Robert halla su 'cuadrado mágico'
Crecimiento ·
A pesar de la derrota frente al Espanyol con la que el Granada se marcha al parón, el entrenador remarca la evolución del equipo en torno al sistema 4-4-2Cuando el Betis visitó Los Cármenes en septiembre, Robert Moreno expresó su admiración por Manuel Pellegrini. «Le conozco de habernos enfrentado en distintos contextos y ... todos los equipos tienen su marca, que es lo que más valoro de un entrenador. Buen trato de balón, asociación, presión adelantada… es lo que ha llevado al Betis a Europa», alabó. El chileno ha hecho carrera en el fútbol con un estilo de juego definido sustentado a menudo, sobre todo en el Villarreal e incluso en el Málaga, en un sistema 4-4-2 con mediapuntas echados a las bandas que luego tenían libertad para ir hacia adentro; un dibujo clásico latinoamericano conocido como el 'cuadrado mágico'. Ahí encajó, entre otros, a Juan Román Riquelme, Robert Pirès, Santi Cazorla o Isco Alarcón. Una idea muy parecida a la que desde hace dos partidos aplica Robert Moreno en el Granada.
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Aunque el entrenador sabe lo importante que es para el equipo recuperar la mejor versión de Darwin Machís, un extremo auténtico, las dos únicas victorias del curso llegaron sin minutos para el venezolano ante Sevilla y Levante. Fue titular contra Osasuna y Getafe, pero Robert Moreno volvió a apostar frente al Espanyol por Rubén Rochina y Alberto Soro de inicio en los costados, como en los partidos que los rojiblancos vencieron. Ambos zurdos responden al perfil del mediapunta orillado, al menos sobre el papel y sin el balón, con responsabilidades en la creación cuando se tiene la posesión. Tal y como gusta a Pellegrini, uno de los técnicos de referencia del técnico nazarí.
Pese a la derrota en Cornellá con la que el Granada se marchó al parón, el conjunto volvió a mostrar una imagen reconocible, definido en torno al 4-4-2. Costó comprender a qué quería jugar exactamente Robert Moreno en las primeras jornadas pero, una vez fortalecida su seguridad defensiva, está implantando automatismos que ya sí consiguen ejecutar sus futbolistas. Los rojiblancos hicieron un buen partido en la casa perica y si no consiguieron al menos un punto fue por la falta de acierto de cara a gol, o más bien por la agraciada actuación de Diego López y el infortunio de los postes.
El primer disparo a puerta del partido, de hecho, fue del Granada. Rubén Rochina probó sin demasiada fe al veterano portero del Espanyol cuando no se había llegado aún al minuto de juego, culminando una avanzadilla al contragolpe de Luis Suárez. Desde entonces vivió tramos de mucha tenencia de balón, pero sin ocasiones reales hasta una hora después, ya en desventaja. En el primer tanto del Espanyol, la magistral jugada ensayada que embocó Pedrosa, Yangel Herrera y Raúl de Tomás ejecutaron a la perfección sendas pantallas sobre Víctor Díaz y Ángel Montoro, respectivamente, impidiéndoles acudir al envío directo hacia la frontal. Maximiano, que antes frenó al ariete luego llamado por la Selección como después hizo con un gran disparo de Embarba, no vio salir el balón.
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Desde entonces remó contracorriente y De Tomás amplió la renta, difícil de digerir aunque los rojiblancos hicieron méritos como para empatar en la última media hora, con paradas milagrosas de Diego López a Jorge Molina en dos ocasiones y a Germán y Montoro en cabezazos a balón parado. A diferencia de lo que sucedió en el Ciutat de Valencia, esta vez la pelota no quiso entrar.
Un dibujo cambiante
El Granada exhibió en el RCDE Stadium, como contra el Levante cinco días atrás, los movimientos que hacen cambiante su sistema 4-4-2 de partida. Con balón, y como se ensayaba en pretemporada, Monchu y Montoro alternaban la labor de colaborar entre centrales para facilitar una salida de balón aseada mientras, por delante, Rochina y Soro accedían a los pasillos interiores entregando toda la profundidad por banda a los laterales. Una mutación a un 3-1-4-2.
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Esta disposición favorece a varios jugadores, más allá de a los propios Rochina y Soro. Monchu asumió galones, concentrado sin balón y responsabilizado con él, atrevido para lanzar en largo y jugar en vertical. Luis Suárez, todo lucha, se movió con libertad hacia las bandas aliviado por la referencia que ostentaba Jorge Molina. Robert Moreno va definiendo su equipo a su gusto y con lo que tiene. Bajo el proceso, las ascuas de los puestos de descenso.
Fuera del descenso gracias a un gol del bermellón Maffeo sobre la bocina
El Granada permanecerá fuera de los puestos de descenso los próximos catorce días del parón por selecciones, hasta medirse al Real Madrid el próximo domingo 21, cuando también juegue el Elche contra el Betis. Un cabezazo del bermellón Pablo Maffeo en el minuto 95, al filo del añadido, chafó el doblete de Lucas Boyé en Mallorca (2-2). Una mala salida de Edgar Badía en un saque de esquina, la última acción del partido, permitió a los locales empatar la contienda por segunda vez tras hacerlo antes con un penalti de Salva Sevilla.
El equipo de Robert Moreno volverá al trabajo este lunes desde las 16 horas en la Ciudad Deportiva tras descansar el domingo. Lo hará ya sin los internacionales Darwin Machís y Luis Abram, citados por Venezuela y Perú; ambos volaron directamente desde Barcelona tras el partido en el RCDE Stadium.
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