sentir futbolista en Granada», se despidió emocionado. No logró salvar al equipo, pero su futuro en Primera es innegable.
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