El Recreativo empata en su vuelta a Los Cármenes

El partido podía haber durado 120 o 180 minutos y, muy probablemente, el marcador no se hubiese movido. Y es que ni el Recreativo tiene la efectividad necesaria para ganar partidos igualados ni el Sevilla Atlético hizo méritos para llevarse los tres puntos, dibujando un partido feo de ver en el que las interrupciones fueron constantes. Las diez tarjetas amarillas que terminó enseñando el árbitro dan fe de que el derbi entre filiales no fue un duelo tan atractivo como era de prever.

Al Recreativo Granada le afectó el cambio de escenario durante los primeros minutos del encuentro. No fue un equipo profundo y jugadores que en la Ciudad Deportiva venían demostrando un buen nivel como Aranda o Mario sobre el césped del coliseo del Zaidín se mostraron algo perdidos. A favor del conjunto granadino en estos primeros compases del partido jugó el que futbolistas como Alberto López o Isi sí que demostraran más aplomo en un estadio más grande que la Ciudad Deportiva y que la afición rojiblanca respondiera a la llamada de auxilio de un equipo que va colista del Grupo IV de Segunda B pero que congregó a casi un millar de espectadores en las gradas.

Un par de disparos de Viedma y de Mario que rechazó sin demasiados apuros el guardameta Lucho García fue el balance de unos primeros cuarenta y cinco minutos mejorables por parte de ambos conjuntos, aunque al Recreativo Granada al menos le quedó el buen sabor de boca de que su rival apenas le creó peligro. Rubén Sánchez falló al perder su posición en retiradas ocasiones y descolgarse en busca de balones, dejando un vacío en punta que el equipo llegó a notar. Al 'nueve' rojiblanco le falta afinar la puntería, pero jamás se le pueden criticar las ganas. Jugó el partido pese a tener molestias en el isquio y terminó siendo sustituido en el 70 porque era un riesgo demasiado grande para este equipo mantenerlo más tiempo sobre el césped. Sin duda el de Rubén Sánchez fue el nombre propio del partido porque, más allá de su esfuerzo, tuvo en sus botas la mejor ocasión del Recreativo en los noventa minutos que duró el choque. Consiguió ganarle por alto un balón a Berrocal y se plantó solo ante el portero rival, pero su finalización –un disparo raso y centrado– no logró sorprender a Lucho (m.62). A partir de ahí las perdidas de tiempo aumentaron y ninguno de los dos porteros tuvo que volver a intervenir para salvar a su equipo.