Sandoval, el hombre del milagro rojiblanco al que se agarran ahora en el Arcángel

La de Sandoval fue una de las decisiones deportivas más excéntricas de cuantas tomó Quique Pina como presidente. Decidió cambiar de preparador a falta de cuatro partidos para el cierre de la Liga. El equipo estaba penúltimo, a cuatro puntos de la salvación, y acababa de perder con el Espanyol en Los Cármenes (1-2). Abel Resino se había convertido en el responsable del vestuario en sustitución de Joaquín Caparrós, pero con él tampoco se enderezó la nave. Pina le fulminó y se agarró a Sandoval, un preparador con el que se habían cruzado los rojiblancos varias veces, el que había ascendido al Rayo a Primera –en el mismo ejercicio que los nazaríes– y luego lo mantuvo. Una permanencia fraguada ante el Granada, en aquel dramático duelo del curso del regreso a la élite. Sandoval no siguió y luego tuvo un ciclo en el Sporting. Casi dos años en Asturias cortados cuando el conjunto se dirigía al ‘play off’. Allí no encontró el refrendo popular.

El nombramiento de Sandoval parecía una medida desesperada de Pina. Debutó ante el Getafe en el Coliseum Alfonso Pérez. Contra todo pronóstico, la escuadra se impuso por 1-2. El empate a uno del Deportivo con el Villarreal ponía la orilla a tres puntos de distancia. El Almería, de por medio, también firmó tablas.

El Granada recibió después al Córdoba, último y desahuciado. Se impuso por 2-0 y de repente la quimera dejó de serlo. El Eibar cayó al descenso de pronto, en un triple empate con el Dépor y el Granada, que iba a Anoeta. Allí volvió a saltar la sorpresa. Un 0-3 frente a la Real Sociedad. Los rojiblancos llegaron a los 34 puntos, igualados con los gallegos y con dos más que los eibarreses. A Sandoval le bastaba con empatar en la última jornada. Recibía al Atlético de Madrid , al que un punto también le alcanzaba para garantizarse la tercera posición de la tabla. El 0-0 contentó a ambos y hundió al Eibar, luego repescado cuando el Elche fue bajado por impagos. Tras un tiempo inactivo, arrancó la campaña pasada de nuevo en el Rayo, aunque fue destituido. Ahora, libre, se agarra a esta oportunidad, en busca de otra proeza.