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FRAN RODRÍGUEZ
GRANADA
Martes, 9 de octubre 2018, 12:28
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El guardameta portugués habló en una entrevista para el club sobre su pasado y su sólido presente, uno en el que es el portero titular del Granada por méritos propios. Impensable posición hace ya casi dos décadas, porque el propio Rui Silva confiesa que comenzó jugando de delantero. «Podría haber sido un buen delantero, pero me gusta mucho la posición de portero y estoy contento», comenta.
Uno de los grandes obstáculos a superar camino de su consolidación como número uno de la portería nazarí fue su conocida timidez. Parco en palabras, la confianza ha ido creciendo con el paso de los años y, sobre todo, los minutos. «Soy muy reservado, pero soy muy alegre y siempre intento estar bien con todos. Me da igual si la prensa habla bien o mal de mí, pero me enfada un poco más si hablan de cosas personales», confiesa sobre su carácter lejos del terreno de juego.
«En el campo soy tranquilo. Tengo que dar más y ser algo más explosivo, hablar más, estar enchufado y enfadarme más», dice en referencia a su actitud cuando se calza las botas y se enfunda los guantes. El portugués siempre fue respetuoso y se mantuvo trabajando en silencio cuando eran otros compañeros de demarcación los que actuaban cada semana. «Respeté al Memo (Ochoa), a Javi y ahora a Aarón. Los respeto mucho, es lo más importante en nuestro puesto porque sólo uno puede jugar y es complicado. Hay que trabajar al máximo para que cuando llegue tu oportunidad puedas dar tu mejor versión». Es uno de los proyectos de portero más prometedores con respecto al país vecino, reconociendo el propio rojiblanco que en Portugal la cantera potenciaba mucho más a delanteros y medios que a los guardametas, algo que está cambiando. «No le daban mucha importancia porque eran sólo para parar, pero la escuela portuguesa de porteros ha crecido mucho». Con respecto a su crecimiento personal, el meta se describe ahora como un portero más maduro y que ha mejorado mucho el juego con los pies y su confianza. «Mi timidez me generaba algunos problemas, pero con los partidos la confianza sale natural y hablo mucho más», reconoce en la entrevista concedida al club, en la que cuenta que siempre entra con el pie derecho y que reza a Dios y su familia para tener éxito.
Silva habló también de Granada, una ciudad que le gusta mucho desde que llegó. «Disfruto mucho paseando, conociendo esta ciudad tan histórica», aseveró. «Hemos empezado muy bien y espero que sigamos luchando con ilusión. Los aficionados van a disfrutar con nosotros porque tenemos un buen grupo», dice a modo de despedida un bastión del Granada que supo dejarse guiar por el silencio y el trabajo hasta ser hoy el cerrojo nazarí.
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