Robert Moreno vuelve a su otra casa

En el Barcelona el hoy técnico del Granada dio sus primeros pasos hacia la elite del fútbol mundial. Después se trabajar en una estación de servicio o en un banco, Moreno entró en el mundo del fútbol como analista del filial del FC Barcelona, que estaba entrenado por Luis Enrique.

El propio Moreno relataba así su experiencia en una entrevista concedida al portal Coaches voice:«En el segundo equipo éramos dos analistas: Isidre Ramón Madir y yo. La división del trabajo era clara. A mí me tocaba realizar los análisis de los rivales e Isidre hacía el del propio equipo, cosa que cambió durante la temporada, pasando yo a hacer los de nuestro equipo e Isidre los de los rivales».

Al técnico asturiano, hoy seleccionador nacional, le agradó la manera de trabajar de Robert Moreno, con el que compartía su modo de ver el fútbol. Es por eso que cuando la AS Roma confió en Luis Enrique para que llevara las riendas del equipo en la temporada 2011/12, Robert Moreno viajó hasta Italia para convertirse en su ayudante en el conjunto romano.

La etapa en Italia les ayudó a madurar como entrenadores y a conocerse más, de tal manera que el tándem formado por Luis Enrique (primer entrenador) y Robert Moreno (segundo) se enroló en un ilusionante proyecto en LaLiga: el del Celta de Vigo, un equipo que practicó un fútbol vistoso y con muy buenos resultados –acabó el campeonato en el noveno lugar– en una temporada 2013/14 muy fructífera para ambos.

Su trabajo al frente del conjunto celeste también cautivó a la directiva del FC Barcelona, que vio en ellos la oportunidad de continuar con el legado de Pep Guardiola tras dos años de transición en los que el malogrado Tito Vilanova realizó un excelente trabajo al que no pudo darle continuidad por motivos de salud (curso 12/13) mientras que el Tata Martino no consiguió los resultados deseados por el barcelonismo (curso 13/14).

De esta manera, Luis Enrique y Robert Moreno regresaron a su casa por la puerta grande, asumiendo la responsabilidad de sacarle jugo a una delantera que terminaría marcando una época en el club azulgrana: la formada por la temida MSN (Messi-Suárez-Neymar). Con el argentino como estrella indiscutible y con las incuestionables virtudes del astro brasileño y del delantero uruguayo, el Barcelona volvió a tomar velocidad de crucero y tanto Luis Enrique como Robert Moreno fueron muy felices en un Camp Nou en el que vivieron noches inolvidables como la de la final de Copa ganada al Athletic Club en la 14/15 –3-1, con un doblete de Messi y otro tanto de Neymar– o en la que golearon por 6-1 al PSG, una noche de Champions histórica en la que el conjunto culé acabó volteando una eliminatoria que casi todo el mundo daba por perdida por el 4-0 en contra cosechado en el Parque de los Príncipes.

En los tres años que estuvieron al frente del FC Barcelona, del 2014 al 2017, Luis Enrique y Robert Moreno dirigieron al primer equipo azulgrana hacia la conquista de nueve títulos: dos Ligas, una Champions, tres Copas, una Supercopa de Europa, una Supercopa de España y un Mundial de Clubes.

Separación

Nada hacía presagiar que cuando Luis Enrique y Robert Moreno aceptaron hacerse cargo de la selección española su relación iba a deteriorarse tanto con el paso del tiempo. Lo futbolístico pasó a un segundo plano a causa de los problemas personales del técnico asturiano, que acabó acusando a Moreno de «desleal» en 2019, cuando deseó recuperar el banquillo del combinado nacional, en el que propio Moreno había permanecido hasta ese momento. Con la ruptura de su relación personal también acabó su vínculo profesional y Robert Moreno inició una fugaz etapa en el Mónaco antes de firmar por el Granada, donde no ha logrado el estreno liguero que él hubiese deseado pero con el que este lunes cumple un sueño, ya que como el propio entrenador comentó en una reciente rueda de prensa, para él era un sueño volver al Camp Nou y hacerlo como entrenador visitante.