Las sombras y las luces de un accidente del que aprender

Uno es Germán, fijo en todas las defensas del 'chamán'. El '6' es un baluarte en la zaga y personifica la voraz evolución del club. No sabía lo que era jugar en Primera superada ya la treintena y, ahora, la aventura europea no se entiende sin su figura. Participará de inicio en Malmö.

Otro, por rendimiento y sobre todo por una cuestión numérica, es Carlos Neva. El también gaditano es insustituible, ya que el club no le ha encontrado aún competencia. Se confía en Quini, que sufre una lesión muscular como consecuencia de aquella rotura de ligamentos. Una de las sombras del encuentro ante el Atlético fue comprobar que, sin el cordobés, Neva no puede descansar, pues Foulquier naufragó en la difícil tarea que es para un diestro acoplarse al otro costado.

En el centro también hubo una lectura relativamente negativa. En los otros encuentros, el trivote se adaptó a lo que el partido requería con absoluta elasticidad y comprensión del escenario. Azeez, sin embargo, fue el primero que evidenció cierta inconexión. No logró imponerse sin balón y con este se quedó corto. En ocasiones, parecía un mediapunta tras Molina, en otras un interior que no desahogó a Yangel Herrera ni arropó a Milla. Eteki, por sus características, parece un mejor complemento para el medio.

Montoro y Gonalons descansaron y parten con la responsabilidad de comandar la creación en Suecia. La tercera pieza del 'puzzle' será el frenético Milla o el aguerrido Herrera. Los dos completaron partidos muy distintos jugando los mismos minutos. La del madrileño fue la voz irreverente tras el atropello colchonero. Algo más discreta fue la actuación del venezolano, atado por Saúl y Koke.

En ataque, se notó la ausencia de Soldado, que dota al equipo de otro aire competitivo. Será titular ante el Malmö sin desmerecer a Molina, que cumplió ante una pareja de centrales temible. Su poca participación se debió más a la falta de claridad de sus compañeros para darle balones.

En las bandas, Puertas y Kenedy empataron en su pulso. Y es que en juego estaba ser el dueño de la derecha este jueves. Para no dar pistas, Diego Martínez los retiró al mismo tiempo. El brasileño fue más descarado, intentando rebelarse desde su regate y buen disparo. Y la izquierda tiene nombres y apellidos hasta que se demuestre lo contrario. Machís será de la partida en Suecia, aunque jugara media hora ante los de Simeone.

Así, la goleada dejó sombras, como la falta de profundidad en defensa o el escalón que existe entre la primera y la segunda unidad en la medular. La solución está en un difícil mercado, incorporando piezas que, si se pasa a fase de grupos, permitan al técnico rotar con más garantías.

Pero también hubo luces. Luis Milla irradió buenísimas sensaciones. El ex del Tenerife jugó cómodo y asumió galones para liderar la reacción tras el 1-0. Exhibió entereza a pesar del resultado y lo intentó filtrando buenos pases, presionando con inteligencia y buscando portería con buena pierna. Es una gran certeza sobre la que construir desde ya, pues parece un veterano.

También salió reforzado Soro. Sus buenos minutos ante el Locomotive Tbilisi tuvieron continuidad ante el Atlético. El maño pidió la pelota e inventó con ella, apareciendo desde segunda línea para rematar. Tiene la humilde ambición de la que se nutren desde pronto los jugadores destinados a ser grandes.

No es un fichaje, pero tampoco se fue Rui Silva. El mejor refuerzo será retener al luso, que volvió a demostrar ser el mejor portero para este equipo. Estuvo inmenso en la primera parte, con esa mano en el penalti ante Saúl. En la segunda hay poco que reprocharle. Un guardián al que confiar las llaves del SwedBank de Malmö.

Otro de los aspectos en los que el Granada ha dado un paso adelante ha sido en la independencia de una figura para el balón parado. Antes, Vadillo y Montoro asumían todas esas acciones, pero para los técnicos, tener siempre en el once a alguien de confianza para esos lanzamientos no es un tema baladí. Las llegadas de Kenedy, con un cañón por pie, y Milla, uno de los mejores en la categoría de plata, resultan providenciales y amplían los límites del laboratorio nazarí.

La variedad en el balón parado, el segundo de Molina, la irrupción de Soro, la vuelta de Eteki y el nivel de Rui Silva son algunos de los valores positivos que rescatar de la goleada en contra. Un accidente que no debe minar la confianza rojiblanca y sí ser una lección aprendida. Crecer duele.