Rotación frustrada
LA CONTRACRÓNICA ·
Robert Moreno varía sus actores en la alineación titular como hizo en el Camp Nou, con otras siete novedades al igual que el lunes, pero se repite la misma película que en jornadas anteriores con un final dramático para los rojiblancosLos finales se atragantan a este Granada cuya historia con Robert Moreno al frente sigue torcida a falta de victorias. Como hiciese en el Camp ... Nou con el botín definitivo de un empate el pasado lunes, el entrenador introdujo otras siete novedades en su alineación titular y mantuvo su apuesta por las rotaciones en esta semana con tres partidos. En esta ocasión, sin embargo, no le sonrió la fortuna. Su equipo completó en el primer tiempo los que probablemente fueron los mejores 45 minutos en toda la temporada, con mejoras evidentes en la circulación de balón hasta robarle protagonismo a la Real Sociedad, pero todo ese progreso quedó en nada con el cañonazo mortal de Aritz Elustondo en los últimos minutos.
Hubo jugadores muy destacados en las meritorias tablas con el Barcelona que no repitieron contra el conjunto 'txuri urdin', quizás porque vuelvan a escena este lunes en Balaídos en un duelo crucial con el Celta de Vigo. Allí dilucirá el Granada si abandona los puestos de descenso a los que finalmente ha caído o si su situación en la clasificación se pone fea de verdad. Quini, Abram, Escudero, Monchu, Puertas y Jorge Molina se quedaron en el banquillo y el lesionado Eteki lo vio desde la grada; por ellos recuperaron su sitio Arias, Germán, Neva, Gonalons, Montoro y Suárez, titulares en la derrota frente al Betis, junto a Rubén Rochina en su estreno de inicio.
Esta nueva revolución pareció acertada durante un primer tiempo convincente pese a las concesiones defensivas, especialmente sangrantes por el costado de Santiago Arias. El colombiano es todo voluntad, después de un año fuera de combate, pero le pueden las ganas de correr hacia adelante y no las ve venir cuando las disputas suceden en el aire. Quien sí aportó mucho al equipo con su primera titularidad fue Rubén Rochina, cuya bota izquierda se parece al vientre de una mujer porque de ahí siempre nace algo. Su privilegiado tacto con el balón ofreció al Granada algunas de sus mejores opciones mientras le duró la gasolina, algo más de una hora. Es capaz de conjugar la fuerza exacta sin que sus envíos pierdan suavidad para el impacto y una precisión de 'quarterback' de la que intentó que se beneficiase sobre todo Luis Suárez.
El otro galgo del equipo, Darwin Machís, aguantó apenas veinte minutos después de haber jugado todo el encuentro en el exigente duelo del Camp Nou. Ya trató de prevenir su sobrecarga muscular con vendas compresoras en los músculos isquiotibiales, pero ni por esas. De los que se mantuvieron en la alineación, volvieron a rendir a buen nivel tanto Luís Maximiano como Domingos Duarte; ambos lusos trataron de sostener al equipo cuando la Real Sociedad desató el vendaval, pero terminaron claudicando. Al meta lo fusilaron como en las películas mueren los héroes: ejecutado después de haber sobrevivido, inmortal, a unos cuantos disparos anteriores.
Entre quienes tuvieron cierto descanso en el Camp Nou lo agradeció sobre todo Maxime Gonalons, de nuevo finísimo al robo, quizás picado por el buen rendimiento de un 'intruso' como Luis Milla en su posición. Volvieron a actuar juntos frente a la Real Sociedad y, junto a Ángel Montoro, ofrecieron los mejores minutos de juego combinativo de la temporada. Las ideas de Robert Moreno parecían emerger, como advertía Patricia Rodríguez, pero esta vez de verdad. Sin embargo, el fútbol volvió a cobrarle a este Granada una derrota cruel, y ya son tres en seis jornadas. El de Balaídos el lunes será el séptimo partido de la temporada, pero no uno cualquiera. El entrenador necesitará a sus mejores hombres, rotados o no.
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