Romper con una década de plata ya es obligación

Espera habérselo dado el cambio de propiedad. El estadounidense Jorge Mas es ahora el que maneja los designios zaragocistas, tendiendo puentes con la MLS y especialmente con su natal Inter de Miami. Todo ello orientado a inyectar tanto dinero como sea posible y tanta ilusión como sean capaces de hipotecar sus aficionados. Es un todo o nada al que se ha sometido el Zaragoza, que ha pasado de rugir como uno de los líderes de la sabana futbolística española a vagar por el destierro hasta el punto de ser, para las nuevas generaciones, un asiduo de Segunda.

La gran apuesta de la nueva propiedad ha sido entregar las riendas del equipo a Juan Carlos Carcedo, mano derecha de Unai Emery durante 14 años. Zaragoza es su primera gran plaza tras haber demostrado su escuela en Ibiza. Con los celestes logró el ascenso a Segunda, aunque luego no pudo mantener su puesto. No obstante, estuvo lo justo para convencer a la dirección deportiva zaragocista. Un gran honor lleno de responsabilidad.

Han sido seis los hombres que ha firmado este curso el Zaragoza. Su recién estrenada conexión con la MLS y la llegada de nuevo capital prometía algo más de brillo, pero solo tres jugadores han resaltado en el modesto y desconocido mercado realizado por los maños. Uno, el que mejor está funcionando, es Giuliano Simeone. Le guardan las espaldas la experiencia de Mollejo y Manu Molina, buenos peloteros. Está por abrir el melón de los otros tres: el goleador Makthar Gueye (12 goles en el Oostende), el carrilero zurdo Fuentes y el central Jairo Quinteros. Expectativas bajas con ellos.

El Zaragoza tiene mimbres para asentar una defensa dominadora, que cuente con la dosis justa de frescura en las piernas de Pep Chavarría, Francés, Lluís López y Fuentes, y la experiencia de Fran Gámez y Jair Amador para dar soporte a todo ese talento por explotar. De momento, la zaga más repetida es la formada por Gámez en la derecha y Fuentes en la izquierda, con Jair Amador y Lluís López en el eje. Han recibido nueve tantos en contra, uno menos que los de Karanka. Francés debe reivindicarse si no quiere estancatarse cuando hace dos cursos era un diamante en bruto. En la portería no hay dudas con Cristian Álvarez. El argentino sigue siendo el capitán general y uno de los porteros más espectaculares bajo palos de toda la categoría. A veces algo estridente, es todo un símbolo de este Zaragoza.

Carcedo tiene un agujero en su esquema. Ni la doble punta ni el mediapunta convence del todo, teniendo a cinco fijos y un elemento que sale y entra de los 'onces'. El pivote está asegurado con Manu Molina y Jaume Grau, insuperables y oxigenados por 'su' Petrovic y Eugeni. En las bandas ocurre lo mismo, al tener disponibles a Mollejo y Bermejo para la diestra y Vada para la zurda. Larrazabal es el cuarto en discordia. Francho, ahora lesionado, da la alternativa de sumar otro en el mediocentro si no se desea jugar con dos puntas. Porque en la punta de lanza solo Giuliano está jugando con asiduidad. Iván Azón se postula como su mejor socio, pero llega lesionado a Granada. Gueye y Narváez no despegan.